SITUACIÓN METEOROLÓGICA EXCEPCIONAL

Aragón combate uno de los peores fuegos de su historia

Un hombre pone a salvo su rebaño cerca de Farasdués.

Un hombre pone a salvo su rebaño cerca de Farasdués.

LUIS MIGUEL GABÁS / FARASDUÉS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El incendio declarado anteayer en la sierra de Luna, en la comarca zaragozana de las Cinco Villas, se ha convertido ya en uno de los más virulentos y dañinos de la historia reciente de Aragón, con más de 14.000 hectáreas quemadas. Tan solo uno le supera entre los declarados en las últimas décadas, el que en 1994 devoró 18.072 hectáreas en el Maestrazgo turolense.

El descenso en la intensidad de viento y el hecho de que el frente del incendio se fraccionara en distintos focos facilitaron ayer la labor de la gran cantidad de medios desplegados en la zona para intentar controlar las llamas, que habían obligado a desalojar a unos 1.500 vecinos durante la primera jornada. El Gobierno aragonés confiaba en que el fuego, que de momento continúa activo, pueda darse por estabilizado, mañana, eso sí, siempre y cuando los condicionantes meteorológicos no empeoren.

La mejora de la situación permitió que ayer pudieran volver a sus hogares los habitantes de Biota, de la pedanía de Arba y los de Farasdués, donde las llamas habían alcanzado horas antes el casco urbano, aunque sin dañar finalmente ninguna vivienda gracias a la intervención de los equipos de extinción y los vecinos. En cambio, los vecinos de Asín y Orés, en la zona más activa del incendio, continuaban evacuados al cierre de esta edición.

Otros municipios como Uncastillo y Luesia también vivieron con preocupación el avance del fuego. El humo llegó a envolver muchas de sus casas, por lo que algunos vecinos decidieron sacar la maquinaria de labranza y crear cortafuegos por si la situación se complicaba.

Del total de hectáreas calcinadas a última hora de la tarde de ayer, unas 8.000 correspondían a campos de cultivo, principalmente cereal. La masa forestal afectada es, en su mayor parte, de pino carrasco.

Unas 500 personas trabajaron desde las primeras horas de la mañana en las tareas de extinción. A ellas se unieron equipos de extinción procedentes de Catalunya, la Comunidad Valenciana Navarra, que acudieron ante la llamada de auxilio del Gobierno de Aragón. Asimismo, la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegó a 341 militares.

OTROS INCENDIOS

Mientras los efectivos se afanaban por combatir el fuego en Aragón, en otros puntos de la Península se originaban otros incendios de menor consideración. En Cardedeu ardieron 8,7 hectáreas en una zona boscosa de la urbanización Bellavista que afectó a dos casas, un vehículo y un cobertizo en el que se almacenaban 15 toneladas de leña que obligaron a los bomberos, que desplegaron diez dotaciones, a remojar la finca durante horas. En Palencia, en la localidad de Santervás de la Vega, a pesar de la rápida actuación de los equipos de emergencia y el concurso de tres helicópteros, las llamas arrasaban más de 30 hectáreas de arbolado. En todo el país se declararon otros dos incendios menores que pudieron ser sofocados sin problemas, uno en la localidad sevillana de El Garrobo y otro en Cieza (Murcia).

La magnitud de la amenaza se refleja con el análisis del impacto potencial que realiza Marc Castellnou, responsable del área forestal de los grupos operativos especiales de la Direcció General de Prevenció i Extinció d'Incendis, informa Víctor Vargas. «Esta semana el riesgo de incendios es de tres cifras, de centenares de hectáreas; para la próxima semana, la posibilidad de fuego forestal se elevara por encima del millar de hectáreas, derivando en una situación de riesgo extremo», expone Castellnou. «En una escala de gravedad de la situación de 1 a 5, a partir del lunes (hoy) estaremos en el nivel 4 si no hay ningún imprevisto», ilustra.