La policía tailandesa cierra el caso y acusará a Daniel Sancho de asesinato premeditado

Laa policía tailandesa han dado por cerrada la investigación del asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta a manos del cocinero español Daniel Sancho. Según las autoridades locales, existen pruebas suficientes para acusar al joven de asesinato premeditado, aunque aún quedan detalles por aclarar, como la relación que existía entre ambos y el móvil del crimen.

Semana clave en el caso Daniel Sancho: las fechas decisivas

Precisamente, Sancho gastó casi 40 euros en objetos de limpieza y un cuchillo de carnicero en la víspera de la llegada de Edwin Arrieta. La factura, a la que EL PERIÓDICO DE CATALUNYA ha tenido acceso, revela que compró un cuchillo con una hoja de 34 centímetros de largo y 9 de ancho, tres paquetes de bolsas de basura, dos paquetes de guantes de plástico, un paquete de bolsas de asas, dos paquetes de esponjas metálicas, tres paquetes de papel transparente para embalar y tres paquetes de gomas para atar, entre otros productos.

Semana clave

El pasado sábado 5 de agosto salió a la luz uno de los crímenes más truculentos de los últimos meses: Daniel Sancho, el hijo de 29 años del famoso actor Rodolfo Sancho confesó haber asesinado y descuartizado al cirujano plástico Edwin Arrieta en la isla de Koh Phangan, al sur de Tailandia. Al día siguiente volvió a autoinculparse. "Soy culpable. Pero me obligó a hacer cosas que nunca hubiera hecho", manifestó el joven.

El lunes entró en prisión provisional y la policía sostiene que tiene pruebas suficientes para acusarle de asesinato premeditado, un delito castigado con pena de muerte.

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Sancho abandonará el módulo hospitalario el próximo jueves 17 de agosto, avanza la revista 'Semana'. El hijo de Rodolfo Sancho cumplirá así con los diez días de aislamiento por protocolo anti-covid y comenzaría a convivir con otros reos en una celda. Sin embargo, previsiblemente no será así. Las autoridades tailandesas han determinado que el joven permanezca aislado en el módulo en el que se encuentra ahora mismo por riesgo de suicidio o agresión por parte de otros presos.

Esta semana es clave, puesto que comienza la cuenta atrás para el juicio que tendrá que celebrarse en un plazo máximo de 84 días, según se especifica en las leyes del país.