LA ESCUELA Y LA UNIVERSIDAD

El calendario escolar ganará en estabilidad

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El calor, el grado de abstracción y la complejidad de cada asignatura, la jornada laboral de los padres, las fiestas locales, las excursiones y otras salidas educativas... La programación de un curso escolar, que en Catalunya dura 171 días, no es labor sencilla. «La planificación la realiza cada centro combinando las denominadas variables técnicas -pedagógicas, médicas o incluso climatológicas- y unas variables sociológicas, como pueden ser los horarios de los progenitores», explica Joaquín Gairín, profesor del departamento de Pedagogía Aplicada y director del Equipo de Desarrollo Organizacional (EDO) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Por eso, agrega, cualquier decisión que suponga reducir la incertidumbre es bienvenida. «Saber que las fiestas de Pascua van a ser siempre en unas fechas concretas facilitará las planificaciones y las hará, poco a poco, más estables», señala Gairín, que considera, además, que «siempre es positivo que haya un acuerdo entre religiones, en una sociedad tan multiétnica y tan multirreligiosa como la actual».

Los profesores, eso sí, se encontrarán con que el segundo trimestre es un par de semanas más largo que el tercero, «pero, como lo sabrán de antemano, no tiene por qué afectar a los programas escolares», indica el experto. La estabilidad del calendario, en cambio, apenas afectará a la actividad universitaria, que se organiza en cuatrimestres. M.J. IBÁÑEZ