EN CATALUNYA

La delincuencia vuelve a la calle con la desescalada

Los Mossos multarán con entre 600 y 30.000 euros a quien vaya a su segunda residencia

Los Mossos multarán con entre 600 y 30.000 euros a quien vaya a su segunda residencia / RICARD CUGAT

J. G. Albalat

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Los delincuentes vuelven a pisar la calle de las poblaciones catalanas en la medida que se avanza en la desescalada a raíz de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del covid-19. El número de denuncias por actos delictivos pasaron de 353 diarias entre el 28 de marzo al 13 de abril , a un promedio de 821 entre el 4 y el 10 de mayo, coincidiendo con el inicio de la fase cero. Casi se dublicaron. A pesar de ese incremento, las denuncias se sitúan en la actualidad en un 54,2% menos que el año pasado (1.794 en el 2019), aunque cuando se produjo el confinamiento total esta bajada alcanzó el 80,3%. Fuentes de la Conselleria de Interior fijan la media en un descenso del 71,5%.

Con el confinamiento de la población, los delitos, sobre todo los hurtos y los robos, cayeron en picado. Como mucho, se registraron alguna sustracciones en farmacias, en supermercados o tiendas de alimentación, que eran de los pocos locales que estaban abiertos. En la medida que los ciudadanos han vuelto a salir de sus casas, sea para pasear, comprar o para ir a su lugar de trabajo, la delincuencia ha empezado a rebrotar, aunque, por ahora, a marcha lenta. Cada día hay más denuncias, pero los niveles son muy inferiores a los del 2019. 

En el periódico comprendido entre el 14 y el 27 de marzo, tras el decreto del estado de alarma, la reducción de delitos fue del 77,8%, lo que llegó a ser del 80,3% cuando se produjo el confinamiento total. Posteriormente, esa diferencia respecto a 2019 se redujo, pasando al 70% y al 67%. En la fase cero de desescalada, este porcentaje negativo se situó en un 54,2%. La caída media entre el 14 de marzo y 10 de mayo, por lo tanto, ha sido del 71% (28.700 delitos, frente a 100.061 en el 2019). Estos resultados indican que la mayor ocupación por parte de los ciudadanos de la vía pública ha originado, como era de esperar, un aumento paulatino de los delitos, sobre todo los robos con violencia e intimidación y los hurtos.

Estafas a través de internet

Durante la crisis sanitaria se han disparado las denuncias por estafa a través de internet, en concreto 198 casos al día, sobre todo, el 'phishing'  (engañar al usuario haciéndole suministrar sus datos a través de una página falsa) o el cometido por la persona que se hace pasar por una empresa conocida para conseguir una transacción económica, pasando por alguna que otra extorsión en el ámbito de la pornografía. De las 31 denuncias diarias por estos delitos en los primeros días del estado de alama, se ha pasado 198.  Desde la Conselleria d'Interior se está trabajando en un proyecto destinado a la prevención de este tipo de actividad ilegal.

En los casos de violencia machista o doméstica se está regresando a los datos del pasado año, pero los Mossos no descartan que durante este confinamiento se hayan producido más agresiones que, por ahora, continúan ocultas, al no tener conocimiento de ellas la policía. 

Traficantes de droga

La limitación  de la movilidad ha permitido, en cambio, la detención de pequeños traficantes de droga, no solo por el mayor control policial, sino también porque sus acciones han quedado menos disimuladas en unas calles vacías. De esta manera, se ha incrementado un 21% los arrestos por esta tipología delictiva durante ese periodo.

Para luchar contra el nacrotráfico, los Mossos se han puesto en contacto con empresas de repartidores por si los camellos pueden estar utilizando esa vía para distribuir la sustancia. Fuentes policiales no descartan que el crimen organizado esté usando empresas con problemas económicos para esta labor o para alquilar sus naves para cultivar marihuana.

Fuentes de la Conselleria d'Interior destacan, además, que durante el estado de alarma se han producido varios incidentes de conflictividad social y de tensión en los que se ha constatado una agresividad y violencia desmesurada ante la actuación policial, con agresiones, incluso, a algun agente.