Aplazada la publicación del informe PISA relativa a la lectura tras detectar anomalías

La OCDE descubre "un comportamiento de respuesta inverosímil" por parte de algunos estudiantes

Pruebas de cuarto de la ESO en el Institut Luis Vives, el pasado febrero.

Pruebas de cuarto de la ESO en el Institut Luis Vives, el pasado febrero. / periodico

Olga Pereda

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No hay error técnico. Tampoco manipulación de los datos. Pero la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, que aglutina a 36 países) ha decidido aplazar la publicación de los resultados de la prueba de lectura realizada en España dentro del informe PISA, el programa internacional para evaluar a los estudiantes. Algunos datos, asegura la OCDE en un comunicado, "muestran un comportamiento de respuesta inverosímil por parte de los estudiantes". Lo que sí se harán públicos -el próximo 3 de diciembre- son los resultados de la prueba de matemáticas y ciencias.

Los datos de España "han cumplido los estándares técnicos de PISA". Pero la anomalía detectada hace que, de momento, no se pueda asegurar "una plena comparabilidad internacional" de los resultados de España relativos a la fluidez lectora. Sin querer hacer ningún comentario adicional, los portavoces del ministerio de Educación se han remitido al comunicado de la OCDE, que destaca que "España está de acuerdo" en seguir la recomendación de aplazar la publicación de sus resultados al mismo tiempo que "se investiga sobre las posibles fuentes de estas anomalías".

De forma apresurada

Un número relevante de estudiantes españoles respondieron a una sección nueva de la prueba de lectura -la sección de fluidez lectora- de una forma que era "patente" que no representaba su competencia lectora real. Esta evaluación se hizo a través de ordenador, así que las acciones de los estudiantes quedaron registradas y se ha podido realizar un seguimiento. En muchos casos, explica la OCDE, los estudiantes contestaron la sección de fluidez lectora de manera apresurada, empleando menos de 25 segundos en total para responder más de 20 preguntas. En comparación, los estudiantes que dedicaron el esfuerzo adecuado a estas preguntas emplearon por lo general entre 50 segundos y más de dos minutos en contestar esta sección, dependiendo de lo rápido que pudieran leer. 

La OCDE explica que este comportamiento anómalo de respuesta no ha sido uniforme en toda la muestra de España, sino que se ha observado en determinados centros educativos de algunas zonas de España (sin especificar cuáles).

La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, se ha quitado de encima cualquier responsabilidad e insistió en que las pruebas a los estudiantes se realizaron en mayo del 2018, un mes antes del desembarco socialista en la Moncloa. Celaá añadió que no es la primera vez que la OCDE detecta anomalías y mencionó casos en EEUU y Holanda. Fuentes del organismo, sin embargo, declararon a la agencia Efe que lo ha ocurrido en esta ocasión en España no había sucedido antes, solo en 2015 se excluyeron algunos resultados en Kazajistán.

El comunicado oficial añade que tanto la OCDE como España están trabajando conjuntamente para identificar las causas de este comportamiento de respuesta por parte de los estudiantes y poder evitar así que se produzcan casos similares en el futuro. "Una vez que conozcamos la extensión del problema en profundidad y comprendamos sus causas y consecuencias, la OCDE decidirá cuál es la mejor forma de publicar los resultados de lectura en España", concluye la nota.

Cerca de 40.000 alumnos de 1.102 institutos de todas las comunidades españolas participaron el año pasado en las pruebas del informe PISA, que desde el año 2000 evalúa las capacidades de estudiantes de todo el mundo en lectura, matemáticas y ciencias. La prueba está destinadas a alumnos de 15 años, justo cuando se acercan a terminar la educación obligatoria, y se realizan desde el año 2000 cada tres años.