SEGUNDA OLEADA DE CORONAVIRUS

Blindaje anticovid en las residencias de ancianos

Atención a un paciente en una residencia de Barcelona

Atención a un paciente en una residencia de Barcelona / periodico

Elisenda Colell

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La Generalitat estrecha el cerco para tratar de impedir que el coronavirus se haga fuerte, de nuevo, en las residencias de ancianos. Tras el nuevo repunte de casos en Catalunya, el Govern prevé implantar nuevas restricciones para las visitas de los familiares. Las patronales advierten de que, mientras duren los impagos del Govern, la situación económica en los centros es muy frágil, y ven cómo muchos profesionales huyen del sector de la dependencia para trabajar en centros de salud o en hospitales.

En el último mes, cerca de 60 geriátricos han registrado brotes de coronavirus. A pesar de que el número no es excesivamente alto (representa al 6% del total de geriátricos que hay en Catalunya), y que la mayoría de casos no ha habido pacientes de gravedad, las alarmas de la Generalitat se han disparado. La pretensión es evitar lo que ocurrió al estallar de la pandemia, que llevó a que 8.882 abuelos fallecieran en las residencias catalanas en lo que va de año según el Imserso.

Este jueves, representantes de las 'conselleries' de Afers Socials y de Salut han mantenido una reunión con representantes del sector geriátrico. Una de las medidas anunciadas es que, en las próximas horas, el Govern volverá a prohibir que los familiares saquen a los ancianos que no sean autónomos de los centros para cualquier visita corta durante los próximos 15 días. Una restricción que el Govern aplicó en pleno verano y que hace un mes volvió a levantar. Sin embargo, los familiares podrán entrar en los espacios comunes para visitar a los usuarios de las residencias, siempre y cuando no se trate de plantas donde se haya identificado a alguna persona infectada. También se amplían las visitas dentro del centro durante el fin de semana, y se permitirán visitas en las residencias 'amarillas', donde haya algún caso sospechoso.

Por otro lado, el Govern quiere evitar que los trabajadores de los geriátricos puedan propagar el virus en estos centros durante su llegada al puesto de trabajo. Los representantes de la Generalitat han prometido a las patronales que en menos de un mes harán 50.000 tests PCR a todos sus trabajadores. Fuentes de Salut explican que hace ya semanas que empezaron estas pruebas PCR. Pero a diferencia de otras veces, serán los propios afectados los que se sacarán las muestras. Salut hará vídeos divulgativos para que los trabajadores sepan cómo deben hacerse estas automuestras. Además, esta vez los centros cuentan con mascarillas, guantes y material de protección, los cuales, en la anterior ola, llegaron con un mes de retraso

Falta personal

"Tenemos un problema grave con las enfermeras, no encontramos personas que puedan trabajar en las residencias", comenta Montse Llopis, directora de la Associació Catalana de Recursos Assistencials (ACRA), la patronal que concentra el 70% de los geriátricos en Catalunya. La falta de profesionales de la enfermería en este sector es estructural, porque cobran mucho menos que las enfermeras de centros de salud y hospitales. "Salut está reclutando más enfermeras para los CAP y hospitales, y nosotros estamos teniendo problemas para llenar las plantillas", añade Llopis. Una situación que también afecta a la Unió de Petites i Mitjanes Empreses (UPIMIR) y la Federació d'Entitats d'Assistència a la Tercera Edat (FEATE).

En estos momentos la falta de personal es problemática porque la Generalitat ha pedido a los geriátricos que hagan una bolsa de trabajadores de retén, previendo que muchos se infectarán y tendrán que dejar de trabajar. Un problema que impactó también durante la primera ola, donde la falta de profesionales debilitó a los centros residenciales. 

Temor por los CAP

Los gestores de los geriátricos miran de reojo las huelgas y las demandas que hacen las plantillas de la atención primaria. Fueron ellos, tras el cambio de competencias en el Govern, quienes permitieron reconducir la dramática situación de la pandemia en los momentos más críticos. Hoy Salut también ha anunciado que reordenará el sistema para crear un equipo de intervención rápida en cada territorio que cuenta con profesionales sanitarios para atender cualquier brote en los geriátricos de forma rápida y urgente.

"Nos da terror que los CAP digan que no dan abasto, porque en cuanto se empiecen a detectar más brotes los necesitaremos en los geriátricos; si no, tendremos un problema", sostiene Assumpció Ros, vicepresidenta de la FEATE. "La coordinación sanitaria es esencial. Estos últimos meses la relación con los CAP ya no es tan estrecha, se han centrado mucho en la vuelta al cole. Nos preocupa que esta vez no se puedan volcar de nuevo en las residencias", agrega Llopis.

Pero el verdadero problema que atraviesan los geriátricos en Catalunya son los problemas de tesorería. La pandemia los vació de usuarios, y hace meses que siguen teniendo una ocupación muy inferior de la habitual. "Si no están al 90%, los centros no son viables económicamente", sostiene Llopis. No llegan ingresos de nuevas familias, ni tampoco lo hacen las compensaciones prometidas por el Govern, que ya acumulan cuatro meses de retraso. Hoy el Síndic de Greuges ha abierto una investigación de oficio sobre este asunto.

"Algunas residencias están incumpliendo los protocolos del Govern para los nuevos ingresos porque necesitan el dinero. No puede ser que esto esté ocurriendo, necesitamos que la Administración cumpla con sus obligaciones porque, si no, los problemas serán irreversibles", apunta Vicente Botella, presidente de UPIMIR.

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