Atrapados por el móvil

Falsas miopías, lumbalgias y lesiones en cervicales y pulgares: las dolencias del 'homo móvil'

El peso del cráneo, que oscila entre 4 y 5 kilos, puede incrementarse hasta 22 debido a la inclinación del cuello, alertan los fisioterapeutas

Los especialistas también apuntan a dolencias en los oídos y a dificultades para enfocar la vista de lejos

dolencias uso movil

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EP

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Vivir atrapados por el móvil y bajo su diabólico y adictivo carrusel de notificaciones de 'mails', 'whatsapps' y redes sociales no solo está haciendo mella en salud mental: también tiene consecuencias físicas en nuestro cuerpo. Móvil en mano, las cabezas se agachan, los cuellos se flexionan, y cervicales y dorsales se tensionan. También sufren las manos, la muñecas y los pulgares. ... Más allá de las secuelas psicológicas, la hiperconectividad está provocando dolencias y lesiones en el sistema muscular y esquelético, así como en la vista y el oído. 

La fisioterapeuta Yolanda Sánchez explica que la cabeza puede llegar a aumentar su carga interna entre un 80 y un 90% debido al arqueo (aumento de la curvatura) que se realiza cuando se está mirando la pantalla. "El peso del cráneo, que oscila entre 4 y 5 kilos, puede incrementarse hasta los 22", informa la experta. Dejando a un lado los dolores físicos que provoca la sobrecarga -como los conocidos "dolores de cabeza"-, Sánchez advierte de que "la postura del cuerpo se modifica". "La cabeza y el cuello se arquean hacia delante, de la misma forma que lo hacen la columna cervical y la espina dorsal", analiza la profesional, quien incluye entre estas afectaciones "la anteposición de los hombros y la basculación de la pelvis, que se desplaza debido a la mala postura".

Lesiones musculares

Con un uso del móvil cada vez más normalizado en todos los ámbitos de la vida cotidiana, los músculos también deben trabajar intensamente para sostener el exceso de peso. En este sentido, la experta alerta de que este fenómeno puede desencadenar en "un aumento del riesgo de padecer hernias, lesiones lumbares o pérdida de la elasticidad en la parte posterior de las piernas". También puede causar afectaciones en muñecas y pulgares que deriven en lesiones como la tendinitis (tenosinovitis de De Quervain o síndrome del túnel carpiano) o patologías como la artrosis del pulgar (rizartrosis), provocada por el deslizamiento del dedo por la pantalla. Entre las afectaciones posibles, Sánchez también apunta al "síndrome de 'text-neck'", que puede desencadenar posibles cefaleas, bruxismo o cuadros de insomnio, todos ellos causados por la tensión muscular.

"La promoción del uso saludable de la tecnología es lo mejor para prevenir este tipo de afectaciones", valora la experta quien, además, recomienda evitar el sedentarismo, hacer más ejercicio físico y aumentar la interacción social directa. El trabajo de prevención, añade, se realiza a través de "la educación y reeducación postural con ayuda de profesionales de la fisioterapia". "Es esencial dosificar el uso de los teléfonos móviles, reducir el tiempo de conexión, realizar descansos haciendo estiramientos musculares y mantener las cervicales alineadas y los codos apoyados", sostiene Sánchez, quien aconseja utilizar sistemas de soporte para codos y lápices táctiles con el fin de evitar las afecciones en los pulgares.

Riesgos de la visión y audición

En cuanto a afectaciones visuales, Sabina Luna, oftalmóloga en el Hospital de Sant Pau de Barcelona, afirma que fijar la mirada de cerca durante un largo periodo de tiempo, estrechamente relacionado con la sobrexposición a los dispositivos móviles, también desencadena dolencias. Entre ellas, las "falsas miopías" o, lo que es lo mismo, problemas para enfocar de lejos debido a la imposibilidad de relajar la vista de cerca. Para evitarlo, la doctora recomienda seguir la "regla de los 20-20-20". Es decir, cada 20 minutos que se mira el móvil de cerca, se deben realizar 20 segundos de descanso, apartando la mirada para dirigirla a algún punto lejano.

En el recuento de afectaciones también figuran los problemas relacionados con la audición. La otorrino Maria Pujol del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona apunta a que el principal detonante de las patologías vinculadas al móvil es el uso de los auriculares a volúmenes muy altos y durante un tiempo prolongado. Este factor puede provocar dolencias como sordera (total o parcial), acúfenos y daños en el nervio auditivo que, a la larga, podrían suponer la pérdida progresiva de la escucha, temporal o permanente. "El daño puede ser irreversible si el nervio se daña, especialmente a causa de la sobreexposición a sonidos extremadamente altos durante un largo periodo de tiempo", señala Pujol, al tiempo que insiste en que la solución es aprender a "hacer buen uso de auriculares, a un volumen aceptable y utilizar accesorios de audio que no sean intracanaliculares" (los que se colocan en la cavidad interior del canal auditivo).

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