Educación y salud

Los profesores de FP denuncian la "desatención" de la salud mental de su alumnado

Este curso 22-23, hay 35 orientadores para los 400 centros públicos que hay en Catalunya

La Escola del Treball cuenta con un profesional para 3.000 alumnos; el ITB, con un psicólogo una vez al mes

Un profesor y sus alumnos, en el Institut Tecnològic de Barcelona.

Un profesor y sus alumnos, en el Institut Tecnològic de Barcelona. / Zowy Voeten

Montse Baraza

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Casi un 9% del alumnado catalán de entre 10 y 18 años afirma haber tenidos ganas de morirse y un 5,9% admite que ha pensado en autolesionarse, según una encuesta realizada el curso pasado por las 'conselleries' de Educació y Salut. En los últimos tiempos, las autolesiones en adolescentes se han disparado: hasta el 45% admite haberse cortado alguna vez. Dos datos que reflejan la problemática de salud mental que está afectando a los jóvenes y que la pandemia ha agravado. En la Formación Profesional, la situación es más dramática si cabe que en la ESO. Los docentes denuncian que el alumnado está "desatendido", en palabras de Rodrigo Plaza, responsable de FP en CCOO. "No tenemos psicopedagogos", abunda Jesús Martín, profesor y responsable de FP de UGT.

Un dato: este curso 22-23 hay 35 orientadores para los 400 centros públicos de FP que hay en Catalunya. De estos, seis corresponden a Barcelona. La Escola del Treball tiene el privilegio de contar con uno de estos profesionales. El problema es que es una persona para 3.000 alumnos. La ratio recomendada por la Unesco es de un orientador por cada 250 alumnos. Hay que tener en cuenta que el orientador, aunque tenga formación como psicólogo o psicopedagogo, tiene una amplia gama de funciones: desde orientar desde el punto de vista educativo, hasta atender casos diagnosticados, pasando por atender a las familias y acompañar a alumnos que puedan tener problemas emocionales o de aprendizaje. Demasiados frentes para una sola persona.

Hay centros que no tienen esta figura. Es el caso del Institut Tecnològic de Barcelona (ITB), con 700 alumnos. El Consorci d'Educació de Barcelona, de manera extraordinaria, ha contratado un servicio privado para atender a los centros de FP que no cuentan con ningún orientador. El ITB se beneficia de este servicio que, en la práctica, supone que una vez al mes reciben la visita de un psicólogo. Algo que los expertos consideran insuficiente. En el ITB, la primera y última visita de este profesional ha sido este mes de noviembre. Ha atendido a cuatro estudiantes.

"Ni orientadores ni psicopedagogos"

"Nos llega una tipología de alumnado más complicado que el de bachillerato. Y no tenemos ni orientadores ni psicopedagogos", lamenta el director del ITB, Alberto Vila, resumiendo el panorama de los centros de FP. Los equipos de asesoramiento y atención psicopedagógica (EAP) que atienden a los centros de secundaria y que están desbordados hace ya cuatro años que no atienden a los centros de FP. "No tenemos ningún apoyo", insiste Vila. "Es un agravio respecto a la educación obligatoria", incide Plaza. "Buena parte de nuestro alumnado llega con carga emocional: son repetidores de la ESO, o se han reenganchado al sistema educativo, y en determinadas familias profesionales la tipología es más compleja", añade este docente actualmente en CCOO. "Hay un grueso de población con riesgo de tener problemas de salud mental que está desatendida", insiste.

¿Qué hacen los centros cuando detectan un alumno con algún problema emocional o mental? "Llamamos al EAP extraoficialmente y si pueden nos asesoran. Informamos a la familia y aquí ya se nos acaban los recursos", explica Vila. En casos urgentes, como que un alumno se autolesione en el centro, llaman a la ambulancia. En el ITB lo han hecho hace apenas unos días con una alumna que se autolesionó. Ya lo vivieron el curso pasado. "Contacté con su enfermera y me dijo que llamáramos a la ambulancia. Así lo hicimos. Se la llevaron y al día siguiente volvía a estar en clase", explica. Esta joven tiene visita con el psicólogo de la sanidad pública una vez cada tres meses. El profesorado vive estas situaciones con impotencia.

A esto se añade otra casuística: el traspaso de información de ESO a FP es prácticamente inexistente, según relata Jesús Martín. A diferencia de lo que ocurre en la etapa obligatoria, en que los expedientes de los alumnos pasan de primaria a la ESO de modo que el profesorado conoce el perfil del alumno, esto no existe en FP. Así, el profesorado se encuentra a ciegas ante su alumnado. "Pueden pasar meses antes de que el docente detecte que hay algún problema", apunta Martín, que considera que la FP es "la gran olvidada" también en el ámbito de la salud mental.

Expertos en el aula y equipos de apoyo

Los problemas de salud mental en adolescentes no pillan por sorpresa a los docentes. "Se veía venir desde hace años, pero la pandemia lo ha acelerado, y cada año es peor. La situación es muy grave", subraya Vila, que reclama que desde Educació se tome la iniciativa para atender esta epidemia, en colaboración con Salut. ¿Cómo abordarla?

A juicio del director del ITB, el problema no se arregla destinando un psicopedagogo a cada centro. Opina que una buena manera de incidir sería introducir en el aula a expertos en salud mental como docentes de alguna otra materia. Y urge a hacerlo en los grados medios. "No sería para dar salud mental, sino que daría una materia y con su mirada en el aula nos ayudaría a detectar problemas, aportaría su visión al resto de profesorado y podría acompañar a esos alumnos", expone Vila. Retoma el caso de la alumna que se autolesiona. "Los profesores no sabemos realmente cómo está, si mejora, cómo podemos ayudarla. Si tuviéramos a este profesional permanentemente en el centro, la podía acompañar, podría detectar cosas, saber si empeora... Nosotros no tenemos elementos reales, más allá de nuestra percepción, para saber cómo esta y poder ayudarla", señala.

Plaza reclama que todos los centros de FP tengan departamentos pluridisciplinares de orientación con psicopedagogos, educadores sociales e incluso personal sanitario, preparado para atender casos de autolesiones, de intentos de suicidio o de violencia. Defiende que la distribución de esos recursos se debería hacer en función de la complejidad y necesidades de cada centro.

Consultas sobre autolesiones

Irene Alabau, de la plataforma Obertament que trabaja la visibilización y normalización de los problemas de salud mental en las escuelas, destaca que los profesores se encuentran a menudo perdidos a la hora de atender a sus alumnos. "Tenemos más consultas de docentes. No tienen recursos para abordar la problemática, no tienen los conocimientos", apunta Alabau, que señala que "todavía cuesta hablar de autolesiones, de suicidios, son cosas aún tabú, sobre las que hay estereotipos. Los profesores no han recibido formación para todo esto". Uno de los temas sobre los que más consultan los profesores son precisamente las autolesiones. "Cuentan que no habían visto tantos casos nunca. No saben qué hacer cuando, por ejemplo, se lo encuentran en mitad de la clase, con el impacto emocional que eso supone para todo el alumnado".

Desde el sector de la FP se urge al Govern a poner remedio lo antes posible. "Si actuamos ahora, en adolescentes y jóvenes, quizás estemos a tiempo de solucionar sus problemas de cara a la etapa adulta. Si no, la cosa no va a mejorar. Hemos de intentar actuar ya en los grados medios de FP", resume Vila. Le da la razón, Martín: "La población adolescente es clave. Si no les ayudamos, de adultos será difícil reconducir la situación".

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