Psicología

"Mi pareja está a la defensiva": ¿Por qué ocurre y cómo solucionarlo?

La tensión en la relación puede generar problemas a largo plazo

Pareja enfrentada

Pareja enfrentada / 123RF

Ángel Rull

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Estar a la defensiva en una relación de pareja implica una postura de autoprotección, que se manifiesta como respuestas inmediatas y negativas ante lo percibido como un ataque o una crítica. Esta conducta puede ser tanto verbal como no verbal. Por ejemplo, el lenguaje corporal cerrado, como cruzar los brazos, o evitar el contacto visual, son indicios de una actitud defensiva.

Esta actitud defensiva surge frecuentemente en discusiones, donde uno de los miembros de la pareja siente la necesidad de justificarse o defenderse constantemente. Puede ser una reacción a la sensación de sentirse juzgado, incomprendido o menospreciado. Es importante destacar que, en ocasiones, esta defensiva puede ser una respuesta a problemas no resueltos o a una comunicación ineficaz en la relación.

¿Qué señales nos indican que nuestra pareja está a la defensiva?

Las señales de la actitud defensiva en una pareja son variadas y pueden manifestarse de distintas maneras. Algunas de las más comunes incluyen respuestas emocionales exageradas, como enojarse rápidamente o responder de manera sarcástica. También es habitual la evitación de ciertos temas de conversación, lo que puede indicar una incomodidad o miedo a enfrentar ciertos asuntos.

Otras señales incluyen el uso de comentarios hirientes, sarcasmo o burlas como mecanismo de defensa. Además, la dificultad para admitir errores o mostrar vulnerabilidad es otro indicador claro de una actitud defensiva. Estas reacciones pueden ser tanto conscientes como inconscientes y suelen ser un reflejo de inseguridades personales o de la relación.

Es importante ser observador y empático al identificar estas señales. No siempre son un reflejo de la falta de amor o respeto, sino más bien de miedos o preocupaciones no expresados. Entender esto puede ayudar a abordar los problemas subyacentes de una manera más efectiva y compasiva.

¿Por qué ocurre?

Las causas detrás de una actitud defensiva en la pareja son diversas y complejas. Estas pueden incluir experiencias pasadas de traición o decepción, que llevan a una persona a protegerse de futuros dolores emocionales. La baja autoestima también juega un papel importante, donde la actitud defensiva actúa como un escudo contra críticas que pueden ser vistas como ataques personales.

El miedo a perder el control o la autonomía en la relación es otra razón común. En algunos casos, la actitud defensiva puede ser una reacción a la percepción de estar siendo controlado o manipulado. Además, la falta de habilidades comunicativas efectivas puede llevar a malentendidos y conflictos, que a su vez generan respuestas defensivas.

En muchos casos, la actitud defensiva es una reacción inconsciente a sentimientos de inseguridad o amenaza en la relación. Puede ser un reflejo de la lucha interna entre el deseo de intimidad y el miedo a ser herido. Comprender estas dinámicas subyacentes es crucial para abordar y resolver los problemas de defensiva en la pareja.

Trucos para poder gestionarlo

Entender el concepto de estar a la defensiva en pareja es fundamental para abordar los conflictos de una manera más sana y constructiva. Reconocer cuando uno mismo o la pareja adopta esta postura puede ser el primer paso para mejorar la comunicación y fortalecer la relación. Una vez consolidado, podremos empezar a gestionarlo.

Pero ¿cómo debemos manejar en la relación la actitud defensiva?

1. Fomentar la comunicación abierta

Es vital crear un ambiente donde ambos miembros de la pareja puedan expresar sus pensamientos y sentimientos sin miedo. Utilizar frases como "yo siento" en lugar de "tú haces" puede ayudar a evitar que la pareja se sienta atacada. Esto implica hablar desde la propia experiencia y sentimientos, en lugar de realizar acusaciones.

2. Practicar la empatía

Intentar entender la perspectiva del otro es clave. Esto no significa estar siempre de acuerdo, sino reconocer y validar los sentimientos de la pareja. Ponerse en el lugar del otro ayuda a reducir la tensión y promueve un entendimiento mutuo.

3. Autoconciencia

Es fundamental ser consciente de nuestras propias reacciones. A veces, sin darnos cuenta, podemos desencadenar una reacción defensiva en nuestra pareja. Reflexionar sobre nuestras palabras y acciones puede ayudar a identificar y cambiar patrones negativos.

4. Evitar suposiciones y acusaciones

Basarse en hechos y no en interpretaciones ayuda a mantener la objetividad. Evitar asumir intenciones o sentimientos en el otro es crucial para una comunicación efectiva y reduce las posibilidades de estar a la defensiva.

5. Tiempo fuera

Si una conversación se vuelve demasiado intensa, tomar un descanso puede ser beneficioso. Esto permite a ambas partes calmarse y reflexionar, facilitando un diálogo más constructivo posteriormente.

6. Reconocer y apreciar

Destacar lo positivo en la pareja y en la relación puede crear un clima más amoroso y menos propenso a estar a la defensiva. La gratitud y el reconocimiento pueden fortalecer el vínculo y mejorar la comunicación.

7. Resolución de conflictos constructiva

Desarrollar y practicar estrategias para resolver desacuerdos de manera constructiva es vital. Esto implica buscar soluciones donde ambos se sientan escuchados y respetados, en lugar de buscar ganadores y perdedores.

Estar a la defensiva en una relación es un problema común, pero con esfuerzo y dedicación, se puede superar. La comunicación efectiva, la empatía y el entendimiento mutuo son herramientas poderosas para fortalecer la relación. Recordemos que cada relación es única, y lo que funciona para una pareja puede no ser lo adecuado para otra. La clave está en encontrar un camino conjunto que respete y enriquezca a ambos miembros de la pareja.

* Ángel Rull, psicólogo.