Psicología

Afirmaciones positivas: ¿funcionan realmente?

El lenguaje moldea lo que hacemos y sentimos

Una mujer meditando

Una mujer meditando / 123RF

Ángel Rull

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Las afirmaciones positivas son un tema recurrente en la búsqueda de la felicidad y el bienestar emocional. Se divulgan como una herramienta poderosa para mejorar la autoestima, reducir el estrés y aumentar la confianza en uno mismo. Sin embargo, su efectividad ha sido objeto de debate en la comunidad científica y entre aquellos que las han utilizado en su vida diaria.

¿Qué son las afirmaciones positivas?

Las afirmaciones positivas son declaraciones cortas y positivas que se repiten a uno mismo con el propósito de cambiar pensamientos negativos o limitantes por pensamientos más constructivos y beneficiosos. Estas afirmaciones suelen estar relacionadas con la autoimagen, la autoestima, el éxito y la salud. Por ejemplo, alguien que lucha contra la baja autoestima podría repetir afirmaciones como "Soy valioso y digno de amor" o "Confío en mis habilidades y capacidades".

La idea detrás de las afirmaciones positivas es que, al repetir constantemente estas declaraciones, se pueden reprogramar las creencias subconscientes y cambiar la percepción que uno tiene de sí mismo y de su vida. Se supone que, al hacerlo, se pueden experimentar mejoras en el estado de ánimo, la autoconfianza y la calidad de vida en general.

¿De dónde proceden las afirmaciones positivas?

Las afirmaciones positivas no son una invención reciente, sino que tienen raíces en diversas tradiciones culturales y filosóficas. Una de las influencias más notables proviene del pensamiento positivo y la autoafirmación en la filosofía oriental, especialmente en la práctica del budismo y el yoga. Estas tradiciones han utilizado durante siglos mantras y afirmaciones para enfocar la mente en pensamientos positivos y liberarla de la negatividad.

En Occidente, el uso de afirmaciones positivas ganó popularidad a través del movimiento del Nuevo Pensamiento en el siglo XIX. Figuras como Emile Coué y Émile Durkheim promovieron la idea de que las palabras y los pensamientos positivos podían tener un impacto profundo en la vida de las personas. Estos conceptos se fusionaron con las ideas del positivismo y la psicología moderna, lo que llevó al desarrollo de técnicas más estructuradas de afirmaciones positivas.

Hoy en día, las afirmaciones positivas se han convertido en un elemento común en el ámbito del desarrollo personal y la psicología positiva. Se encuentran en libros de autoayuda, sesiones de terapia, aplicaciones móviles y talleres de motivación. Sin embargo, su popularidad a menudo supera su base científica sólida, lo que nos lleva a cuestionar si realmente funcionan.

¿Funcionan realmente las afirmaciones positivas?

La efectividad de las afirmaciones positivas es un tema de debate continuo en la comunidad científica. Si bien hay evidencia anecdótica de personas que afirman haber experimentado beneficios significativos al usar afirmaciones positivas en sus vidas, los estudios científicos han arrojado resultados mixtos.

Algunos estudios respaldan la idea de que las afirmaciones positivas pueden tener un impacto positivo en el bienestar psicológico. Por ejemplo, un estudio publicado en el Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry en 2015 encontró que las personas que practicaron afirmaciones positivas experimentaron una reducción significativa en los niveles de ansiedad en comparación con aquellos que no lo hicieron. Este tipo de evidencia sugiere que las afirmaciones positivas pueden ser útiles para mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés en ciertos contextos.

Sin embargo, otros estudios han sido menos concluyentes. Algunos investigadores argumentan que las afirmaciones positivas pueden ser ineficaces o incluso contraproducentes en ciertos casos. Un estudio publicado en Psychological Science en 2009 encontró que las personas con baja autoestima que repetían afirmaciones positivas relacionadas con su cuerpo en realidad se sentían peor acerca de sí mismas que aquellos que no lo hicieron. Esto sugiere que las afirmaciones positivas pueden no ser efectivas para todos y que su impacto puede depender en gran medida del individuo y del contexto.

La clave para comprender si las afirmaciones positivas funcionan realmente radica en cómo se utilizan y en quiénes las utilizan. No son una solución única para todos los problemas emocionales o psicológicos, y su efectividad puede variar de una persona a otra.

La importancia de la autoafirmación realista

Una crítica común a las afirmaciones positivas es que pueden llevar a una especie de "pensamiento mágico" en el que las personas se dicen a sí mismas cosas que simplemente no son ciertas. Por ejemplo, alguien con una autoestima muy baja que se repite constantemente "Soy increíblemente exitoso" puede encontrar dificultades para creer en esa afirmación debido a la falta de evidencia objetiva que la respalde.

En lugar de esto, las afirmaciones positivas pueden ser más efectivas cuando están enraizadas en la realidad y el crecimiento personal. En lugar de afirmar ciegamente que eres exitoso, podrías decirte a ti mismo: "Estoy trabajando duro para lograr el éxito y estoy orgulloso de mis esfuerzos". Esto reconoce la realidad del esfuerzo y el progreso, lo que puede ser más creíble y motivador.

La importancia del contexto

El contexto en el que se utilizan las afirmaciones positivas también es crucial. Por ejemplo, repetir afirmaciones positivas en un estado de alta ansiedad o estrés puede ser menos efectivo que hacerlo cuando uno está relajado y receptivo. Además, las afirmaciones positivas por sí solas no pueden reemplazar la acción concreta y el esfuerzo en la consecución de objetivos. Simplemente decir "Soy rico" no te hará rico si no respaldas esa afirmación con trabajo duro, planificación financiera y toma de decisiones inteligentes.

La autenticidad y la autoaceptación

Las afirmaciones positivas también pueden ser problemáticas si se utilizan como una forma de evadir o negar emociones negativas o experiencias difíciles. En lugar de tratar de convencerse a uno mismo de que todo está bien cuando no lo está, es importante practicar la autoaceptación y permitirse sentir y procesar las emociones negativas. La autenticidad es clave para el crecimiento personal genuino, y las afirmaciones positivas deben complementar este proceso en lugar de sustituirlo.

Ventajas y desventajas de las afirmaciones positivas

Como decimos, las afirmaciones positivas cuentan tanto con evidencia a favor como en contra, y todo ello depende de cómo se usen y del contexto. Es por eso que podemos encontrar tanto ventajas como desventajas.

¿Qué ventajas y qué desventajas ofrecen las afirmaciones positivas?

1. Ventajas de las afirmaciones positivas

  • Mejora del estado de ánimo: repetir afirmaciones positivas puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo y ayudar a reducir el estrés y la ansiedad en ciertos contextos.
  • Aumento de la autoconfianza: las afirmaciones positivas pueden ayudar a mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo al reemplazar pensamientos autocríticos con declaraciones más constructivas.
  • Fomento del pensamiento positivo: practicar afirmaciones positivas de manera regular puede ayudar a entrenar la mente para enfocarse en lo positivo en lugar de lo negativo.
  • Refuerzo de objetivos y motivación: las afirmaciones pueden servir como recordatorios constantes de los objetivos personales y profesionales, lo que puede aumentar la motivación para trabajar hacia ellos.

2. Desventajas de las afirmaciones positivas

  • Falta de autenticidad: repetir afirmaciones positivas que uno no siente auténticamente puede llevar a una mayor desconexión de las emociones y a la negación de experiencias reales.
  • Potencial para el autodescuido: creer que las afirmaciones positivas pueden resolver todos los problemas puede llevar a descuidar la acción concreta y el trabajo necesario para lograr cambios reales.
  • Efectividad variable: las afirmaciones positivas pueden no funcionar igual para todas las personas y en todas las situaciones, lo que puede generar frustración si no se obtienen los resultados esperados.
  • Posible aumento de la autocrítica: en algunas personas, repetir afirmaciones que contradicen sus creencias profundas puede llevar a un aumento de la autocrítica y la sensación de no estar a la altura de las afirmaciones.

Como vemos, las afirmaciones positivas son una herramienta que puede ser efectiva para algunas personas en ciertos contextos. Su impacto depende en gran medida de cómo se usan y de la autenticidad con la que se aborden. No son una panacea que resolverá todos los problemas emocionales o psicológicos, pero pueden desempeñar un papel útil en el fomento de la autoestima, la motivación y el pensamiento positivo.

Si decides incorporar afirmaciones positivas en tu vida, es importante hacerlo de manera realista y auténtica. En lugar de simplemente repetir afirmaciones que no sientes o crees, considera cómo puedes adaptarlas para que reflejen tus esfuerzos y logros reales. Combina las afirmaciones con la acción concreta y el autodescubrimiento, y recuerda que el viaje hacia el bienestar emocional es único para cada individuo.

* Ángel Rull, psicólogo.