Investigación de la UB

Identificado el nido de quebrantahuesos más antiguo de la península ibérica

Investigadores de la UB han realizado el hallazgo, en el yacimiento paleolítico de Lagar Velho (Portugal) gracias a las heces fosilizadas

Un rompehuesos, en pleno vuelo.

Un rompehuesos, en pleno vuelo. / Fundación para la Conservación del Rompehuesos

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El nido más antiguo de quebrantahuesos en la Península Ibérica tiene 30.000 años de antigüedad y ha sido identificado en el yacimiento paleolítico de Lagar Velho (Portugal), según un trabajo realizado por investigadores del Seminario de Estudios e Investigación Prehistóricas (SERP) de la Universidad de Barcelona (UB).

La investigadora del SERP Montserrat Sanz ha explicado que los coprolitos, o heces fósiles de hace unos 30.000 años, han servido para identificar la presencia de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) en el yacimiento paleolítico de Lagar Velho (Portugal) y que la comparación de estos coprolitos con las heces de quebrantahuesos actuales ha permitido constatar la presencia de estos animales en el pasado.

La investigación, que publica la revista 'Scientific Reports', señala la importancia de identificar los coprólitos para documentar la presencia de estas aves en los yacimientos y estudiar la relación que tuvieron con comunidades humanas prehistóricas.

Según los investigadores, la identificación de este nido ha permitido conocer cómo vivía este buitre, que se caracteriza por seguir una dieta peculiar, ya que el 70-80% de su alimentación son huesos.

"El valle en el que se encuentra el yacimiento debió ser un lugar óptimo para que esta especie estableciese nidos, como confirma la gran cantidad de coprólitos recuperados en la excavación, así como los huesos digeridos por este buitre", han señalado los paleontólogos, que también han documentado en el lugar actividades de grupos de cazadores y recolectores.

Nueva perspectiva

El yacimiento de Lagar Velho es el quinto en el que se ha documentado la presencia de nidos de quebrantahuesos en el sur de Europa, junto con los de Gritulu (Córcega), Grotte Noisetier (Francia), El Mirón (España) y el de Caldeirao en Portugal —este último, aún por confirmar— y es el primero de la península Ibérica en la que se han identificado sus heces fosilizadas.

"Los quebrantahuesos son unos buitres que han pasado muy desapercibidos hasta ahora en el registro arqueológico, y eso que viven en cuevas y acumulan huesos, como los grupos humanos de cazadores y recolectores", ha precisado Sanz.

Heces fosilizadas de rompehuesos utilizadas en la investigación de la UB.

Heces fosilizadas de rompehuesos utilizadas en la investigación de la UB. /

El trabajo también establece por primera vez características y criterios para poder identificar más fácilmente los coprólitos de estos buitres y su presencia en la antigüedad. Según Sanz, la identificación del quebrantahuesos en el yacimiento de Lagar Velho abre además nuevas perspectivas sobre la presencia del quebrantahuesos en Portugal.

Para estudiar estas heces de hace miles de años, los investigadores han comparado las muestras conservadas con las de quebrantahuesos actuales que viven en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

"Hay muy poca diferencia entre las heces actuales y las de hace 30.000 años, prácticamente solo el color, lo que da una gran fiabilidad a la hora de las identificaciones" ha remarcado Sanz.

Especie amenazada

Actualmente, este buitre es un ave muy amenazada por la presión antrópica, hasta el punto de que sus poblaciones quedaron reducidas en los Pirineos y desaparecieron en la mayor parte de la península Ibérica, incluida Portugal. Ahora, gracias a varios programas de reintroducción y sensibilización, esta ave vuelve a ocupar espacios de la península, como la Comunidad Valenciana, Andalucía o Cantabria.

Las excavaciones las han dirigido Ana Maria Costa y Ana Cristina Araújo, de la Dirección General de Patrimonio Cultural de Portugal, y Joan Daura y Montserrat Sanz, de la UB y el Centro de Arqueología de la Universidad de Lisboa (UNIARQ).