La R3 de Rodalies inicia el 12 de octubre tres meses de corte del servicio entre las estaciones de Mollet y Figaró

La lluvia de millones sobre Rodalies, anunciada el 11 de diciembre de 2020 en un protocolario acto en la Sagrera, parece que va cogiendo forma. Pero que se muscule el vetusto transporte ferroviario en Catalunya trae bajo el brazo una consecuencia inevitable: los cortes en el servicio para poder trabajar sobre la infraestructura. Este viernes se ha detallado el avance de las obras en la duplicación de vías en la línea R3 entre Parets y La Garriga, uno de los tramos del plan integral de duplicación, previsto entre Montcada y Vic (aunque la vía única vaya hasta el final del trayecto).

Los viajeros afectados dispondrán de servicio de bus alternativo entre las estaciones implicadas y también para conectar Centelles y Barcelona en horas punta

El proyecto obligará a interrumpir el servicio durante algo más de tres meses entre las estaciones de Mollet-Santa Rosa y Figaró. Sucederá entre el 12 de octubre, día de la Hispanidad, lo que generará no pocos comentarios jocosos, y la segunda quincena de enero de 2024. Durante este tiempo, los viajeros -se calcula que afecte a unos 12.000 usuarios al día- tendrán un servicio de bus alternativo. Esta afectación en el transporte ferroviario es la avanzadilla de un corte que será todavía más largo y que empezará en el verano de 2024.

La interrupción tendrá dos fases. A partir del 12 de octubre no habrá servicio entre los apeaderos de Mollet-Santa Rosa y Figaró, pero a partir de noviembre, los trenes que vengan de L'Hospitalet de Llobregat podrán llegar un poco más allá, hasta Parets del Vallès, manteniendo la interrupción hasta Figaró.

Durante la afectación, Renfe dispondrá de un bus alternativo entre las estaciones en barbecho entre las cinco de la mañana y las 01.15 horas de la madrugada. Los trenes que salgan de Barcelona mantendrán la frecuencia clásica de 30 minutos, que se asumirá también los fines de semana y festivos con un refuerzo de siete trenes por sentido en el tramo entre L'Hospitalet y Mollet (Parets a partir de noviembre).

También se crearán dos trayectos directos de autobús con final y origen en la Sagrera (Barcelona): uno partirá de La Garriga y el otro, de Centelles. Se ha elegido esta última y no Figaró, donde se produce el corte, porque hay más espacio y es más fácil la logística de entrada y salida de tanto vehículo de gran tamaño. Ambas líneas provisionales funcionarán de lunes a viernes durante las horas punta de la mañana y la tarde (6 a 9 horas y de 16 a 21 horas) y habrá autobuses cada media hora.

Todo esto alargará los tiempos de viaje, pero Renfe no se aventura a estimar cuánto más porque pasan a depender de las vicisitudes del tráfico por carretera. Lo que sí han avanzado es que el dispositivo se ha hecho "de manera que el transbordo sea rápido y ágil".

De la R3 a la R2

Los que prefieran seguir apostando por el tren de origen a final, pueden saltar a la R2 desde la R3 desde las estaciones de Mollet-Santa Rosa (Mollet Sant Fost está a 1,5 kilómetros), Parets del Vallès (parada de Montmeló a 2,9 km), Granollers-Canovelles (Granollers Centre a 2,3 kilómetros), Les Franqueses Vallès (estación homónima de la R2 a 1,7 km) y La Garriga (Granollers Centre de la R2, a 11 kilómetros).

La obra permitirá desdoblar 18 kilómetros de vías entre Parets del Vallès y La Garriga, una obra que debería estar terminada a finales de 2025 tras una inversión de 155 millones de euros. Xavier Flores, secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, ha compartido este viernes los detalles de un proyecto, el de desdoblar vías entre Montcada y Vic, iniciativa que ya aparecía en los planes directores de infraestructuras del siglo pasado. Si se cumplen los plazos, incluido el corte previsto para el verano de 2024, que será más largo que el que empieza el 12 de octubre, la doble vía entrará en funcionamiento entre estas estaciones a finales de 2025.

"No se trata simplemente de duplicar las vías, sino de una modernización integral del sistema", ha alegado Flores. Esto incluye la ampliación de los andenes de las estaciones afectadas (de 160 a 210 metros de longitud), la actualización de los enclavamientos (el sistema de control de señales, que pasa de geográfico a electrónico), instalación de ascensores en las estaciones o la eliminación de los cruces de andén al mismo nivel. Los 155 millones también darán para cubrir y construir la nueva estación de Parets del Vallès (prevista para finales de 2026), colocar pantallas acústicas e instalar un cerramiento de todo el trayecto.

Menos incidencias

El resto de tramos entre Montcada y Vic, informan fuentes del ministerio, se encuentran en distintas fases del proyecto. El hecho de pasar de una sola vía a dos permitirá, entre otras cosas, que los posibles problemas que tenga un tren no afecten de manera tan directa al resto de convoys de la línea, que circula con un servicio cada 30 minutos precisamente por el hecho de disponer de un carril, que solo se convierte en dos viales en determinadas -no todas- las estaciones de la R3.

Se ganará agilidad y algo de rapidez, pero la ampliación de la frecuencia solo se podrá abordar cuando se resuelva -o se decida- qué hacer entre Montcada y la entrada a Barcelona, que además sigue dependiendo de la capacidad de solo dos túneles ferroviarios (plaza de Catalunya y paseo de Gràcia), que están al borde del colapso.

Sobre el servicio alternativo de transporte por carretera, Daniel Pi, portavoz de la asociación Promoción del Transporte Público (PTP), reclama a Renfe "empezar a informar cuanto antes sobre los puntos exactos en los que estarán las paradas". "Nos preocupa sobre todo que el despliegue esté bien dimensionado y que haya la máxima coordinación entre el tren y el autobús para que los pasajeros noten las molestias lo menos posible".

Pi hace referencia a lo que está sucediendo estos días en Vilafranca del Penedés, una zona que está sufriendo mucho los efectos de las obras en la R4 a la altura de Castellbisbal. Explica que muchos habituales del tren, ante las estrecheces de Rodalies, se han querido pasar al autobús para venir a Barcelona. El problema, prosigue, es que las líneas regulares de bus, que dependen de la Generalitat, "no se han reforzado", lo que está generando largas esperas para poder entrar en uno de estos vehículos con destino a la gran ciudad.