El segundo verano de la pandemia

Los mochileros digitales cargan pilas tras el covid

Rober y Lety, autores de 'Mochileando por el Mundo', están convencidos de que la pandemia ha modificado las formas de viajar. "Tendremos que ser más flexibles ante las nuevas restricciones", comentan

Rober y Lety de "Mochileando por el mundo"

Rober y Lety de "Mochileando por el mundo"

Noèlia Villar

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Rober y Lety se conocieron estudiando en 2007 en Padua, en Italia, y desde entonces se volvieron inseparables. Tras vivir unos años en Barcelona y hacer un viaje a Tailandia en el que se enamoraron perdidamente de Asia, decidieron ahorrar dinero durante un año para poder hacer el viaje de su vida. En 2011 salieron rumbo al sudeste asiático por donde “mochilearon” durante casi un año. Ese fue el verdadero comienzo de la historia de 'Mochileando por el Mundo': aprendieron que viajar no es tan caro como irse de vacaciones y que hay muchas formas de abaratar costes (por ejemplo pasaron un año en Nueva Zelanda con un visado que permite estar 12 meses en el país y te da derecho a trabajar a cambio de alojamiento). Por otro lado, el blog que empezaron con la idea de mantener informadas a sus familias y amigos se hizo más popular y se terminó convirtiendo en su trabajo.

El covid les cogió a una en Corea del Sur y al otro en Myanmar. Tenían programado reunirse en Seúl, visitar Corea y desde allí volar a Uzbekistán. Pero cuando empezaron a complicarse las cosas decidieron regresar rápidamente a España y dejar los viajes para más adelante. “Jamás nos hubiéramos esperado vivir algo así”, afirman. 

Explican, que, paradójicamente, desde la pandemia preparan los viajes mucho menos. “Al no saber si dentro de unos meses se podrá viajar a un destino, casi no planeamos nada y esperamos a la situación de última hora para cerrar la mayoría de cosas: transportes, tours, alojamientos...”. Desde el comienzo de la pandemia solo se han dedicado a viajar por España e Italia, el país de Lety, pero ahora, ven que con la llegada de las vacunas y con las medidas de prevención, poco a poco todo vuelve a su cauce (o al menos a un cauce paralelo). Si todo va bien para finales de año no descartan emprender algún viaje algo más alejado.

La nueva manera de viajar

A corto plazo, sin duda, prevén un futuro diferente en los viajes: “Suponemos que todo el que quiera viajar tendrá que tener el certificado de vacunación en regla, comprobar los requisitos de entrada en los países (además del visado), más papeleo… Tendremos que convivir también con las nuevas restricciones de acceso a ciertos lugares y reinventarnos un poquito, ser más flexibles y poder cambiar los planes rápidamente”, explican. En cuanto a las mascarillas, dudan que se vayan del todo. Afirman que en muchos países de Asia se usan regularmente en temporadas de gripes, alergias, por lo tanto no descartan que en España también hayan llegado para quedarse, aunque sea por temporadas.

Antes de la pandemia solían quedarse unos tres meses en España donde se pasaban las horas delante de la pantalla, actualizando el blog, creando contenido y poniéndose al día. El resto del tiempo lo dedicaban a viajar, descubriendo nuevos países o rincones de España e Italia que no conocían o habían tenido la oportunidad de conocer. Desde 2010 mantenían como tradición, viajar a Asia en algún momento del año. De hecho los últimos tiempos, se habían quedado unos meses en un lugar que ya conocen y que usan como base: Chiang Mai, en el norte de Tailandia. Era su hogar lejos de casa. Aunque viajaban casi a 'full time', seguían llevándose el trabajo de viaje. Aseguran que si tienen conexión wifi, pueden trabajar y eso es lo bueno de ser “nómada digital”. Tal y como dicen: “si así lo decides, tu oficina puede ser el mundo”.

Tanto para Rober como para Lety, cada viaje es como tener acceso a un máster vital que les deja enseñanzas, vivencias, historias y recuerdos para el futuro. Son conscientes de que es un estilo de vida privilegiado y por eso mismo, por este privilegio que no todo el mundo tiene, les gusta plasmar sus viajes en el blog para que cualquiera pueda, en cierta forma, ir a ver el mundo con ellos. Aunque sea a través de una pantalla.

Añaden que parece que ya se ve la luz y desean que dentro de poco puedan volver a la vieja normalidad. La que tanto les gustaba.

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