Desigualdad

"¿Sabes qué me gusta de este cole, mami? Que los niños no me pegan": la lucha de Mariana por sacar adelante a su hija

Pese a cargar con una mochila muy pesada, esta madre batalla a diario para que su pequeña, ahora en sexto de primaria, tenga el mejor futuro posible

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A1-166625506.jpg / JOAN CORTADELLAS

Helena López

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En la historia de esta mujer valiente se entremezclan muchos de los grandes temas que han marcado la peor parte de la historia reciente. Violencia inmobiliaria, alquileres imposibles, desahucios desencadenados por el 'crash' provocado por la crisis sanitaria y social de marzo del 2020, la crianza en soledad... "Miro atrás ahora y no sé si podría volver a pasar por todo aquello", explica Mariana, madre de tres hijos, aunque ahora centrada en la pequeña [los dos mayores son ya independientes].

El acceso a actividades extraescolares, facilitadas por entidades sociales, impulsa la equidad

"Tiro hacia adelante por ella, por procurar que tenga el mejor futuro posible. Lo único que me interesa es que esté bien y que tenga oportunidades", afirma desde una sala de la histórica Fundación Gavina, en el barrio del Raval, en Barcelona, donde esta mujer de origen rumano lleva 22 años viviendo.

Este último mes ha sido especialmente intenso: estuvo muy comprometida con las actividades de la fundación para el Día Internacional de la Mujer -es una mujer generosa y agradecida, y se implica con aquellos con los que le han ayudado, que no son pocos- y también ha vivido el nerviosismo del proceso de puertas abiertas y preinscripción para el instituto de su hija, Brenda, que en septiembre empezará primero de ESO. 

Cambio de ciclo

La niña lo pasó muy mal hasta llegar al colegio en el que estudia ahora y tener que cambiar "ahora que está tan bien" es un trago, pero el centro no tiene secundaria y es lo que toca.

"Tras sacarla de la anterior escuela porque veía que la niña no estaba bien, además de que no sabía leer; me rompí cuando un día, al volver a casa, me dijo: '¿Sabes lo que me gusta del colegio nuevo, mami? Que no me pegan'. Hasta ese momento no me había dicho nada de eso; yo notaba que algo le pasaba con los compañeros, pero no me enteré hasta entonces", relata la mujer, sentada junto a Mireia, la terapeuta de Eduvic que la acompaña a través del programa CaixaProinfancia en coordinación con el Casal dels Infants, al que la mujer también está muy vinculada.

El confinamiento como inflexión

Están juntas desde el confinamiento, cuando Mariana se derrumbó y pidió ayuda. Se tuvo que confinar con su ex, con quien compartía techo pese a no ser pareja desde que la cría era muy pequeña. Su situación económica y los precios de los alquileres hacían inviable cualquier otra opción.

"El confinamiento me sobrepasó. Yo tenía que encargarme de hacer los deberes con la niña, de hacerle de maestra, y veía que ella no iba bien; tenía que encargarme de la comida, de salir a comprar, lo tenía que llevar todo yo, y encima encerrados juntos", recuerda.

Un lavabo para nueve

Cuando salieron de aquel piso -obligados, tras no poder pagar el alquiler algunos meses durante el confinamiento-, fue a parar con su niña al piso de una amiga, compartido con otras siete personas. "Teníamos que hacer cola en el baño por la mañana, pero yo tenía claro que mi hija debía ir limpia y arreglada al colegio; ella no tenía que sufrir por lo que estamos pasando", recuerda Mariana, quien desde que la niña era muy pequeña la ha vinculado a todos los recursos que tenía al alcance: del Casal dels Infants a la Fundació Gavina, donde la pequeña Brenda ha hecho refuerzo escolar -y muchas otras actividades- desde infantil. Entidades que luchan contra la pobreza infantil y, sobre todo, contra la doblemente injusta pobreza heredada.

Las actividades extraescolares y de refuerzo escolar ofrecidas en los centros abiertos de entidades como la Fundación Gavina o el Casal dels Infants son un imprescindible escudo para intentar coser---, o como mínimo evitar que se haga más grande, la brecha generada por la desigualdad social.

Todos los estudios indican que el entorno familiar y las extraescolares influyen en el futuro de los estudiantes. "Una cosa que cada vez veo más es que casi influye más el capital cultural de las familias que lo que puedas hacer en el aula. En clase a lo mejor todos hacen lo mismo, pero cuando se van a casa unos tendrán a un padre que es doctor en Química y les ayudará a hacer los deberes y otros estarán solos o tendrán a unos padres chillándose", decía hace unos días en una entrevista en este diario el profesor Dani Cortijo.

Según datos de la Fundación La Caixa, el 76% de los participantes del programa CaixaProinfància mejoran el rendimiento escolar y el 65,6% "avanzan en la adquisición y el desarrollo de competencias: comunicación y lenguaje, lógicomatemáticas y sociales". "También para las familias supone una evolución: en el 78% de los casos aumenta el seguimiento de las tareas, la asistencia, la implicación y la participación de los padres y madres en el colegio". Del total de unidades familiares atendidas, un 49 % son monoparentales, como el caso de Mariana.

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