Educación

Jornadas de puertas abiertas: Cómo elegir el mejor cole para tu hijo

Pedagogos, divulgadores y familias resumen los criterios fundamentales que deben guiar la búsqueda de centro educativo

Una madre acompaña a su hija el primer día de colegio, el pasado septiembre.

Una madre acompaña a su hija el primer día de colegio, el pasado septiembre. / José Luis Roca

Olga Pereda

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La elección del centro educativo en los que matricular a los hijos e hijas genera un considerable quebradero de cabeza. Los colegios empiezan estos días a organizar las jornadas de puertas de cara a la preinscripción para el curso 23-24 y a muchos padres y madres les roba el sueño decidir qué opción será mejor. Partiendo de la base de que el colegio ideal no existe, lo que sí hay son varias señales que, a priori, confirman que estamos haciendo una buena elección. Pedagogos, divulgadores y madres de alumnos nos lo aclaran en seis pautas. Lo primero que hay que tener claro es que la decisión es importante, pero tampoco vital. Si un cole no funciona con tu hijo, siempre habrá más opciones.

No te fíes de los rankings

Muchos medios publican listas comparativas de colegios y los padres acuden a ellas como si fuera un oráculo. Lamentamos decirte que no son fiables. Así lo asegura el pedagogo y filósofo <strong>Gregorio Luri</strong>, que destaca que esas listas se limitan a valorar resultados globales aunque lo que, de verdad, tendrían que tener en cuenta es la evolución de los conocimientos desde que el alumno entra hasta que sale. Tirando de ironía, Luri añade que muchos centros que aparecen en los rankings lo están por tener “un método guay” de enseñanza, que, sin embargo, no vale gran cosa o no tiene evidencia científica que lo respalde. “Hay que replantearse todo lo que tiene que ver con la innovación educativa”, aclara el profesor. También se muestra muy contraria a los rankings María Capellán, presidenta de Ceapa (Confederación de asociaciones de padres y madres del alumnado). “No te fíes jamás de esos listados”, avisa. Y añade: “Es mucho mejor el boca-oreja con otras familias o, mejor todavía, la visita al centro en un día de puertas abiertas”.

La proximidad es fundamental

Uno de los criterios fundamentales que tiene que guiar la búsqueda de cole es la cercanía al domicilio familiar. Es lo que permitirá, explica el pedagogo Luri, que tu hijo se relacione en el barrio con los amigos del cole. Y lo que es más importante: podrá ir andando desde casa en lugar de realizar largos trayectos en bus. “Es mucho mejor que ese tiempo se lo pasen durmiendo, que es lo que más necesitan”, añade el autor del ensayo 'La escuela no es un parque de atracciones'. "Los colegios no son islas, están ubicados en un barrio. Y la vida de barrio es también importante para la socialización de la infancia y la juventud”, recalca Mari Carmen Morillas, responsable de la Federación Giner de los Ríos. La cercanía del colegio, además, hace que la vida de padres y madres sea bastante más fácil de cara a la conciliación laboral y familiar. Que las familias del cole vivan en tu mismo barrio permite desplegar la necesaria red de apoyo, por ejemplo, cuando algún progenitor no llega a tiempo de recoger a su hijo.

¿Público o concertado?

Tanto la representante de la Ceapa como de la Federación Giner del Ríos destacan la importancia de matricular a los hijos en las escuelas públicas, donde está garantizada la inclusión, la coeducación, la igualdad y la diversidad. Luri, sin embargo, matiza que esta es una decisión personal de cada familia que depende muchas cosas (incluida su capacidad económica) pero que la titularidad de un centro no supone una garantía completa. “Hay escuelas concertadas buenas y no tan buenas. Y colegios públicos buenos y no tan buenos”, concluye. "Lo más importante -matiza el pedagogo- es que tengas la impresión de que estás dejando a tu hijo en buenas manos".

Asiste a las jornadas de puertas abiertas

En las próximas semanas, todos los centros organizarán jornadas de puertas abiertas para que las familias se acerquen y vean tanto las instalaciones como su proyecto educativo y puedan hablar con los responsables de cada departamento. Una buena señal, apunta Morillas, es que el colegio fomente la participación de las familias. Todos los progenitores deben tener claro que el colegio ideal no existe. Entre otras cosas, recuerda el pedagogo Luri, porque cuando tu hijo tiene 6 años todo te puede parecer estupendo y, sin embargo, no estás tan contento con el centro cuando llegue a la ESO. Además, el secreto de una buena educación no está tanto en el colegio en general, sino en sus profesores en particular. Tener buenos maestros es, entre otras cosas, la clave del éxito educativo. El pedagogo Luri destaca también que hay conocimientos para los que son fundamentales una ayuda extra porque el cole no llega. Por ejemplo, la comprensión lectora o el inglés.

Servicios: permanencias y comedor

Los expertos recomiendan no fijarse tanto en la presunta innovación educativa del centro sino en sus servicios. Si la conciliación laboral y familiar de los padres es complicada, lo mejor es que el colegio disponga de servicios de desayuno para los más madrugadores, hasta comedor y extraescolares y permanencias una vez terminada la jornada escolar. Respecto al comedor, lamentablemente, muchos carecen de cocina propia y siguen tirando de cátering. No es una buena noticia porque la comida (de proximidad y de temporada) debe formar parte del proyecto educativo, como sí sucede en Catalunya y Galicia. En otros, sin embargo, las cantinas están en <strong>manos de grandes empresas de cátering</strong>, algo que lleva un tiempo denunciado la organización no gubernamenta Justicia Alimentaria, asociación que promueve un cambio en el sistema agroalimentario.

Activa tu radar antisectas

Luis Santamaría, uno de los mayores expertos en sectas de España, invita a los padres y las madres a ser escépticos con algunos proyectos educativos que se autodenominan alternativos y que, en el fondo, esconden una base sectaria. Hay centros, por ejemplo, que aplican una doctrina peligrosa basada en la antroposofía y las revelaciones que tuvo Rudolf Steiner. El discurso antivacunas -o, en su día, antimascarilla- debería hacer saltar las alarmas de los progenitores. “Hay escuelas cuyos alumnos y alumnas no aprenden a leer y escribir hasta los 7 años. Hasta entonces solo hay cuentos y fantasía. Es la doctrina antroposófica. Quien sabiendo eso quiera llevar allí a sus hijos, adelante. Pero el día de mañana serán personas más vulnerables a los discursos mágicos, esotéricos y pseudocientíficos”, alerta Santamaría, que añade que, en ocasiones, "las escuelas Waldorf sirven como plataforma de captación directa para la sociedad antroposófica". Además, otras corrientes supuestamente innovadoras en lo pedagógico pueden servir para introducir el pensamiento esotérico en el ámbito escolar. Según Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), "cada vez hay más casos en los que algunas propuestas pseudoterapéuticas se cuelan en los colegios e institutos, como las constelaciones familiares o la terapia Gestalt, ambas muy preocupantes y dañinas".

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