Igualdad en las aulas

Catalunya introduce la salud sexual de las mujeres en la escuela: talleres de educación menstrual a 85.000 adolescentes

Todos los alumnos catalanes de tercero de ESO, chicos y chicas, reciben formación sobre la regla

Las estudiantes recibirán también un kit de productos menstruales reutilizables

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A1-166560555.JPG / ELISENDA PONS

Helena López

Helena López

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Un colorido mosaico formado por 45 dibujos de vulvas distintas se proyecta en una pantalla grande de un aula de tercero de ESO de un instituto público de Terrassa una gélida mañana de febrero. El "distintas" es el concepto a retener. Con más pelo, con menos, con labios grandes, con labios pequeños, con labios desiguales... "¿Cuál creéis que es la correcta?", pregunta una de las dos comadronas que dirigen el taller. "Todas son correctas", responde todavía con timidez una alumna para satisfacción de las talleristas. "¡Exacto! Todas son correctas y todas son normales. La normalidad es muy amplia; no todos los cuerpos son como los de Youtube". Esta frase -la normalidad es muy amplia- será otra de las más repetidas durante las próximas casi dos horas de taller y uno de los mensajes con los que los chavales se quedarán. Es tan "normal" que te venga la regla a los 10 años como a los 16; que te dure dos días como siete...

El montaje de vulvas –creación de Vulva Gallery- es una de las primeras y más bellas infografías de la presentación de ‘La meva regla, les meves regles’, proyecto impulsado por las ‘conselleries’ de Feminismes, Educació, Salut, Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural que, tras la prueba piloto el último trimestre del curso pasado, llega este curso a los 1.120 centros públicos y concertados que imparten tercero de ESO en Catalunya. Un intenso taller que, en el caso de este grupo del instituto Egara de Terrassa, llevan de forma magistral las comadronas del ASSIR Mútua Terrassa Carme Monge y Marta Jiménez.

Trabajar la empatía

No es fácil captar la atención de un grupo de adolescentes un lunes (este especialmente, que ha nevado en el Vallès Occidental) y todavía menos después de subir del patio, y Marta y Carme lo logran hablando a los jóvenes con cercanía y usando con naturalidad expresiones que hasta hace poco sonaban aún forzadas para la mayoría, como referirse indistintamente a las chicas o las personas que menstrúan.

Una comadrona normalizando ante un aula de tercero de ESO la diversidad de vulvas existente.

Una comadrona normalizando ante un aula de tercero de ESO la diversidad de vulvas existente. / ELISENDA PONS

Una de las características importantes de ‘La meva regla, les meves regles’ es que un taller dirigido a todo el alumnado -los 85.000 chavales que cursan tercero de ESO-, chicos y chicas, ya que uno de los objetivos es trabajar la empatía. Acabar con el persistente tabú de la regla es una ardua tarea para la que se necesita a toda la comunidad.

"No me había puesto nunca en la piel de cómo se siente alguien que tiene la regla", dice un chico 

Llama la atención –o quizá no- que, pese a tratarse de un tema tan extremadamente feminizado, los que más levantan la mano son ellos. Quizá porque ellos no tienen vergüenza a ser señalados si preguntan según qué como podría pasarle a ellas pese a encabezar su intervención con un 'una amiga me ha contado que'. Quizá porque están acostumbrados a ocupar siempre la centralidad, sea el tema que sea.

Pero la centralidad durante esta hora y media, aquí, –como en las sucesivas semanas irá pasando en todos los centros de secundaria catalanes- la tienen ellas. Su cuerpo. Su salud sexual. Sus preocupaciones. Aunque estén más calladas –no todas- basta con mirarlas a los ojos para ver que están interesadas, que se sienten interpeladas y que se queden con mensajes como el de 'no es normal que te duela mucho la regla'. "Si te pasa, ven a vernos", es otra de las ideas que Marta y Carme repiten a las chicas, junto al horario en el que ambas están a su disposición en el CAP del barrio.

Cuidarse y cuidar el planeta

Otra de las proyecciones que impacta en los jóvenes es la que pone sobre la mesa que Catalunya genera 9.000 toneladas de residuos menstruales al año. "Un paquete de compresas contiene la cantidad de plástico equivalente a cinco bolsas de la compra", apunta Marta. ¿Se puede hacer algo ara evitarlo? Carme y Marta explican y muestran las alternativas sin criminalizar, insistiendo en que las chicas –o las personas menstruantes- son las que tienen que decidir con qué están más cómodas, pero ellas están allí para ofrecerles toda la información.

Si nada hubiera fallado, el taller iría acompañado de la entrega a cada una de un neceser con el eslogan de la campaña ‘La meva regla, les meves regles’, y con una copa menstrual, unas braguitas absorbentes y una compresa reutilizable. De momento aún no han llegado –llegarán en abril, calculan, y cuando eso ocurra, se les entregarán los kits- pero tienen uno de ejemplo que van pasando entre las mesas. Todos se interesan y lo manipulan

Las comadronas explican con naturalidad y detalle cómo se pone, cómo se quita, cómo se lava y cuánto vale una copa menstrual: unos 30 euros.

-¿Qué os parece, barato o caro?

-Caro.

-¿Sabéis que se calcula que una mujer gasta unos 125 euros al año en productos de higiene menstrual? La copa cuesta 30 euros y tiene una vida útil de unos cinco años. ¿Hacemos cálculos?

Al terminar el taller, con toda la información sobre la mesa -desde que el sangrado de una regla equivale a un vaso de cortado hasta que existe el sangrado libre (las mujeres que optan por no usar ningún tipo de producto de higiene menstrual)- toca la reflexión. "No me había puesto nunca en la piel de cómo se siente alguien que tiene la regla", dice un chico. "Todavía desconocemos mucho nuestro cuerpo", concluye una compañera.

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