Pobreza disparada

El índice que determina las ayudas sociales en Catalunya lleva 12 años congelado

El Indicador de Renta de Suficiencia de Catalunya (IRSC), ubicado en 7.967,68 euros al año, lleva sin actualizarse desde 2010

Entidades sociales reclaman un aumento urgente para hacer frente a los efectos de la inflación y atender a los más vulnerables

Olga Fernández

Olga Fernández / LAURA GUERRERO

Elisenda Colell

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Todo el sistema de ayudas sociales financiadas por la Generalitat se estructura alrededor de una palabra de cuatro letras: IRSC. Las siglas del Indicador de Renta de Suficiencia de Catalunya, la cantidad económica a partir de la cual los servicios sociales deciden quien necesita ayuda y quién no. Desde las becas comedor hasta los alquileres sociales pasando por la Renta Garantizada de Ciudadanía. Todo se organiza en función de estas cuatro palabras. La última vez que se actualizó este indicador fue en 2010. Doce años después, y con una inflación desbocada, las entidades sociales claman por un aumento de esta cifra. Las familias que reciben prestaciones sociales no llegan a final de mes y hay centenares que deberían acceder a ellas pero se las han denegado por un baremo obsoleto.

La Generalitat creó el Indicador de Renta de Suficiencia de Catalunya en 2006 a través de la Ley de Prestaciones Sociales. El objetivo de este indicador, según expresa el texto, es el de "hacer realidad la igualdad de oportunidades de las personas" y "garantizar ingresos económicos dignos para todas las personas".

La ley dice que esta cifra se debe revisar cada año en el presupuesto de la Generalitat. En 2006 se fijó en 509,80 euros al mes con 14 pagas: 7.137,2 euros anuales por persona. Fue José Montilla el último 'president' que lo modificó en 2010. Lo dejó en 569,12 euros al mes por persona, 7.967,73 al año. Desde entonces, el IRSC ha permanecido en el congelador. Ni los gobiernos de Artur Mas, ni Carles Puigdemont, ni Quim Torra y tampoco Pere Aragonès han cumplido con la obligación de actualizarlo en función del coste de la vida y la realidad socioeconómica. "Es un escándalo", se queja Diosdado Toledano, miembro de la comisión promotora de la ley de la renta garantizada.

Familias excluidas de cualquier ayuda

En función de este parámetro, se calculan casi todas las ayudas sociales. Por ejemplo, una pareja con dos o tres hijos que viven en el área metropolitana de Barcelona no puede ingresar más de 29.000 euros al año para acceder a la lista de espera de pisos de emergencia social. Para las personas que viven solas el umbral es de 21.000 euros al año. Si acceden a un alquiler social, el precio que pagarán también se marca en función del IRSC. Así mismo se estipula quiénes son las familias vulnerables a quien las compañías eléctricas no les pueden cortar la luz. En las personas que viven solas, el límite de renta se calcula multiplicando por dos el IRSC, en las familias de más miembros se multiplica por 2,5 y en las personas con discapacidad, por 3. También se basan en el IRSC las becas comedor, las ayudas al pago del alquiler o el poder para ir a los repartos de alimentos derivado por servicios sociales.

"Nos estamos encontrando situaciones de mucha complejidad: primero la pandemia, ahora la inflación... y continuamos con los baremos de 2010 que están obsoletos. La exclusión y la pobreza se ha incrementado muchísimo y hay familias que necesitan ayudas y se la están denegando porque cobran más del IRSC", se queja Sira Vilardell, vicepresidenta de la Taula del Tercer Sector. La Taula calcula que, tras el covid, la bolsa de pobreza estructural en Catalunya ha crecido un 30%. El impacto de la inflación ya lo están notando muchas entidades como l'Aliança Contra la Pobresa Energètica y las múltiples Plataformas de Afectados por la Hipoteca. Hay familias trabajadoras que no llegan a final de mes, les han subido el precio de los suministros, la comida y la vivienda, pero no pueden acceder a ninguna ayuda pública.

Rentas sociales que te hacen pobre

Además, el IRSC también marca cuánto dinero cobran los beneficiarios de las prestaciones sociales. Por ejemplo, la Renta Garantizada de Ciudadanía, la ayuda social catalana para los hogares que han agotado el paro o que perciben pensiones por debajo del IRSC. Las personas solas cobran el propio IRSC, es decir, 664 euros en 12 pagas. Las familias de cinco miembros perciben el 182% de este indicador: 1.208 euros al mes. Son cantidades muy por debajo del umbral de la pobreza, que el año pasado en Catalunya estaba en 941 euros al mes para una persona sola y en 1.976 euros al mes para una familia de dos adultos y dos menores.

"Los ingresos que antes eran una posibilidad para salir adelante ahora no lo son. No puede ser que una persona que cobra la renta garantizada no pueda tener una vida digna", lamenta Toledano. "Es evidente que hoy esta prestación no va en concordancia con los costes de la vida: no pueden asumir los gastos de la vivienda ni el alquiler... no pueden llegar a final de mes", añade Vilardell. La ayuda social que debía "asegurar unos mínimos de vida digna" a las familias pobres les sigue haciendo pobres.

Presupuestos: medida urgente

El IRSC sólo se puede modificar una vez al año, cuando se aprueban los presupuestos de la Generalitat. Es por ello que las entidades sociales claman por unas nuevas cuentas que impliquen un aumento de este baremo. Fuentes de los anteriores equipos de las 'conselleries' de Drets Socials y Economia, que estaban en manos de Junts, aseguran a EL PERIÓDICO que las nuevas cuentas prevén un pequeño aumento del IRSC. "Estamos hartos de palabrerías, necesitamos hechos", replica Vilardell.

La comisión promotora de la ley de la renta garantizada calcula que la prestación debe subir un 30%, es lo que ha ascendido el IPC en Catalunya desde el 2010. La Taula del Tercer Sector implora hacerlo un 15%, la cantidad que ha crecido el IPC desde 2017, cuando se aprobó la Ley de la Renta Garantizada. Nadie quiere un aumento del IRSC menor del 8%. Es la cantidad que ha subido el IPREM, el indicador de renta estatal, que la Moncloa sí ha ido actualizando año a año, a diferencia de la Generalitat. El PSC apuesta por un aumento del 6,5% en 2023, y de un 5,5% en 2024 y calcula que se beneficiarían 300.000 personas. Las oenegés llaman a los grupos políticos a que no prorroguen las cuentas del año pasado. "Porque entonces el IRSC no se va a tocar y tendremos un aumento brutal de la pobreza al que nadie va a dar respuesta", resume Vilardell.

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