Sexismo

¿Es machista saludar con dos besos a las mujeres?

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Beso de Rupert Murdoch a Ivanka Trump

Beso de Rupert Murdoch a Ivanka Trump / El Periódico

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Saludarse con dos besos es una costumbre muy arraigada. Desde bien pequeños, es habitual acercar las mejillas a los rostros de familiares, amigos, conocidos y desconocidos. En la infancia no se suele diferenciar entre niñas y niños. Sin embargo, a medida que se va creciendo, se establece un código diferente para saludar dependiendo de si eres mujer o hombre: a ellos se les da la mano; a ellas, besos.

Expertas en comunicación no verbal señalan que esta distinción de saludos conlleva significados sexistas, sobre todo en el trabajo

Es indudalble que los protocolos varían según las culturas. En países de Oriente Próximo, por ejemplo, el saludo con dos besos es cosa de hombres. Pero en Catalunya y España, sin embargo, el consenso es que el beso se reserva para mujeres, lo que abre una calurosa conversación a propósito de si se trata de un gesto machista, o por lo menos sexista, sobre todo en entornos laborales o formales. ¿Por qué nos saludamos de forma diferente? ¿Qué significa?

Costumbre sexista

El debate -así como el desconcierto de muchos hombres que aseguran que no saben cómo saludar a las mujeres en tiempos igualitarios- está ahí y, de vez en cuando, se encarama al 'timeline' de las polémicas. Es lo que sucedió días atrás con la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, quien en el pódcast 'HECM!' señaló que, desde pequeñas, a las mujeres se les fuerza a dar y recibir dos besos por parte de desconocidos, aunque no les apetezca. "Esto forma parte también de la cultura de la impunidad y de la falta de consentimiento", aseguró.

Cómo no, la hoguera ardió. Días más tarde, Rodríguez escribió un artículo para contestar a aquellos que intentaban ridiculizar y menospreciar su mensaje. Además de argumentar la importancia de la cultura del consentimiento, señaló hacia otra cuestión: "Sigue siendo cuando menos sexista que las mujeres seamos siempre saludadas con dos besos, y los hombres, con un apretón de manos".

Cercanía y domesticidad

Sobre si el gesto es sexista no cabe ninguna duda. Pero, yendo un poco más allá, ¿se trata de una costumbre machista? Aquí va el veredicto de expertas en protocolo y comunicación no verbal.

"En España estamos en un país de alto contacto", explica Sonia El Hakim, presidenta de la Asociación Española de Comunicación No Verbal. "Es una costumbre muy arraigada el hecho de saludarse con dos besos, una forma de acercarse mucho a la otra persona". Aunque El Hakim defiende la importancia del contacto, entiende que es importante diferenciar el ámbito social del profesional. "En el trabajo, las mujeres reciben un acto afectivo en un momento que no desean como forma de diferenciarlas de los hombres".

Patrycia Centeno, periodista y experta en comunicación verbal, incide en la misma línea. "El saludo con un beso se considera de índole doméstico, por eso se reserva a la mujer, porque hasta hace poco ese era el único espacio que se le otorgaba".

Rechazo en aumento

En un entorno donde se quiere proyectar respeto y profesionalidad, asociar a las mujeres con la cercanía, la afectividad o la domesticidad está fuera de lugar. "Cada vez se rechaza más el saludo entre desconocidos y en el ámbito profesional", añade El Hakim. "Las mujeres -añade- reivindicamos que se nos trate con más distancia, asociando esta distancia a más respeto".

"Para evitar los dos besos, hemos aprendido a adelantarnos al saludo del otro y extender el brazo para dejarlo claro", explica Centeno. "Aun así, hay muchos hombres que aprovechan este gesto para pegarnos un tirón e imponer los besos".

Antecedentes en la pandemia

Este rechazo no es nuevo. "En la pandemia hubo un descenso del contacto entre personas", reconoce El Hakim. Fuera por higiene o por incomodidad, muchas mujeres reivindicaron y celebraron, sobre todo en redes sociales, el retroceso de los dos besos, sobre todo en entonos laborales.

Por ejemplo, más de 32.000 personas dieron 'like' al mensaje de la periodista vasca Laura Alzola Kirschgens, quien escribió: "Que no vuelvan los dos besos a las mujeres en el ámbito profesional". Otro usuario aprovechó para subir una encuesta, en la que votaron casi 10.000 usuarias, y en la que el 58% dijo que prefería dejar de besarse.

Besar para distinguir

"El contacto tiene muchísimos beneficios -asegura El Hakim-, pero hay que saber a quién tocar, en qué momento y de qué manera", señala. "Sin embargo, a un número mayor de mujeres les incomoda que se use este saludo tan cercano como una forma de distinguir entre colegas y mujeres".

¿Cuál es la solución entonces? ¿Dejar de dar dos besos? La respuesta, quizá, esté en las palabras de Rodríguez. Si una mujer decide que sí que quiere saludar así, ya sea por una relación más personal con la otra persona o por cualquier otro motivo, dar dos besos no supone ningún problema. Sin embargo, distinguir entre los trabajadores automáticamente por su género, incomoda y deja entrever una diferencia de estatus en el entorno.

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