Kheraba Drame: "Nos lo negarán todo hasta que estemos muertos"

Zapatos viejos, ropa usada y objetos a cada cual máskitsch se apilan y se extienden como un mar de dunas de colores en el almacén de Kheraba en la nave-ciudad de la calle de Puigcerdà, donde cientos de personas viven sin agua ni luz pendientes del desalojo. En el dintel de la puerta, una inscripción:Ph Ut-Sut. «Significaen busca de la grandezaen egipcio antiguo, que es el idioma que se habla en el sur de Senegal, mi tierra natal», dice Kheraba a falta de un diccionario erudito. Los artistas Francesc Torres y Mercedes Álvarez han documentado su vida y la de otras siete personas víctimas de la precariedad en el proyecto25%,un título alusivo al paro con el que Catalunya se ha presentado en la meca del arte contemporáneo.

-¿Irá a Venecia?

-Me invitaron, pero no puedo ir porque tengo los papeles caducados. Llevo 15 años en Barcelona, mis hijos han nacido aquí, pero aún así tengo que ir cada tanto a hacer la misma cola para renovar mis papeles. ¡Ya no quiero sus papeles! Es mentira que los papeles te den más derechos.

-¿Qué da más derechos entonces?

-Tu propia determinación. En mi caso, montarme un mundo paralelo, como el de la calle de Puigcerdà 127. Abrí esto hará año y medio y aquí vive gente que dormía en la plaza de Catalunya. Abro un lugar y lo cierran, abro otro y lo vuelven a cerrar. El abuso que están cometiendo contra la comunidad africana pone la piel de gallina. Llamamos a todas las puertas para despertar las conciencias pero la respuesta es la indiferencia.

-Está muy enfadado.

-No, estoy decepcionado. He dado 15 años de mi vida a un país que no me reconoce, al contrario, me criminaliza. Hay muchos catalanes viviendo en mi pueblo de Senegal y allí son protegidos y respetados. Yo también amo esta tierra...

-Su catalán es de Pompeu Fabra.

-Ni así me creen. Hay gente nacida en Catalunya que lo pasa peor que nosotros, por eso no insistimos en nuestro drama humano, solo pedimos que nos den las mismas oportunidades que a los demás para prosperar. Hemos propuesto a los políticos que mandan proyectos de cultura y economía, como reabrir fábricas para crear empleo y abrir puentes comerciales con África, pero no quieren saber nada. Nos lo negarán todo hasta que estemos todos muertos.

-¿Por qué es tan drástico?

-En Catalunya aún hay calles y monumentos que llevan el nombre de traficantes de esclavos. Si se habla de memoria histórica no es solo para reparar el mal que te han hecho a ti, sino también el mal que tú has hecho a los demás. Por eso estamos trabajando en un texto sobre la reparación de la esclavitud y elapartheidcon Iniciativa per Catalunya. La comunidad africana somos los esclavos modernos. Siento hablar así, pero es como me siento.

-¿No se ha sentido siempre así?

-Antes de llegar a Catalunya yo era el niño más feliz del mundo. Pero no se puede luchar perpetuamente por cosas tan básicas.

-¿Su familia de Senegal sabe cómo están las cosas aquí?

-Piensan que estamos en el primer mundo y que todo va bien. Además, si llegamos a enviarles 30 o 50 euros, eso les confirma que estamos bien. Es lo que queremos, que no se preocupen.

-¿En estos 15 años nunca le ha contado a su madre cómo se siente?

-No, me diría que volviera inmediatamente. ¿Cómo voy a irme? Aquí están mis hijos, mi pareja, mi lucha.

-Para el proyecto 25%

-Bastante más caótico, por cierto. Me impactó que en un museo de arte contemporáneo no hubiera representación de artistas negros.

-Alguno tiene que haber. También hay pocas mujeres.

-Pero por lo menos hay algunas. ¿Es que las personas que han significado algo en la historia de la humanidad tienen que ser todas blancas?

-¿Qué obra eligió?

-Un bambi de Carlos Pazos hecho con partes de otros animales. Representa cómo el hombre ha modificado la naturaleza y la sociedad y ha acabado creando un monstruo.