El verano cierra con récord de noches tropicales y el doble de noches tórridas que en 2022

Catalunya cierra un verano con el doble de noches tórridas de las registradas en 2022. El año pasado se superaron los 25 grados en 98 noches entre el 21 de junio y el 21 de septiembre, mientras que este año han sido 206. La red de estaciones automáticas del Meteocat registró 20 grados en más de 60 noches en Barcelona. Ocurrió lo mismo en las comarcas del Ebro, la Costa Daurada o Portbou, por ejemplo.

Un total de 109 de las 184 estaciones con datos disponibles han marcado más de 20 grados, algo que jamás había ocurrido. Durante los tres meses de verano, se han observado más noches tórridas que en ningún otro año. Y hay que tener en cuenta que 2022 ya había sido un año de récord. En la ciudad de Barcelona, una de cada tres noches de verano ha sido tórrida, la cifra más alta de Catalunya con diferencia.

El término 'noche tropical' se utiliza para describir todas aquellas noches donde se registran temperaturas por encima de los 20 grados centígrados. Según apunta un análisis de la Agencia Estatal de Meteorología, en varias ciudades españolas el número de noches tropicales se ha cuadriplicado en los últimos tres cuartos de siglo. Esto se debe, por un lado, al avance de la crisis climática y al calentamiento global y, por otro lado, a causas antropogénicas como el aumento del efecto 'isla de calor' de las grandes ciudades. En estos momentos, en ciudades como Barcelona prácticamente todas las noches de verano entran dentro de este umbral.

Las 'noches tórridas' o 'noches ecuatoriales' son, desde un punto de vista meteorológico, aquellas donde las temperaturas están por encima de los 25 grados centígrados. En Barcelona, por ejemplo, antes de 2003 no se había registrado ninguna noche con estas temperaturas y, desde entonces, ya se han observado más de 40 que encajan en este umbral.

Riesgos para la salud

Los médicos advierten de que cuando los termómetros superan esta cifra también se produce un aumento de los trastornos del sueño así como los casos de insomnio. Asimismo, aumenta la irritabilidad, el estrés y el malestar emocional en la población general, así como un aumento de los ingresos psiquiátricos en pacientes con trastornos previos.

El aumento global de las temperaturas no solo ha disparado los termómetros diurnos. Según apuntan los registros, el avance de la crisis climática está haciendo que las noches sean cada vez más cálidas en España. Aunque este fenómeno se da durante todo el año es en verano cuando, debido a las altas temperaturas típicas de esta estación, el calor se potencia aún más y alcanza cifras extremas en plena noche.