Conflicto en Oriente Próximo
Rafael Vilasanjuan
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¡Adiós, Israel!

Israel somete y masacra a una población que no tiene ejército, sin distinguir entre enemigos de Hamas y población civil

Desplazados palestinos en la Franja de Gaza

Desplazados palestinos en la Franja de Gaza / Europa Press/Contacto/Omar Ashtawy

Un día como hoy hace 76 años, Israel celebraba la víspera de ser reconocido como Estado. La Organización de Naciones Unidas, reconoció no solo que los judíos debían tener una patria, también que el lugar era en palestina, la tierra prometida a Abraham en la Biblia. Desde el primer día Israel tuvo que defenderse. Los árabes de aquellas tierras percibieron la decisión como una desposesión y apelaron a sus hermanos musulmanes para atacarles. 

Sin el acuerdo de la ONU, Israel no hubiera sido nunca un Estado, sin el apoyo de occidente no hubiera podido subsistir. Por eso parece una broma que el embajador israelí en este organismo internacional, en una escena patética, haya triturado la Carta de Naciones Unidas ahora que ese mismo organismo ha decidido dar mayor relevancia – que no aún el estatus de país miembro- a Palestina. La historia se repite, entonces la ONU buscó proteger a los judíos, hoy mucho más tímidamente intenta evitar la aniquilación palestina ¿Porque aceptar que la legitimidad de unos es superior a la de otros? 

Los Palestinos llevan medio siglo luchando, no porque sean terroristas, no porque defiendan intereses lejanos, lo hacen por defender lo poco que les queda de territorio: una pequeña franja asediada en Gaza y enclaves dispersos por toda Cisjordania. La convivencia parece imposible. Israel no ha hecho nada por integrarse y ahora clama venganza por los ataques -terroristas, sí- de sus ocupados. Somete y masacra a una población que no tiene ejército, sin distinguir entre enemigos de Hamás y población civil. Un tercio de las víctimas de esta guerra son menores y otro tercio civiles sin capacidad de defenderse. Israel gana la guerra, pero pierde el relato, especialmente en occidente, su principal aliado, donde nuestros jóvenes acampan en protesta por una invasión que ven tan injusta como el genocidio nazi sobre los judíos. Y ahí es donde empieza a perder Israel. La guerra no solo se gana en el frente aquí, en la retaguardia de nuestra opinión pública, empiezan a verse muchos pañuelos de adiós.

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