Los alcaldes frente al plan de la renta básica: "¿Quién no quiere una lluvia de dinero en el pueblo?"

Una golondrina no hace verano, dice el refranero popular. Pero si la golondrina se detiene en tu balcón, entonces uno puede sentirse afortunado. Este sería el sentir de algunos de los alcaldes consultados por este diario respecto al proyecto de la renta básica universal que se podría aplicar en sus localidades. "¿Quién no quiere una lluvia de dinero en su pueblo?", responde un teniente de alcalde de un pueblo del Urgell tras conocer la propuesta pionera que ultima el Govern de la Generalitat. Este dirigente, que prefiere mantenerse en el anonimato, mantiene muchas dudas sobre el proyecto. A grandes rasgos, los alcaldes abrazan el plan, pero algunos se preguntan por su verdadera necesidad, augurando que será altamente improbable que se acabe aplicando al conjunto de Catalunya a corto plazo. "Es una lotería que esperamos que caiga aquí", zanja optimista Ernest Roigé, alcalde de Riudecanyes (Baix Camp).

Magí Coscolla, alcalde de Torà (La Segarra), no sabía que existía el proyecto, hasta que lo leyó en EL PERIÓDICO. El plan piloto de la renta básica ofrecerá 800 euros al mes a 5.000 catalanes. Coscolla también descubrió que su pueblo era uno de los cuarenta candidatos a que se implementara. "Ha tenido cierta repercusión en el pueblo, la gente ha venido al ayuntamiento a preguntar dónde se tienen que apuntar. Yo les he dicho que no tengo ni idea, que ya se verá. Seguro que no nos toca", cuenta, por su parte, Este edil republicano no ve con malos ojos el proyecto, y está convencido de que si su pueblo es elegido, el gobierno municipal no se opondrá. "Hay que probarlo", sigue.

Sin embargo hace una reflexión: "Si no se puede extender al resto de Catalunya, que no engañen a la gente. Me da miedo que haya gente que empiece a gastar, luego se endeude, y tengamos que venir los ayuntamientos después a rescatarlos", advierte.

Después de muchas preguntas, y de no dar crédito, la concejala de Servicios Sociales de Sant Julià de Llor i Bonmatí (La Selva), Remei Brescó hace un comentario similar. "Si es sostenible perfecto, pero una flor no hace verano. Sinceramente, no sé a cuento de qué viene esto", suelta. "En cualquier caso, espero que quien tramite las ayudas no sea el ayuntamiento. Con el Ingreso Mínimo Vital ya nos costó lo nuestro", añade.

Más optimista es Ernest Roigé, alcalde de Riudecanyes (Baix Camp) y uno de los pueblos que, según todos los indicadores revisados por este diario, está siempre más cercano a la media catalana (que es precisamente lo que busca el experimento). "Es fantástico, una muy buena iniciativa. Ayudará a todos los sectores: a las familias, al comercio local, abrir negocios, crear proyectos, al sector primario... puede dar un empuje a todos. Hará que el engranaje funcione mejor", exclama.

Tampoco a él nadie le ha informado del proyecto. Y pide que los pueblos no se escojan bajo criterios políticos ni en clave de precampaña de las municipales. "Sería como un regalo, una lluvia de dinero, seguro que es positivo. Nosotros siempre vamos justos de dinero", exclama también un teniente de alcalde de un pueblo del Urgell. "No sé de dónde saldrá el dinero y se tendrá que explicar muy bien, pero puede descolapsar los servicios sociales", añade.

Jornadas explicativas

Quien sí tiene claro cómo hay que contar el proyecto, y lo necesario que es avanzar en el plan piloto de la renta básica, es Meritxell Baqué, alcaldesa de Vallbona d'Anoia (Anoia). "Es necesario una prestación social que garantice la supervivencia de nuestros ciudadanos. El plan piloto es básico para avanzar en las políticas sociales", sigue la alcaldesa de la CUP.

Conoce los avances del plan piloto gracias a su grupo parlamentario, que ya tiene a punto unas jornadas explicativas en los pueblos que terminen participando en el proyecto. "Es esencial garantizar la vida de nuestros ciudadanos, sea cual sea el pueblo, este proyecto nos tiene que avanzar en la sobiranía y la lucha contra la pobreza", insiste.

Desde el estanco en el que trabaja la alcaldesa de Riudecols (Baix Camp) en cambio, la vida se ve distinta. "Todo lo que sea bueno para los vecinos del pueblo, adelante", responde Beatriz Mayordomo, también desconocedora del plan. La entrevista debe detenerse a menudo, entran clientes que hay que atender. "Esta es la vida de los alcaldes de los pueblos", bromea. "Mira, en realidad te digo una cosa: yo ahora el problema que tengo como alcaldesa es cerrar los presupuestos. Estamos cruzando los dedos de que las subvenciones lleguen. Si esto de la renta básica no nos quita ni paraliza subvenciones, claro que lo veo bien si nos toca, pero ya veremos. Ahora tenemos otras preocupaciones", responde.