Infraestructuras

Nueva estación de Sant Andreu: la primera tirita de la gran herida ferroviaria de la Sagrera

La ministra de Transportes asegura que cada día se invierten en Rodalies cerca de 800.000 euros

Colau elogia la "paciencia infinita de los vecinos" y censura los constantes retrasos en la Sagrera

Los trenes ya circulan por la estación de Sant Andreu

Los trenes ya circulan por la estación de Sant Andreu. /

Carlos Márquez Daniel

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Una inauguración de las de toda la vida. Por ponerle un ‘pero’, y con el cercano antecedente de la presentación de la reforma de Sants, se ha echado de menos en la inauguración de la nueva estación de Sant Andreu un representante vecinal que recordara los lustros de lucha para conseguir que la gran brecha ferroviaria de Barcelona, la de la Sagrera, deje de separar barrios y distritos. Una ministra, una alcaldesa y un ‘conseller’ han blandido sintonía (con cierto aroma preelectoral) y han celebrado este nuevo paso para unas Rodalies que empiezan a salir de la UCI. En lo práctico, se ha abierto el nuevo trazado de la línea de red convencional entre Barcelona, Granollers y Girona. Un pequeño paso para Sant Andreu, un gran paso para la Sagrera.

Un tren estacionado en la nueva estación de Sant Andreu, este lunes

Un tren estacionado en la nueva estación de Sant Andreu, este lunes / Zowy Voeten

De esta manera, los trenes de las líneas R2, R2 Nord y R11 ya circulan por su ubicación definitiva, esto es, por el interior de las estaciones de Sant Andreu (operativa) y de la Sagrera (en construcción). Los 3,8 kilómetros que separan el puente de Calatrava del nudo de la Trinitat atraviesan siete barrios y dos distritos (aquí vive el 11% de la población de Barcelona), todos ellos con la renta familiar disponible por debajo de la media de la ciudad. Son estos unos vecindarios, por encima de todo, con una paciencia que no conoce límite que en un momento de su historia reciente pasaron de la indignación a la más absoluta resignación, sobre todo durante la década anterior, cuando las obras se detuvieron con la excusa de la crisis o por unas denuncias judiciales poco claras. Y cuando las promesa no pasaban del titular de quiosco de la mañana siguiente.

El caso es que este lunes, 12 de diciembre, un día después de lo previsto por un imprevisto en la catenaria, por fin se ha inaugurado el nuevo apeadero de Sant Andreu (ya no lleva el apellido de ‘Comtal’), que se convierte en la primera tirita de la inmensa herida ferroviaria que atraviesa el norte de la capital catalana. Falta, por resumirlo mucho, la estación multimodal de la Sagrera (alta velocidad, Rodalies, estación de buses y metro) y el enorme parque en superficie que será el más grande de toda la ciudad. La estación se licitó en mayo 2020 por un coste de 6,3 millones de euros que incluían la urbanización de 4.200 m2 del entorno. Según un portavoz de Adif, el precio final ha sido de unos ocho millones (incluye lo ejecutado en la estación antes de que se volviera a licitar el proyecto), y todavía no se ha actuado en las zonas verdes exteriores.

El 'conseller' de Territori, la ministra de Transportes, la alcaldesa de Barcelona y la delegada del Gobierno, este lunes, en Sant Andreu

El 'conseller' de Territori, la ministra de Transportes, la alcaldesa de Barcelona y la delegada del Gobierno, este lunes, en Sant Andreu / Zowy Voeten

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha aprovechado la ocasión para sacar pecho sobre la inversión realizada en Catalunya en materia de Rodalies. En esta obra de traslado de vías a la nueva terminal (tres meses con la R2 y la R11 cortadas) se han invertido 18 millones de euros. Pero la ocasión merecía ampliar el foco, recordar los años de páramo de los gobiernos del PP en materia de transformación ferroviaria en Catalunya y resumir lo ejecutado en este año: Adif, ha explicado, ha invertido en este 2022 unos 800.000 euros diarios a este lado del Ebro. O lo que es lo mismo, 237 millones, 130 de los cuales han recaído en la Sagrera. 

Coser los barrios

Ada Colau le ha dado un barniz vecinal al acto de inauguración al recordar “la paciencia infinita de unos vecinos que llegaron a encadenarse en protesta” por la paralización y constantes retrasos de los proyectos ferroviarios de esta zona norte de la ciudad. Ha hablado de la necesidad de “coser los barrios” y de la necesidad de apostar por el transporte público “para reducir la presencia de coches en Barcelona”. 

Exterior de la nueva estación de Sant Andreu, que ya no lleva el apellido de 'Comtal'

Exterior de la nueva estación de Sant Andreu, que ya no lleva el apellido de 'Comtal' / Zowy Voeten

Curiosamente, cada político ha aprovechado su momento para ocupar una parcela de titulares. La alcaldesa ha reclamado mantener las bonificaciones del transporte público, garantizadas en Rodalies pero todavía sin decisión tomada por el Gobierno respeto al resto de redes. Sánchez se ha centrado en lo económico, la lluvia de millones que ya están surtiendo efecto en Catalunya dando forma al plan de Rodalies presentado en diciembre de 2020, cuando se dijo que en 10 años se invertirían 6.300 millones. Según la ministra, en 2025 deberían estar completados o en ejecución proyectos por valor de 4.200 millones de euros. A día de hoy la cifra asciende a 2.324 millones, con lo que el 48% de la primera fase ya está o finalizada o en marcha. Esa es, de hecho, la principal diferencia con los gobiernos del PP. Como resumía el 'president' José Montilla, ‘fets, no paraules’.

También el ‘conseller’ de Territori, Juli Fernández, presentado como ‘Jordi’ durante el acto, error que ha encajado con humor, ha buscado su nicho informativo. La crisis medioambiental, en su caso, al afirmar que los trenes son “el medio de transporte que ayuda a que nuestro país esté mejor preparado para afrontar la emergencia climática”. “Rodalies no era, por decirlo suavemente, la prioridad del Gobierno del Estado”, ha sostenido. Por eso, ha continuado, “el Govern quiere ser parte de la solución”. Al no ser un evento que aceptara preguntas por parte de la prensa, habrá que intuir que hacía referencia a la eterna demanda de que Catalunya absorba todas las competencias de Rodalies. Eso no está el plan de Rodalies 2020-2030, pero nunca se sabe.