Entrevista

María León ('El hijo zurdo', Movistar Plus+): "Estoy muy orgullosa de cómo soy y de defender quien soy"

Rafael Cobos: "Un hijo es un espejo que te devuelve tus virtudes y tus miserias"

María León ('Heridas'): "Las víctimas de maltrato se hacen verdugos de sí mismas"

Muñoz, Luengo y Cruz: "No vuelve 'Un paso adelante', llega 'UPA Next'"

Estas son las dos series que triunfan y que ofrece gratis TVE

María León

María León / Fermín Cabanillas

Inés Álvarez

Inés Álvarez

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María León (Sevilla, 1984) tiene una capacidad innata para hacernos reír con su desparpajo y autenticidad. Pero ahora coinciden en emisión dos series es la que despliega su gran potencial dramático: 'Heridas' (Antena 3) y 'El hijo zurdo', que acaba de estrenar Movistar Plus+, tras ser premiada en Canneseries. En esta última, debut como director del guionista Rafael Cobos, da vida a una madre que para ayudar a su hijo tiene que reconstruirse. Un papel que le exige una gran contención y alejarse más que nunca de lo que es María León.

Nos tiene acostumbrados a la comedia, pero ahora la vemos en dos dramas: 'Heridas' y 'El hijo zurdo'.

Sí. Aunque, si bien es cierto que en 'Heridas' contamos un drama importante, es un formato que estamos acostumbrados a ver en ese tipo de drama. Y, aunque no hay tanta intimidad con el personaje, igualmente es interesante y por descubrir. Pero con 'El hijo zurdo' yo he tenido la oportunidad y la suerte de poder interpretar y aprender mucho de un thriller emocional en el que se dice más por lo que se calla que por lo que se habla.

Esta serie se nutre mucho de los silencios. Eso le habrá supuesto un gran ejercicio de contención.

La interpretación ha sido completamente diferente a otros trabajos a los que me he enfrentado, en los que una intenta ponerle cosas de su propia cosecha para que tenga más autenticidad. En este caso yo he tenido que olvidarme al 100% de mí y estar en Lola, en su sentimiento y su pensamiento, y en su propio hilo mental interior. Es un personaje que va interpretando dentro de sí misma, para sí misma y únicamente con la conexión del espectador.  

"En 'El hijo zurdo' he tenido que olvidarme al 100% de mí y estar en Lola"

Es muy para dentro, mientras que usted es pura extroversión.

Sí, y es bonito, porque hay una narrativa de la actriz completamente distinta a la que yo estaba acostumbrada. Es como más íntima y tú tienes que confiar en que esa intimidad se está transmitiendo a través de tu mirada y tu respirar. Y soy consciente de que hay una técnica de rodar todo el tiempo con un 50 (óptica de plano corto) en la cara, porque también le cuentas la historia a la cámara. Es interpretar junto con la técnica para contar una emoción. Porque si te pasabas de rosca, la cámara te lo decía. No solo es un aprendizaje actoral, sino también técnico. 

Aparte usted aparece sin maquillaje o con uno poco favorecedor

Lo que no favorecía eran los 50 grados con los que estábamos rodando, con lo que se ve el poro dilatado. Porque la gente del equipo iba cayendo. Constantemente la enfermedad iba detrás de nosotros. Y una ola de calor, con lo que había momentos muy críticos. Pero todo eso lo intenté utilizar a favor de Lola y yo creo que se ve. En el poro ves un sudor, un sufrimiento, que empieza a oler a través de la pantalla.

Pensaban en una persona mayor, pero enseguida vieron que solo María León podría ser Lola.

Esa fue mi suerte. Y se lo agradezco a Rafael Cobos, porque ha tomado muy buenas decisiones y por eso ha hecho una serie que se diferencia por tener un estilo propio. Y entre ellas estaba la de confiar en mí para hacer un personaje con tanto peso. Soy consciente de que Rafael vio a muchas actrices con una calidad actoral tremenda, pero era muy difícil encontrar a una con el calibre que quería. Y tuve la gran estrella de ser yo.

«Cuando tienes un hijo, hay que darle unos valores y una identidad, y si tú no estás dibujada, es muy difícil»

Lola descubre que su hijo es un cabeza rapada, pero ella no está bien como para poder ayudarle.

El problema es ese. Ese hijo sale a la calle a buscar un grupo que le recoja. Esos referentes de la calle pueden ser peligrosos para un adolescente que busca una identidad. Ese niño le está diciendo a su madre todo el tiempo: te necesito. Pero ella, por ser zurda y por ser escritora, se automutila para pertenecer a una familia que la quiere quietecita y parada y no libre y soñadora. Esa automutilación se ve reflejada en su hijo. Y es él quien la acciona, la hace verse en un espejo y le dice si tú no me das una identidad, me la buscaré. Y me puedo equivocar. Y cuando en comisaría le preguntan quién es su hijo, se da cuenta de que no sabe quién es ella. Y ahí empieza el viaje de reconstruirse para poder quererle. 

Y encuentra un gran apoyo en esa mujer de clase diferente, pero que tiene el mismo problema. 

Son dos mujeres que se miran y se comprenden, porque lo tienen todo en común, independientemente de que crezcan en clases sociales diferentes. Descubren que todos estamos hechos de un mismo material y a todos nos duele la barriga. No hay diferencia a la hora de querer y de sentir. Maru, aun sin las herramientas ni posibilidades que tiene Lola, se ha hecho a sí misma. Y es la única que le hace ver que tiene que ser una persona individual y dibujarse. Es muy bonito ver cómo desde dos lugares diferentes se puede hacer un efecto espejo. Y todo a través del instinto animal hacia sus hijos.

Son madres coraje. Ahora que es una elección, piensa que hay que ser muy valiente para ser madre?

Sí. Cuando tienes un hijo, tienes una responsabilidad de darle unos valores y una identidad, y si tú no estás dibujada y no tienes una identidad creada, es un horror. Muy difícil. Y es que igual que hay muchas maneras de ser mujer, hay muchas de ser madre. El género femenino por el hecho de ser madre no tiene un único traje. Puedes serlo y seguir llevando una bata de cola.

Usted es una mujer valiente. Lo ha demostrado no hace mucho al no dar el brazo a torcer en el incidente con un policía.

La honestidad y la veracidad que tiene uno, sentirse tranquilo y bien con lo que uno es, eso ya es un valor importante. Contar la verdad no es algo fácil. Sí, siento que siempre he sido muy valiente y muy honesta conmigo misma. Yo nunca he tenido que mentir acerca de quien soy y eso me hace sentir una mujer con un valor muy concreto. Y muy orgullosa de cómo soy y de defender quien soy. Y como estoy tranquila con quien soy, no me tengo que inventar un guion ni nada. Simplemente ser.

"Cuando alguien es diferente, la gente con una pobreza mental le suele tener miedo"

La madre y el hijo protagonistas son zurdos. Cuántos daño se ha infligido a zurdos, enfermos mentales, homosexuales... por intentar 'normalizarles'.

Cuando alguien es diferente y tiene colores que iluminan, la gente con pobreza mental le suele tener miedo. Porque es libre y diferente. Y su manera de reaccionar es juzgando. Y uno de los mensajes que tiene esta serie es este. Cuando tú empatizas con la vulnerabilidad o con el color del otro, eres capaz de verte a ti mismo. Pero hay gente con poca capacidad de ver el mundo y tiene mucho miedo. Y el miedo hace que juzguen. Y cuando tú juzgas a alguien, lo limitas. Y cuando tú limitas a alguien, te están limitando a ti. Y te estás dejando de dar una oportunidad.

La importancia de abrir la mente.

Creo que es importante que cada vez seamos más los que tengamos la flexibilidad y la apertura de poder ver las cosas diferentes y no asustarnos, sino aprender de ellas y poder sentirnos partícipes de ellas. Yo no tengo miedo, y como no lo tengo, amo y me permito aprender constantemente de los que son diferentes a mí. Pero es complicado que no te quieran tener encerrado en algún lugar para que no te diferencies. Al que no tiene capacidad, porque tiene una pobreza emocional, le da miedo. Y lo que hace es achicarte y pisarte como a una rata. Es miedo. Todo nace de ahí. El miedo es el demonio.

Dos mujeres y un sufrimiento

‘El hijo zurdo’ cuenta la historia de una mujer acomodada y autodestruida que deberá enfrentarse al descubrimiento de que su hijo es un cabeza rapada. Pero no estará sola. Encontrará el gran apoyo de Maru (Tamara Casellas), una mujer de clase humilde, pero muy fuerte, con quien comparte el mismo sufrimiento.