La educación en Catalunya

Educació rechaza acabar antes las clases pese a la ola de calor

Los sindicatos denuncian la inacción del Departament ante las altas temperaturas y reclaman planes de eficiencia energética

Algún instituto ha decidido finalizar la actividad lectiva a las 13.30, una hora antes, para evitar las horas más complicadas

El termómetro de un aula de la escuela Lavínia de Barcelona marca 31,5ºC.

El termómetro de un aula de la escuela Lavínia de Barcelona marca 31,5ºC. / Twitter @Escola_Lavinia

Montse Baraza

Montse Baraza

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La ola de calor se ha cebado esta semana en las escuelas catalanas, donde las aulas han registrado temperaturas superiores a los 30ºC. Bajo los 'hashtags' #SensCouenElsFills #ProuDesmaisALesAules, los profesores han inundado las redes sociales de imágenes de termómetros en las clases marcando, por ejemplo, 34ºC en Ribera d'Ebre, 32º en La Granada del Penedès o 35ºC en L'Hospitalet de Llobregat. En algunos casos con el comentario "con las luces apagadas y con ventilador". Denunciaban que en estas condiciones es imposible, ni para ellos ni para los alumnos, dar clases con normalidad. Y recordaban que un real decreto establece que en espacios donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares la temperatura ha de estar entre los 17ºC y los 27ºC. En Manresa, dos alumnos de primaria se desmayaron en clase y este viernes una profesora se ha caído tras sufrir una lipotimia en un centro del Baix Llobregat.

En la mayoría de escuelas no hay aire acondicionado. Funcionan a base de ventiladores y ventanas abiertas. Son estas condiciones las que también denuncian los sindicatos de docentes, que critican la inacción del Departament d'Educació. Le afean que no tome medidas y que no haya previsto un plan para resolver esta "crisis de confort climático" en las aulas. Reclaman planes de eficiencia energética y climatización y aislamientos térmicos adecuados.

No ha sentado nada bien el protocolo que ha enviado la 'conselleria' a los centros. En él recomienda abrir ventanas, bajar persianas, llevar ropa fresca y beber agua. "Este protocolo es un insulto a la inteligencia", opinaba un maestro.

En un instituto de Vilanova i La Geltrú han decidido, tras debatirlo en el Consell Escolar y consultado con Inspección, acabar las clases a las 13.30 horas. "La mayoría de alumnos están haciendo el trabajo de síntesis y el proyecto de investigación. La última hora la pueden trabajar desde casa", han argumentado.

La "función social" de la escuela

Educació ha rechazado la demanda de adelantar el final de las clases, como pedían sindicatos y profesores, y ha recordado que los centros públicos ya hacen horario intensivo este mes de junio. "Cerrar centros o reducir el horario más no entra actualmente en los planes del Departament", señalaba a última hora del jueves un comunicado de la 'conselleria'. Argumentaba que "no hay garantías de que los niños, sobre todo los más vulnerables, estén mejor en la calle o en casa que en la escuela y, por tanto, escuelas e institutos han de cumplir con su función social". El curso acaba el próximo 22 de junio.

Aunque asegura ser "sensible" a la situación de los centros, Educació advierte de que la emergencia climática hace que "centros de trabajo y escuelas tengan un reto en el futuro próximo, que es adaptarse a las frecuentes olas de calor". La secretaria de TransformaciónEducativa, Núria Mora, ha descartado poner aparatos de aire acondicionado en las aulas "porque no es sostenible energéticamente".