Estreno en Atresplayer

'Las noches de Tefía': la huida onírica de un campo de concentración franquista

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Las noches de Tefía Elenco

Las noches de Tefía Elenco / Atresmedia

Inés Álvarez

Inés Álvarez

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Para el régimen eran “vagos y maleantes”, porque así lo contemplaba una ley de 1954, en la que se incluía a los homosexuales. Y con la ‘sana’ intención de reformarles, se les internaba en un campo de concentración que recibía el eufemístico nombre de Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, levantado en un paraje desértico de Fuerteventura en medio de la nada. Un lugar que existió y por el que pasaron muchos españoles hasta 1966.

Se trata este de un escalofriante episodio de nuestra historia, uno más, desconocido por muchos, que la serie de Atresplayer (antes Atresplayer Premium) ‘Las noches de Tefía’ quiere dar a conocer. Y lo hace mediante un relato que se mueve entre la crudeza de esa realidad y la fantasía de otra paralela que, para soportar el duro día a día, se crea el grupo de internos que la protagonizan. Una huida onírica, gracias al ‘music hall’ Tindaya, un local de espectáculos que solo existe en su imaginación y que les permitirá ser ellos mismos cuando el sol cae. La plataforma estrena este domingo, 25, dos de sus ocho capítulos.

El artífice de esta ficción tan emocionante como entretenida es Miguel del Arco dramaturago, guionista y director de teatro y cine, cofundador de la productora teatral Kamikaze, que valora que la productora, Buendía, y la cadena, Atresplayer, le hayan dejado hacer lo que ha hecho siempre en el teatro y ha defendido: lo que le da la gana. “No he tenido líneas editoriales ni rojas”, asegura. El proyecto fue cogiendo forma cuando apareció Rómulo Aguillaume para codirigirla. La selección del elenco ha sido vital, porque todos ellos “se han puesto al servicio de una historia dura desde el punto de vida emocional, pero también por cómo se planteaba, por la exigencia física que suponían las dietas brutales que tuvieron que hacer y el mes de ensayos", asegura Del Arco. "Es dura, porque es una serie compleja, también formalmente", confiesa Del Arco.

Esa complejidad se intuye en la primera escena, en la que mediante una cuidada coreografía rodada en blanco y negro se muestra la angustia de uno de los protagonistas, Airam Betancor, 'La Bambi' (Marcos Ruiz). Y en esa dramática tonalidad se mostrará la realidad de los internos, mientras que las actuaciones y las historias paralelas se presentan en color, igual que ese presente, 50 años después, en el que aquel joven de 19 años, convertido ya en un adulto (a quien le da vida Jorge Perrugoria), debe enfrentarse a su pasado, ante la insistencia de un periodista. Y con ello, a su salida pública del armario, en el que escondió su condición a sus hijos y al mundo.

El perfil de los presos

“Airam es el chico que llega por primera vez y se apoyará en sus compañeros para sobrevivir”, detalla Ruiz. Otro de los protagonistas de esa pesadilla de día que se tornaba en un sueño de noche es Manuel Flores, La Vespa, interpretado por Patrick Criado. “Es un tipo lleno de vida con una sonrisa siempre por delante, a pesar de las circunstancias, y que cuida de sus compañeros. Le pasarán cosas que le van a enfrentar a amistades que le traicionan y amores que no llegan a buen puerto”, cuenta el actor de ‘Mar de plástico’      

Miquel Fernández interpeta a Charli, un dramaturgo exalcohólico de cuya cabeza salen las historias del Tindaya. “Charli está un poco fuera de lugar. Es el personaje más intelectual, ya que viene del teatro, de otro sitio, no está ahí por ser homosexual. Aporta todas las noches en el barracón historias para salir de las miserias. Es un soñador”, cuenta.

Raúl Prieto da vida a Boncho, que no es en absoluto sospechoso de homosexualidad, ya que le obsesionan las mujeres. “Boncho en Canarias significa fiesta”, dice el actor para dar idea de su personaje. “Es de los pocos presos que está ahí con razón, porque ha sido proxeneta y ladrón. Pero se está haciendo buena persona”, añade.

Transexual y discapacitado

La vulnerabilidad que le supone ser una mujer atrapada en un cuerpo de hombre hará que La Sissi sea uno de los presos que más sufra. Y así la explica Javier Ruesga, el actor que le da vida. “Es una transexual injustamente detenida. Para entenderla tenemos que pensar en esas mujeres de los años 60 que fueron pioneras", explica. Pero también la que más disfruta esa ficticia evasión. “Es la estrella del Tindaya”, asgura.

El personaje de La Sissi, en su actuación en el Tindaya.

El personaje de La Sissi, en su actuación en el Tindaya. / Atresmedia

Jorge Usón es el Conde Fénix. “Tiene otro perfil de preso, es discapacitado, abusado por parte de la Iglesia, de las instituciones y un desheredado. Esta es una historia de los desheredades, de los perseguidos, de los marginados”, dice sin poder contener la emoción. “Se aporta un poco de luz a una de las historias más tenebrosa de nuestro país”, añade.

El personaje del actor canario Luifer Rodríguez, La Pinito, figuraba en el guion como más joven. “Mi aportación ha sido darle amplitud al drama de esta gente, en un sociedad en la que no se puede amar y ser libre. Es el mayor, y es un homenaje a los homosexuales que no pudieron sobrevivir a esa represión”, cuenta. Al otro lado, en el bando de los malos, está el personaje de Israel Elejalde, don Anselmo, el director del centro. “Es un ser lleno de luz”, ironiza, para acabar describiéndolo como “un franquista convertido, homófobo, racista... Una de esas personas que piensan que la justicia social es una invención del comunismo provocada por la envidia", detalla.

Un acto de justicia

Entre un elenco tan masculino destaca con luz propia Carolina Yuste, que da vida a Nisa, tan presente en la memoria de Charli como protagonista en el Tindaya. “Esta serie es un acto de amor y justicia de nuestra historia. "Para poder sanar y poner en valor las experiencias de muchísima gente en la época más oscura de nuestra historia”, insiste la actriz, que define a su personaje como “alguien que representa a todas esas mujeres activistas por los derechos humanos, esas feministas que nos han traído lo que tenemos".

Sostiene Sonia Martínez, directora editorial de Buendía Estudios, que "esta historia era necesario contarla desde la honestidad". "Ese ejercicio era muy difícil por esta línea tan delgada que vivimos últimamente para contar las cosas. Y hemos intentado ser honestos no solo con la historia, sino con la producción. La serie es dura, pero te abre los ojos y te divierte", afirma. Aguillaume también subraya la importancia de contar esta historia. Y tiene una razón muy personal. "Me sorprendió que se fuera a hablar de los campos de concentración, porque yo soy nieto de un preso del campo de Albatera, en Alicante y cuando defiendo que habían existido, hay gente que lo desconoce y otra que lo niega. Si no estamos de acuerdo en unos mínimos, la convivencia en esta sociedad es muy difícil", concluye.