Álvaro Rico y Asia Ortega, actores de 'Hasta el cielo: la serie' (Netflix): "Esta no es una serie de ladrones, sino una historia de amor"

Asia Ortega (Barcelona, 1995), actriz y bailarina, no para de encadenar proyectos televisivos: 'Les de l’hoquei', 'El internado. Las Cumbres', 'El inocente'... y ahora, a la espera de que se estrene 'Urban: La vida es nuestra',ha vuelto como Sole en 'Hasta el cielo: la serie', donde puede contar mejor la historia de ese personaje que dibujó la película. Álvaro Rico (Toledo, 1996), actor de series como 'Élite', 'Alba' y 'Madres. Amor y vida', no participó en el filme, pero irrumpe con fuerza con el papel de coprotagonista. 

Asia, había participado en la película. ¿Cómo recibió la noticia de que seguiría como serie?

Asia Ortega (A.O): Me hizo mucha ilusión, porque a Sole no la dejé de lado, como suele hacer una con los personajes, que los mata para poder seguir viviendo su vida personal. Y porque siempre he pensado que tenía mucho que contar. Me llamó Dani Calparsaro directamente, y me hizo mucha ilusión; más cuando me dijo que tomaría más protagonismo, porque eso significaba que la historia de Sole por fin iba a ser contada con toda la magnitud que puede llegar a abarcar. Ha sido un regalo.

Sole toma las riendas del negocio. 

A. O.: A diferencia de en la película, que era la hija de… Rogelio y la mujer de… Ángel, ahora Sole es Sole, la líder de la banda. Y trata de alcanzar la ambición que siempre ha tenido de llevar la banda adelante y asegurar un futuro no solo a sus miembros, sino a sí misma y a su hijo. Y tiene el afán de separarse de su padre, de su metodología, porque estas bandas están lideradas por hombres. Lo que ella quiere es llevarlo de otra manera. Y veremos en la serie que va bastante bien encaminada.

¿La serie tiene una forma de narrar y tempos diferentes al filme y eso les afecta en su trabajo?

A. O.: El arco del personaje se expande más en el tiempo, pero mi trabajo es el mismo: estar centrada, tener claros los objetivos del personaje, interpretarlo de la mejor manera posible y cuidarme para poder dar el cien por cien siempre. Sencillamente eso se elonga en el tiempo.

Álvaro Rico (Á. R.): Hace años, sí. Pero ahora no hay tanta diferencia entre una película y una serie en cuanto a los tiempos. Antes es cierto que había eso que tú dices: que en una película había un tempo, se marcaba otro ritmo más lento, podíamos catalogarlo hasta como más cuidado. Pero no actualmente. En esta serie en concreto, cada capítulo es como una película.  

A. O.: Y está cuidado como tal. 

Á. R.: Las series, desde que están los Netflix y los HBO, suelen ser como unas películas alargadas. Incluso creo que al público le apetece eso. Pero actualmente no hay tanta diferencia entre series y películas. 

Álvaro, ha dicho que esta es una de las series en las que hay que estar alguna vez en la vida.

Á. R.: Cuando el proyecto se me ofreció seriamente y había hecho un 'casting', y te haces esas preguntas como: ¿quiero hacer esto?, ¿es un paso que hay que dar?, ¿me apetece?, ¿no me apetece?, no recuerdo bien quién, quizá mi mánager, alguien de confianza, me dijo: «Si no lo haces ahora, ¿cuándo vas a hacer un proyecto así de acción, de pasártelo bien?». Si no haces ahora un Fast & Furious, ¿cuándo lo vas a hacer? No va a ser con 50 años... Había una cosa de que ahora es el momento de hacer esto.

A.O.: A no ser que seas Tom Cruise, claro.

Á. R.: Entonces haría Misión imposible... (ríe) Chascarrillos aparte, era un proyecto con unos ingredientes muy suculentos: rodar con Daniel me apetecía muchísimo; volver a Netflix con un proyecto así, el elenco…

Hay muchas escenas de acción. ¿Han participado en ellas? Asia, no hay duda de que era la que se pegaba esas carreras subida a sus tacones.

¡Ay, los tacones! ¡Suerte que soy bailarina y tengo equilibrio, que si no, pa’haberme matao!

¿Y usted, Álvaro?

Á. R.: Sí, había especialistas por todos lados, pero... Asia y yo nos reíamos por la de carnets que me tenía que sacar, metafóricamente hablando, para conducir el tráiler, el torito, la excavadora… Es guiarte un poco por la adrenalina, porque a veces no estaba previsto que lo condujera yo. Por tiempo y porque el especialista lo había ensayado muchas veces y yo ni una. Pero yo, cabeza loca, le decía a Daniel: «No, ya lo hago yo». Y nos acompañó la suerte de que las cosas salían bien.

A. O.: Además, Daniel siempre busca la veracidad, y si lo puedes hacer tú, mejor. El primer día lo hizo la especialista, esquivando coches de frente, y luego me monté yo y cada día iba más rápido. E Ignacio Carreño, el jefe de los especialistas, me preguntó: «¿Tú te sabes bien la trayectoria? ¿Sí? Pues vete lo rápido que te dé la gana». Mola, porque deja que te quedes y así lo vives más. 

Á. R.: Calparsoro es un director al que no tienes que preguntarle, simplemente te colocas dentro del coche y cuando te ve ahí, le da a acción. Pero no hay que preguntarle, porque si no le estás generando dudas. 

Su personaje, Fernan, no es quien dice ser. Y le duele estar engañando a Sole.

Á. R.: Fernan viene con un cometido muy directo: infiltrarse en la banda. Pero es que esta más allá de ser una serie de ladrones, es una historia de amor. Porque Fernan y Sole se enamoran de verdad. Y hacerlo supone traicionar al amor. Yo intento que los proyectos que me ofrecen y los personajes tengan estas cosas siempre. Porque si no les sucede nada y no tienne ningún conflicto, no hay nada que contar.

Sole es empoderada y con las ideas claras, pero el amor la ablanda.

A. O.: ¡Qué bonito y humano es ablandarse con el amor! ¿Para qué está, si no? Follar como salvajes y ser pasionales no tiene por qué que ir a todo lo contrario de hacer el amor. O que una mujer empoderada y que tenga claro qué hacer con su vida no se permita cierta fragilidad. O incluso dudas. Lo que la hace tan humana a Sole son esos momentos de duda, en los que te apoyas en otro. Sole encuentra en Fernan un lugar de confianza. Se apoya en él.Y gracias a tener al lado un hombre con tanto carácter y seguridad en sí mismo puede ser segura y empoderada. No creo que una cosa quite la otra.