En abierto, este miércoles

'La Red Púrpura': un crudo relato sobre vídeos 'snuff' a ritmo de electro-flamenco, ahora en Antena 3

‘La novia gitana’: una adaptación del ‘best-seller’ que les gusta a los Carmen Mola, ahora en Antena 3

Nerea Barros: «Hay un misterio en mi mirada que hay que aprovechar»

Ignacio Montes: «Ser una opción para Paco Cabezas ya era para mí un premio»

Los Carmen Mola viajan a Cuba para desplegar sus truculencias en su nueva novela, 'El infierno'

La red púrpura

La red púrpura

Inés Álvarez

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Hacía años ya, concretamente cuatro, que los Carmen Mola habían escrito ‘La Red Púrpura’, la segunda novela de esa trilogía que inició ‘La novia gitana’, pero su adaptación en forma de serie se estrena en unos momentos en que las sensibilidades están a flor de piel al destaparse el consumo que hacen los niños del porno (algo que aborda muy bien la docuserie ‘Generació porno’, que emiten TV3 y EITB y ofrecerá alguna plataforma) y cuando salen a la luz los casos en los que menores desnudan a otras menores con una aplicación para compartir el vídeo, impermeables al daño que puedan causar.

Y aunque la realidad supera la ficción, la que muestra ‘La Red Púrpura’, la serie  producida por Paramount Television International Studios, con la participación de Atresmedia Televisión, y en colaboración con Diagonal (Banijay Iberia), que emite cada domingo Atresplayer y cuyos dos primeros capítulos ofrece Antena 3, en abierto, este miércoles, 1 (22.45), es de tal crudeza que hace que el espectador se remueva en el sillón incapaz de digerir las imágenes. Eso si ha conseguido verlas todas sin cerrar los ojos.

Torturas en directo

Porque si la serie ‘La novia gitana’ ya se mostró como un ‘thriller’ oscuro y sórdido, así dibujado por la pluma de los Mola y debidamente resaltado por la paleta de claroscuros que maneja a la perfección Paco Cabezas, su director, ‘La Red Púrpura’, al adentrarse en el salvaje mundo de los vídeos 'snuff', aquellos que ofrecen en directo la tortura y posterior asesinato real de una persona para el disfrute de quien ha pagado por tal ‘show’, da un paso (o dos) más. 

La historia se inicia un tiempo después de que la BAC (Brigada de Análisis de Casos), que capitanea la inspectora Elena Blanco  (Nerea Barros), fuera penalizada por el desenlace del ‘caso Macaya', que investigaban en ‘La novia gitana’: el del asesinato de una joven de esa etnia cuyo cadáver había aparecido enfundado en el vestido de novia y en la misma posición que su hermana, asesinada seis años antes. De aquel fallido caso solo habían sacado un hilo del que tirar: el de la existencia de la organización Red Púrpura, que a la inspectora le dará una pista del paradero de su hijo, desaparecido de niño, y al que nunca cesó de buscar.

Jóvenes y delitos

Una noticia largamente esperada que le provoca sentimientos encontrados ya que le llega como nunca habría querido recibirla: Lucas (Unai Mayo) ya es un joven veinteañero que, tras ser arrebatado de sus padres, ahora siente que su familia son los miembros de es esa red. Y le exige a su madre que le olvide. Por eso ella ocultará ese hallazgo a sus compañeros, a excepción de su fiel amiga Mariajo (Mona Martínez), la 'hacker' del departamento. 

Y con ese secreto oprimiéndole el pecho intentará desmontar la organización. Fruto de ello es ese acoso y derribo que en el minuto uno provoca la detención de un quinceañero que disfruta del vídeo desde la soledad de su habitación, con sus padres esperándole en el salón para cenar, ajenos a su delito. Una imagen escalofriante solo superada (y con creces) por la previa exhibición descarnada de las torturas infringidas a una joven elegida al azar. Y eso es solo el primer capítulo. No ha hecho más que comenzar.

Al habla su director

El único que parece disfrutar con este horror es su director, Paco Cabezas, pero desde el punto de vista de la creación, claro está. Porque es consciente del realismo que destilan las imágenes y hasta dónde pueden llegar los personajes, a los que se incorpora ese monstruo despiadado que se encarga de las torturas, Dimas, interpretado por un Roberto Álamo que nunca deja indiferente. 

“Hay una cosa muy fuerte que nunca se ha contado en este país y que no he visto en ninguna serie: un chaval viendo un vídeo 'snuff' en su cuarto. Con lo que levanta unas cuantas, ampollas, porque no sabemos los que ven los niños en las pantallas y porque estos no saben diferenciar entre sexo y violencia. Y eso es muy peligroso”, advierte Cabezas. “Nosotros, a de la ficción, a través del ‘thriller’, de una historia que te va a enganchar, hablamos de algo que es de actualidad”, dice sobre el trasfondo social que encierra.

Pero no es el único tema actual que se trata, y que afecta también a muchos adolescentes. Aparece asimismo el de las autolesiones, una realidad complicada para lo que consultaron a psicólogos y psiquiatras. “Elena Blanco deja el alcohol y el sexo esporádico y entonces, ¿cómo evacúa, cómo suelta de vez en cuando ese dolor?”. Solo hay una manera: produciéndose dolor físico para no sentir el otro. El que la rompe por dentro.

Nuevos personajes

También se mantiene esa banda sonora presidida por el flamenco que tan grandes momentos propició en la primera temporada. “Porque el flamenco habla de algo primitivo, del drama del amor. Y hemos encontrado un flamenco que mezcla la electrónica, como el de Rosalía y el de Niño de Elche”, muy propio para una ina historia que habla de internet, cuenta el director de la serie (que esta vez está también dirigida por Juan Miguel del Castillo). Aunque de pronto aparece una canción de Mina y funciona a la perfección. Eso sin olvidar que la composición musical corre a cargo de Zeltia Montes, premio Goya 2022 por su trabajo en ‘El buen patrón’.


Junto a Nerea Barros repiten en el reparto Ignacio Montes, Mona Martínez, Lucía Marín Abellán, Vicente Romero, Francesc Garrido, Ginés García Millán y Carlos Cabra. Y se incorporan, entre otros, el citado Roberto Álamo y Carmen Prada, que dan vida a dos seres inquietantes. "A veces los personajes más extremos resultan más sencillos porque se alejan mucho de ti", dice el actor de 'Antidisturbios' y 'Las noches de Tefía'. Porque, así como la novela se centraba más en Elena Blanco, en la serie “los otros personajes cuentan su propia historia. Y en la tercera temporada hay un petardazo, un caramelo envenenado. Que luego no nos digan: “El libro es mejor”, reivindica Cabezas.