Transporte público

"Imposible quedar tras las clases": usuarios de buses interurbanos reclaman más frecuencia de paso

Catalunya traza una red de buses interurbanos con menos empresas y con horarios más coordinados

El Govern muscula el bus interurbano a la espera del traspaso "total" de Rodalies

Estación del Nord

Estación del Nord / FRANCESC CASALS

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Decenas de autobuses unen a diario Barcelona con otros municipios de Catalunya, ya sea del área metropolitana o de comarcas más alejadas. Diferentes empresas son las encargadas de dar este servicio a ciudadanos que no tienen otra alternativa de transporte o que prefieren esta opción pública, más sostenible, al vehículo privado o a la no siempre fiable Rodalies. Las concesiones de esas empresas acaban en 2028 y la Generalitat ya está estudiando cómo rediseñar la red de autobusos interurbanos de Catalunya. En la Estació del Nord, los usuarios preguntados por EL PERIÓDICO sobre cómo ven el servicio de autobuses interurbanos y cómo les gustaría que fuera coinciden en señalar una cosa: la poca frecuencia de paso, que condiciona sus opciones de movilidad.

"No tengo mucha queja, excepto que hay poca frecuencia. Aquí solo pasan tres al día", explica Sergio González, vecino de Figueres y estudiante de máster en Barcelona. "Voy y vuelvo de Figueres una o dos veces a la semana. Prefiero ir en bus aunque a veces mis horarios no me lo permiten. Si no me cuadran, cojo el tren".

"No tengo coche. Si quiero ir a Les Planes la única opción es un bus que te cuesta 26 euros y sale cada cinco horas"

Paula Martín

— Estudiante

González tiene alternativa, pero vecinos de municipios más pequeños no tienen otra opción. "Trabajo los fines de semana y festivos en Barcelona y tengo que bajar el día anterior porque si no, no consigo conciliar los horarios de bus", se queja Paula Martín, una estudiante de Química que divide su tiempo entre Santa Coloma de Gramenet y el municipio de Les Planes d'Hostoles (Garrotxa).

"Le pediría al Govern que a la hora de planificar la oferta de autobuses pensara en toda la gente que no vive en Barcelona"

Pilar Llopis

"No tengo coche. Si quiero subir a Les Planes la única opción es un bus que te cuesta 26 euros. Lo mismo que se gasta mi hermana en gasolina en dos viajes. Además, si pierdes el bus, tienes que esperarte mucho rato porque no hay alternativa. Sale uno cada cinco horas", relata. Si tuviera coche, no se plantearía coger el autobús. "Sé que contamina más, pero los horarios son imposibles de cuadrar".

No hace falta irse a municipios tan lejanos para encontrar quejas. Marta Llopis, de 50 años y vecina de Cabrils (Maresme), va cada día a Barcelona por trabajo. "Me gustaría que hubiera más frecuencia de paso, buses más a menudo y horarios más amplios. También el fin de semana". "Cojo un bus a Barcelona, pero solo hay servicio de lunes a viernes", explica. "Los horarios no siempre cuadran. A primera hora de la mañana hay varios, y hasta las 09.00 pasa uno cada hora. Pero después nada hasta las 13.30 horas". Añade, además, que la última salida es muy pronto. El último tren que vuelve de Barcelona a Cabrils, es a las 20:45 horas.

"Imposible quedar con compañeros tras las clases. Salgo corriendo para coger el último bus"

Aina Vidal

— Estudiante

El día a día en Barcelona es difícil de conciliar con esos horarios, sobre todo para los estudiantes, que cuando acaban las clases de tarde, tienen que desplazarse rápidamente antes de perder el último bus. Quedar con sus compañeros a la salida es imposible. "Fastidia porque depende del día, si acabo tarde, tengo que ir corriendo para volver a casa", explica Aina Vidal, también vecina de Cabrils. "El horario de mi universidad tampoco ayuda, hay días que entro a primera hora y me tengo que levantar a las 06:30 h para coger el primer bus y otros días tengo que salir pitando para no perder el último".

"Las otras alternativas son ir andando hasta el pueblo vecino, Vilassar de Dalt, o coger otro bus a Vilassar de Mar y, allí, coger el tren", concuerdan las dos vecinas. "Pediría al Govern que piense en toda la gente que no vive en Barcelona, y en aquellos que viven en pueblos de montaña, como es el caso de muchos en el Maresme", añade Llopis. "Sobre todo donde no hay opción de Rodalies". Apuntan las dos otro hecho: el vacío aún mayor en fines de semana: el autobús que une Cabrils y Vilassar de Mar en sábados y festivos tiene sus últimas salidas a las 20.30 y a las 21.00.

Los precios también son motivo de queja. "Yo voy a Girona, Tossa de Mar y, hoy, a Toulouse (Francia). Todos bien, cumplen el horario", explica Carme Llibra. "Pero el de Tossa de Mar lo encuentro un poco caro, en proporción. Me cuesta solo 12 euros menos que ir y venir de Toulouse, que está mucho más lejos".

Más contentas están dos mujeres que esperan el bus para ir a Zaragoza. "Estoy muy contenta con la línea. Cojo este habitualmente para ir a ver a mis otros hijos, que están en Zaragoza y se desplaza muy bien, sin ningún problema", cuenta Gladis Díaz, jubilada de 64 años. A su lado, Celina Diez, también pensionista, concuerda con ella. "Estoy encantada con este bus, y con los conductores. Todo muy bien, para mí un 10".