Mirta Lojo, experta en educación sexual: "Los niños que desnudan con IA se sienten legitimados para agredir"

Mirta Lojo, psicopedagoga y experta en educación sexual, analiza en esta entrevista por qué los niños y jóvenes siguen reproduciendo los patrones machistas. Qué les lleva, por ejemplo, a difundir imágenes de sus compañeras de instituto desnudas, como ha pasado en Almendralejo (Badajoz), o a compartir vídeos de contenido sexual de una menor sin permiso, como han realizado varios canteranos del Real Madrid.

"Es importante que en las intervenciones en las escuelas se desculpabilice de las agresiones a los jóvenes en general"

¿Qué connota que haya un grupo de niños que han utilizado la inteligencia artificial para desnudar a sus compañeras de clase?

Demuestra el marco social en el que vivimos. Por un lado, hay un aprendizaje sobre la tecnología pero no se educa sobre las posibilidades y límites de su uso. Es poner en manos de criaturas y adolescentes instrumentos y medios de una extraordinaria potencia, sin el necesario acompañamiento.

Por otro lado, se trata estas agresiones como si todo funcionara razonablemente bien y estos comportamientos fueran la anomalía. Cuando la realidad es que estos episodios graves son justamente un indicador de los mecanismos de desigualdad que operan. Estos adolescentes se sienten legitimados para agredir a sus compañeras por el machismo estructural. Son, como dice el movimiento feminista, los hijos sanos del patriacardo, sanos porque se piensa que estos agresores son enfermos y no, están sanos pero responden a la construcción patriarcal de la identidad. Afortunadamente los protagonistas de estos hechos no representan a la totalidad.

¿Por qué los jóvenes siguen reproduciendo patrones machistas después de años de campañas y acciones en pro de la igualdad?

Si ponemos en el plato de una balanza algunas campañas institucionales y las intervenciones puntuales en los centros educativos y, en el otro, el adoctrinamiento de las criaturas desde el nacimiento en estereotipos de género y una cultura hegemónica patriarcal que domina todas las esferas sociales, está claro que hay un desequilibrio extremo. Los tímidos intentos de cambio por parte de las instituciones y los centros educativos se quedan en puro maquillaje, no hay acciones de fondo con capacidad de transformación.

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¿Por qué cala más en los jóvenes los discursos negacionistas? ¿Por qué sienten que el feminismo les culpabiliza?

Cuando son cuestionados los privilegios de determinados grupos sociales, la reacción general de quien forma parte del grupo es negar la desigualdad. Y dicen que la mejor defensa es un buen ataque, así que, si desde los feminismos, se genera una crítica profunda al orden social patriarcal, los individuos del grupo que está en una posición de poder niegan y atacan a quien cuestiona. Vivimos un momento en el que una gran mayoría de mujeres rompe el silencio y denuncia las agresiones machistas, constantes, de diferente intensidad y a toda hora.

Por eso es importante que en las intervenciones en los centros educativos se desculpabilice de las agresiones a los jóvenes en general. Ninguna chica, como ninguna mujer adulta, se siente cómoda con la imagen de víctima, que es desempoderante, ni ningún chico se siente a gusto con la imagen de agresor, que es inmovilista. Se debe insistir en el hecho de que hemos heredado esta cultura y esta forma de relacionarnos pero que está en nuestras manos la posibilidad de cambiarla.

Las campañas e intervenciones puntuales en los centros educativos se quedan en puro maquillaje, no hay acciones de fondo

Aunque ahora películas y series muestran patrones diferentes, ¿sigue teniendo influencia el mito del amor romántico?

Aunque hay una tímida evolución, la mayoría de películas, series, videojuegos y la publicidad siguen manteniendo y alimentando los patrones estereotipados de género y la permanencia del mito del amor romántico. A veces, aparecen maquillados pero siguen estando presentes.

¿Y qué influencia tiene el consumo del porno?

Si toda la información que se recibe sobre sexualidad en la infancia y en la adolescencia es la pornografía violenta y misógina, el imaginario respecto a las relaciones sexuales queda totalmente sesgado por el eje de dominio y sumisión. Que la educación sexual de las generaciones jóvenes está mediatizada por el porno cuestiona profundamente la responsabilidad de las generaciones adultas.

Que la educación sexual de las generaciones jóvenes está mediatizada por el porno cuestiona profundamente la responsabilidad de las generaciones adultas

¿Prohibiría el acceso a los menores al porno?

En general no soy partidaria de prohibir, sobre todo porque me parece poco productivo. Es mucho más interesante educar en el pensamiento crítico y acompañar afectivamente chicas y chicos en su desarrollo. Ahora bien, la prohibición es mucho más fácil y rápida y da la impresión que el riesgo ya está controlado. La educación requiere tiempo, recursos, conocimiento y es menos espectacular.

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Ya se ha logrado que la educación sexual esté en la ley, que obliga a que sea un contenido transversal, pero… ¿cómo ha de llevarse a la práctica para evitar ese efecto rebote en los chicos?

En primer término, la educación sexual ha de ser transversal, es decir ha de estar presente en todas las áreas de aprendizaje, formal e informal, y se ha de llevar a término desde los 0 años hasta la edad adulta. En la ley se habla de transversalidad pero en la vida real no se está aplicando como un eje organizador del currículo y si se trata como un anexo, es dejarlo en la marginación. Además, las intervenciones puntuales pueden llegar a tener un efecto perverso, dado que se puede dar por tratado el tema, mientras que la inercia machista sigue gobernando el día a día. Las implicaciones de la intervención sin un seguimiento adecuado pueden comportar riesgos, es abrir la caja de los truenos y marchar.

¿Cuáles son las principales resistencias a que la educación sexual se convierta en una realidad?

Es tan grande el potencial de la educación afectivo sexual y tan profundas sus implicaciones que los poderes fácticos dominantes, las fuerzas conservadoras, obstaculizan y frenan su desarrollo. Temen la pérdida de sus privilegios y se excusan en creencias religiosas fundamentalistas o los derechos familiares, para invalidar todo lo que temen, incluso tergiversando la educación sexual con eslóganes del tipo ‘se enseña a los niños a masturbarse’.

Una educación sexual bien planificada, con una formación del profesorado y de todas las instancias educativas adecuada, con talleres para las familias, con un acompañamiento que vaya más allá del o de la gobernante de turno, durante todo el período de crecimiento puede promover un cambio significativo.

¿Llegará algún día en que la coeducación sea integral, vertebral y completa?

Sí, yo lucho por eso y no pierdo la esperanza.