Testimonio

"La 'ley trans' debe aprobarse sí o sí en esta legislatura"

La científica y activista del colectivo Judith Juanhuix defiende que el borrador refleja la consecución de un "derecho fundamental"

Judith Juanhuix, activista trans

Judith Juanhuix, activista trans / Anna Mas

Beatriz Pérez

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"Esta debería ser una ley de alegría para todo el mundo", afirma Judith Juanhuix (Girona, 1971), investigadora, doctora en física y activista trans. "Pero en lugar de eso, hay personas que, por intereses, lo miran desde el miedo y quieren que la sociedad esté enfrentada. Me refiero a la ultraderecha, a la derecha y a ciertos sectores del PSOE", añade. El borrador de la ley para la igualdad de las personas trans diseñado por el Gobierno permitirá el cambio de sexo en el registro sin necesidad de informe ni tratamiento médico a partir de los 16 años.

Pero esta ley todavía debe obtener la luz verde del Consejo de Ministros, que la debatirá en torno al día 15 de febrero, y es motivo de enfrentamiento entre PSOE y Podemos, los dos socios de Gobierno, porque los primeros defienden los "postulados cercanos a la segunda oleada del feminismo" y los segundos se posicionan en el "feminismo de la diversidad", que incluye al activismo trans. "Esta ley debe salir sí o sí porque es necesaria para asegurar los derechos fundamentales de una parte de la población. Y debe conseguirse este derecho en esta legislatura", señala esta científica en el Sincrotrón ALBA, en Cerdanyola del Vallès.

Para Juanhuix, "el martes debió ser un día de celebración" porque el borrador hecho público refleja la consecución de un "derecho fundamental". "El hecho de que las personas trans podamos ser más libres para autodeterminarnos en el género debería ser un motivo de alegría para todos y, especialmente, para el feminismo. Esta ley intenta que el género no marque tanto el recorrido vital de las personas. Y la única manera para ello es que la identidad de género sea un derecho de cada persona, y no un permiso como ahora", explica. La ley, aún por aprobar, permite que las personas de entre 12 y los 16 años puedan registrarse con su nombre deseado con consentimiento de padres o tutores.

El contenido

En cuanto al contenido de la misma, Juanhuix cree que puede mirarse desde "el vaso medio lleno o medio vacío". "Medio lleno: representa un paso de gigante desde lo que había ahora porque reconoce la autodeterminación de género, aunque no lo dice así, sino que se refiere a la libre determinación de género", cuenta esta activista, que no obstante también encuentra "ausencias muy importantes" en el borrador. "Por ejemplo, elimina a las personas no binarias [aquellas que no se definen como hombre ni como mujer]. También está ausente la palabra 'vivienda', cuando este es uno de los problemas más importantes de las mujeres trans". Según Juanhuix, las personas trans (y, en especial, las mujeres) viven no solo la transfobia laboral, sino también el rechazo a que les alquilen una vivienda.

Ella también echa de menos que haya referencias a las prisiones. En Catalunya, dice, hay una ley donde la persona trans puede escoger ir a una cárcel de hombres o de mujeres. "Existe desde hace varios años y no ha pasado nunca nada. Y ahora resulta que este borrador solo permite la elección de la prisión bajo el permiso del centro. Es un retroceso por un miedo que es falso", se queja.

Por último, Juanhuix subraya que las reivindicaciones del colectivo trans son mucho más que un simple "debate teórico". "Son leyes necesarias para protegernos de las violencias que padecemos las personas trans y muy particularmente las mujeres trans. La mayoría de nosotras se dedica al trabajo sexual, a la estética y a la peluquería. No es normal. Hay una discriminación absoluta", denuncia. Y, por último, llama también a acabar, más allá de con la transfobia, con el cis-sexismo (una persona cis es aquella que se identifica con el género que le es asignado al nacer). "También las personas cisgénero deben aprender a vivir con las personas trans", concluye.

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