Solidaridad desde Catalunya

Sor Lucía Caram quiere construir un hospital de campaña en Ucrania

El proyecto costará dos millones de euros y la idea es que esté listo en dos meses

Sor Lucía y Verónica Ilina miran en el móvil las últimas noticias sobre la guerra de Ucrania.

Sor Lucía y Verónica Ilina miran en el móvil las últimas noticias sobre la guerra de Ucrania. / ACN

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La Fundación del Convento de Santa Clara -liderada por Sor Lucía Caram- y Mensajeros por la Paz se han aliado para construir un hospital de campaña en Ucrania para atender a los heridos de la guerra. Según ha avanzado Caram a la agencia ACN, lanzarán una campaña para conseguir los dos millones de eruos que cuesta el proyecto y el objetivo es que sea una realidad en dos meses. "Estamos enviando ayuda humanitaria, tanques y armas, pero también necesitan asistencia médica", asegura. Solo unos días después del estallido de la guerra, Caram ya estaba en la frontera con Moldavia para acoger a refugiados. Desde entonces, ha ido 16 veces, la última esta semana. "La guerra me ha enseñado lo peor y lo mejor de la sociedad. El egoísmo y la generosidad máxima", expresa Caram.

"Ucrania ha perdido una generación. Por cada muerte, hay tres soldados heridos y dos de ellos están mutilados", lamenta la religiosa. Desde el inicio del conflicto, Sor Lucia Caram y su equipo han acogido a más de un millar de refugiados y ahora centran esfuerzos en crear corredores humanitarios de ayuda a los heridos por la guerra y enfermos. En total, han enviado 84 ambulancias, 200 equipos de reanimación, y trailers de medicamentos.

Una de las refugiadas a las que ha ayudado Lucía Caram es Verónica Ilina, originaria de Bakhmut, una de las zonas más castigadas por la guerra. Llegó a Manresa, huyendo del conflicto bélico, con su hijo. Y ahora, en la capital del Bages, también viven sus padres, una tía y una abuela. Ha logrado reunir a gran parte de su familia y tiene claro que, en Manresa, se quedará "durante mucho tiempo". De hecho, ya ha encontrado trabajo y está muy contenta. Todo, dice, ha sido gracias a Sor Lucia ya su equipo. "Ellos son mi Dios", explica a ACN.

Desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, el equipo de Sor Lucia ha acogido ya a más de un millar de refugiados. Un 30% ha vuelto a Ucrania, pero el resto se han quedado en Catalunya y en otras partes del Estado. En un inicio, se les llevaba a casas de familias acogedoras, pero ahora ya no y todos tienen un sitio para vivir. En Manresa, algunos dan clase de catalán y castellano, y les ayudan a buscar trabajo.

No normalizar la guerra

Caram asegura que la situación de guerra "es surrealista". "Nunca habríamos imaginado una situación como esta, hemos fracasado y estamos sumergidos en una guerra cruel", lamenta. Y subraya que "todo esto está ocurriendo a tres horas de avión".

Pese a esta "barbarie", Caram insiste en que no quiere abandonar a nadie y asegura que irá "cuantas veces sea necesario mientras tenga fuerza y recursos". "La guerra me ha enseñado lo peor y lo mejor de la sociedad. La generosidad máxima y el egoísmo", asegura. También en referencia a aquellos que ahora quieren que se acabe la guerra por interés propio, sólo porque afecta "la situación de bienestar. Piensan que por culpa de ellos tenemos un problema energético".

Caram se resiste a que la guerra acabe normalizándose: "Hay momentos en los que nos hemos olvidado de Ucrania. Algunos hablaban de fatiga mediática, pero no podemos olvidar que tenemos una guerra aquí al lado, en la puerta de casa" .