Educación

Catalunya lleva una década estancada en los (casi) 1.000 barracones escolares

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A1-171961797.jpg / JOAN CORTADELLAS

Helena López

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Pese a que en comparecencia parlamentaria el pasado mes de noviembre el 'conseller' de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, aseguraba que "por primera vez en 15 años, el sistema educativo catalán ha bajado de los mil módulos prefabricados", la realidad es que están en 975 (506 en primaria y 469 en secundaria) que corresponden a 411 centros educativos. Menos de mil, cierto; aunque también estaban por debajo de ese umbral, aunque prácticamente rozándolo, en el curso 2015-2016 (cuando eran 995) o en el 2012-2013, cuando había 997, siempre según cifras de propio Departament. Lo que significa que, barracón arriba, barracón abajo [en el 2020-2021 hubo un pico de 1.046, por la urgencia de espacios provocada por la pandemia], la situación está prácticamente estancada; algo que, a ojos de Belén Tascón, presidenta de la asociación de familias Affac, no es casual. "Eso les permite jugar con la oferta y la demanda y afrontar los picos y las bajadas de natalidad sin consolidar proyectos, moviendo un barracón de aquí a allá", critica.

Educació tiene un plan de retirada, pero admite que un 30% "siempre estarán ahí" para atender cambios demográficos

Desde la 'conselleria' insisten en que su voluntad es "disminuir progresivamente" el número de módulos provisionales y para ello, dicen, cuentan con un "plan para la retirada". Admiten, sin embargo, que de este millar de barracones, hay un 30% que son estructurales, "los 300 que siempre estarán ahí para responder a los movimientos demográficos", indican fuentes del Departament (explicación que coincide, en parte, con la denuncia de Tascón).

El otro 70%, según la misma 'conselleria', "desaparecerá cuando se construyan los edificios definitivos". Otra cuestión, para desespero de los alumnos y docentes que los habitan, es cuándo se dará ese paso.

Escuelas como la Paco Candel, en L'Hospitalet, o el Institut Escola La Tordera, en Santa Maria de Palautordera, llevan más de 10 años esperando la construcción del edificio definitivo

El último Programa de Encargos de Actuaciones (PEA), aprobado por el Govern de la Generalitat en octubre de 2022 incluía una inversión de 98 millones en la construcción de 21 centros que permitirá, cuando se ejecute -de momento en algunos casos están todavía en la fase del proceso participativo sobre cómo imaginan la futura escuela- retirar 41 módulos. Quedarán todavía -y para que esos futuros edificios sean una realidad faltan años- otros 934, muchos de los cuales todavía no tienen presupuesto ni calendario y rezan para entrar en el próximo PEA.

En lo que va de 2023, Educació ha inaugurado, y con ello eliminado barracones, nuevos edificios en la escuela El Pla del Puig de Sant Fruitós de Bages (llevaba desde el curso 2007-2008 en módulos), la Ernest Lluch de L'Hospitalet de Llobregat (en módulos desde 2011) o La Serreta de Santpedor (esperaba desde 2007). Y ha colocado las primeras piedras del Instituto Escuela Miquel Martí i Pol de Lliçà d'Amunt, del instituto Els Roures de Dosrius o de la escuela L'Àlber de Albesa.

El Govern tiene una partida de 98 millones para construir 21 nuevos centros

"Los módulos de los últimos tiempos son equipamientos educativos que las escuelas siempre nos dicen 'no nos los retiréis; no nos los retiréis', cuando los tenemos que retirar, porque se encuentran muy bien ellos”, argumentaba en la misma comparecencia parlamentaria de noviembre el 'conseller' Cambray para estupefacción de las familias que llevan años luchando por el edificio definitivo del colegio de sus hijos. Años que, en algunos casos, suman más de una década, como es el caso de la escuela Paco Candel de L'Hospitalet de Llobregat, del edificio de la ESO del Institut Escola La Tordera de Santa Maria de Palautordera (Vallès Oriental) o el de la escuela Montigalà, en Badalona.

Estos 975 módulos representan un total de 411 centros total o parcialmente en barracones (en algunos casos, sobre todo en el de los institutos escuela de nueva creación, el edificio de primaria está construido, pero la ampliación a instituto, es decir, las aulas de la ESO, están en barracones 'provisionales', en ocasiones 'robando' metros cuadrados al patio de sus 'hermanos' pequeños).

"El edificio debería haber estar terminado este curso y aún estamos en la fase cero", denuncian desde el afa del instituto escuela 30 Passos de Barcelona

Uno de esos 411 centros es el instituto escuela 30 Passos de Barcelona, nacido en el año 2016, con lo que ya llevan siete años en barracones. Según la planificación inicial de la Administración -con la que contaban las primeras familias que confiaron en el centro-, el edificio definitivo tenía que estar inaugurado este curso 22-23. No solo no lo está, sino que todavía no han salido los pliegues para la licitación. "Estamos en la fase cero", asegura Raquel Bonell, miembro de la junta del afa del centro, uno de los 21 que aparecen en el PEA de octubre de 2022, dato relevante, ya que divide a los centros en barracones. Los que están en el PEA como mínimo saben que su construcción está en el horizonte, que, si nada de tuerce, hay una partida presupuestaria reservada para levantar su edificio.

El caso del 30 Passos -hoy por hoy formado por seis módulos, agrupados en dos bloques de tres módulos cada uno, uno encima de otro- empezó con Infantil 3 y ya van por cuarto de primaria. "El impacto de esa eterna provisionalidad se percibe en muchos detalles. Por ejemplo, no tenemos cocina. Tenemos que tirar de catering; y, al principio, no teníamos ni comedor; los niños comían en las aulas", explica Bonell, que subraya que no se trata de un problema solo del 30 Passos, sino que es un problema estructural (tampoco es casualidad que otros centros en una situación muy similar hayan copiado su eslogan 'No es tan difícil, volem l'edifici').

"El problema es la mala gestión", añade esta miembro de la junta del afa del 30 Passos, entidad que ha exigido al Consorcio de Educación de Barcelona un plan de acción con medidas de protección de la salud de los niños durante el proceso de obras, que se harán en el mismo espacio, en paralelo a las clases, con todo el trasiego que eso supone. "Los impactos en salud no serán visibles al día siguiente, pero hay que tenerlo en cuenta", prosigue Bonell. Si nada falla -han fallado ya tantas cosas que en este cole ya no se se fían de nada- la nueva fecha prevista para el edificio es 2027-2028.

Reserva de espacio para la FP

Uno de los motivos dados por la 'conselleria' de Educación para explicar la lentísima disminución del número de los barracones en Catalunya es, en el caso de los módulos en institutos que ya se han construido, por la necesidad de espacios para incrementar la oferta pública de la Formación Profesional (FP). "No retiramos módulos en los institutos en los que hemos de poder crecer también en oferta de FP, no porque la FP se vaya a hacer en módulos, en los módulos se hace la ESO, sino para disponer de espacios, ya que una de las dificultades de crecimiento de la FP es no disponer de suficientes espacios", afirmaba en noviembre el 'conseller' Josep Gonzàlez-Cambray.

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