Tamara Casellas ('El hijo zurdo', Movistar Plus+): «Casi me caigo de la silla al enterarme de que trabajaría con Rafael Cobos y María León»

Cuando hace 15 años la sevillana Tamara Casellas conoció la magia de la cámara, descubrió que le daba aún más que el teatro. Fruto de ese flechazo han sido varios cortos y dos largometrajes, 'Desaparecer' (2018) y 'Ama' (2021), cuyo papel en este último le valió una Biznaga de Plata en el Festival de Málaga. Ahora ha asistido en primera fila al gran éxito de la serie 'El hijo zurdo' (Movistar Plus+) en Canneseries, del que, dice, aún está aterrizando. Aunque ya ha despegado con la adaptación a largometraje del corto de Sandra Romero 'Por donde pasa el silencio'. Y le espera otra serie. No estará mucho en el aeropuerto, vamos. 

¿Cómo está asimilando el éxito en Canneseries de 'El hijo zurdo'?

 Estoy aterrizando todavía. Sobre todo por la puerta tan grande que nos abre esto para fuera. 

Usted ya ganó una Biznaga de Plata en el Festival de Málaga en 2021 con 'Ama'. Y ahora esto. 

Con Ama pensé: pero ¿qué está pasando? Pero, aunque he hecho mucho teatro, llevo 15 años con mucho audiovisual. Con cine de autor y cortometrajes. Lo bueno que tuvo para mí la Biznaga es que me conocieran en Andalucía, porque llevaba tantos años fuera... Con lo que estoy muy agradecida por poder actuar en mi tierra y en mi acento. Y he entrado por la puerta grande en el cine andaluz, de la mano de Rafael Cobos y de María León. Aún estaba asimilando eso y viene lo de Cannes. 

La serie tiene mucho de cine de autor. Es una película en trocitos.

Yo pensé lo mismo. Y con el sello de Rafael Cobos, con las historias que le gusta contar... Y que acerca a una Sevilla diferente a la que la gente conoce, pero muy nuestra. Una Sevilla en la que yo me he criado.

Y además enlaza mucho con el cine que suele hacer usted. 

Sí, el de esos personajes que aparentemente no han sido comprendidos socialmente en un momento dado y cómo van encontrando su sitio. A Maru la conoces ya de esta manera, pero lo que le está pasando a Lola seguro que le pasó a ella hasta que encontró su sitio.

"Estoy muy agradecida por haber podido rodar en mi tierra y en mi acento"

Maru es una mujer de clase humilde que encara el mismo problema que Lola, pero con otra actitud.

Maru la riqueza la tiene dentro. A diferencia del personaje de Lola, que no la había descubierto aún. Es una mujer que decide el amor y la comunicación hacia su hijo como camino, que es lo que le diferencia de Lola y lo que le enseñará. Dice: prefiero que el niño me cuente todo lo que hace para tenerlo cerca y no juzgarlo. Eso no quiere decir que no tenga su propio juicio personal para con lo que hace El Loco (su hijo), pero le da la mano y le dice: aquí siempre vas a tener un sitio donde volver, porque es la manera que yo pueda acompañarte hacia otro camino. Si te suelto, te pierdo. Más que luchadora es valiente. El problema te lo comes o no te lo comes. Ella decide comérselo y trabajar con el amor desde dentro. 

Toma la vida como viene. Y comprende que los hijos no siempre son como queremos que sean.

Lola se queda impresionada de la filosofía de vida de Maru. Eso de: yo elijo el amor por encima de todo y le creo. Pero no lo hace solo con su hijo, sino con todo. No juzga a Lola, no tiene rencor hacia ella. Siempre le muestra una mano amiga. Maru tiene ese carácter en general: voy a sacar la luz de todo lo que toque. 

Su personaje tiene mucha importancia en la historia de la protagonista. ¿Sentía responsabilidad?

Cuando vi la serie, pensé: es la luz, el soplo, el respiro de la serie. Todo el mundo está metido en los problemas de Lola y respiras con Maru como espectador. Tengo unos de los personajes más agradecidos. Es la ternura, la dulzura, el chiste, el humor... Como tu situación no va a cambiar, mejor te lo tomas con humor.

Su interpretación es menos contenida que la de María León.

Aunque la contención está, porque ha habido una contención técnica de base. Pero es verdad que Maru se permite más que Lola porque se quiere. No está en el mañana, no está en el ayer: está en el ahora.

«(Con la cámara) puedes rodar un suspiro, un algo muy pequeñito. No le puedes mentir a la cámara»

¿Se había leído la novela o le recomendaron que no lo hiciera?

Nos aconsejaron que lo hiciéramos después de rodar. Y menos mal. Porque si no empiezas a teorizar sobre el personaje y eso no te ayuda.

¿Cómo ha sido trabajar con Rafael Cobos y María León?

Casi me caigo para atrás de la silla cuando me enteré. Tú imagínate.... Son dos personas muy generosas. María es una compañera brutal. Muy cercana desde el minuto cero. Hemos hecho muy buenas migas. Rafael nos decía a veces : «Que Lola y Maru aún no son amigas, ¿eh?». Y él es una persona muy generosa y humilde, capaz de decirnos: «Oye, que yo con vosotras estoy aprendiendo». Y tiene una escucha muy fuerte. Y mucho humor, que siempre hace falta.

Eso facilitaría afrontar el rodaje de una serie con tanta intensidad. 

Sí, de hecho, es difícil describirla. Y eso es lo maravilloso. Eso quiere decir que tiene muchas miradas, muchas capas, mucha complejidad...

Empezó con el teatro, pero descubrió la magia de la cámara.

Sí, porque puedes rodar un suspiro, un algo muy pequeñito. Y eso no lo puedes hacer en el teatro, donde la proyección es mucho mayor. Para hacer algo tan pequeñito debes tener claro lo que te pasa por dentro. No le puedes mentir a la cámara. 

Ha estado muy vinculada a la escuela ESCAC de Barcelona.

Entré de 'coach' por Pepa Fluvià como voluntaria. Pero gracias a eso no solo hice proyectos interesantísimos como el de Ama, también aprendí a trabajar con una cámara. Y con chavalas y chavales que crecen contigo. 

Dice que está aterrizando, pero ¿ya prepara otro despegue?

Sí, estoy con una película de Sandra Romero y hay otro proyecto de serie. Estoy muy agradecida.