Psicología

Seis consejos para ser más resilientes

Sobreponernos a los obstáculos ayuda a nuestro bienestar emocional

Persona feliz en la calle

Persona feliz en la calle / 123RF

Ángel Rull

Ángel Rull

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En la vida, todos enfrentamos retos y adversidades que pueden poner a prueba nuestra capacidad para recuperarnos y seguir adelante. La resiliencia es la habilidad de adaptarse y recuperarse de estas situaciones difíciles, permitiéndonos salir fortalecidos y crecer como individuos. Ser resiliente no significa ser invulnerable al dolor o evitar por completo las dificultades, sino tener las herramientas emocionales y mentales para enfrentarlas de manera positiva.

La resiliencia

La resiliencia es una cualidad innata con la que nacemos y una habilidad que se puede aprender y desarrollar a lo largo del tiempo. Implica la capacidad de recuperarse, adaptarse y crecer tras enfrentar situaciones difíciles como la pérdida de un ser querido, el fracaso laboral o la adversidad personal. Es como una especie de amortiguador psicológico que nos ayuda a mantenernos fuertes y flexibles frente a las circunstancias adversas.

Algunas personas pueden parecer naturalmente más resilientes, pero esto no significa que otros no puedan desarrollar esta capacidad. La resiliencia se construye con el tiempo a través de diferentes experiencias y aprendizajes. La buena noticia es que podemos fortalecer nuestra resiliencia si trabajamos en ello.

La importancia de la resiliencia

La resiliencia juega un papel fundamental en nuestra vida diaria. Cuando somos resilientes, tenemos una mayor capacidad para enfrentar el estrés y la ansiedad, lo que nos permite mantener un equilibrio emocional más estable. Además, nos permite desarrollar una mentalidad positiva y proactiva frente a los problemas, lo que facilita la toma de decisiones y la resolución de conflictos.

En el ámbito laboral, la resiliencia es una cualidad altamente valorada. Los profesionales resilientes tienden a ser más perseverantes, creativos y eficientes en sus tareas. También son más propensos a asumir riesgos calculados y aprender de los errores, lo que puede impulsar el crecimiento profesional y la adaptación a los cambios en el entorno laboral.

En las relaciones personales, la resiliencia también desempeña un papel clave. Nos permite mantener conexiones saludables y significativas con los demás, superando conflictos y desafíos en las relaciones interpersonales. Además, cuando enfrentamos adversidades con resiliencia, tendemos a ser más comprensivos y empáticos con las dificultades de los demás.

¿Cómo afecta la resiliencia a nuestra vida?

La resiliencia tiene un impacto significativo en todas las áreas de nuestra vida. En primer lugar, nos permite superar los obstáculos y desafíos que encontramos en el camino hacia nuestros objetivos. Nos ayuda a recuperarnos de los fracasos y rechazos, y nos impulsa a seguir intentándolo hasta lograr el éxito. La resiliencia también es fundamental en nuestras relaciones interpersonales. Nos permite manejar conflictos de manera saludable, comunicarnos de manera efectiva y mantener lazos fuertes y duraderos con los demás.

Seis consejos para ser más resilientes

Ser resilientes es asegurarnos un mayor bienestar, una mejor orientación a la consecución de metas y un amortiguador ante los fracasos. Nos ayuda a que nuestra salud mental permanezca en equilibrio y podamos ser, a la larga, más felices.

A través de estos consejos podemos potenciar nuestra resiliencia:

1. Cultivar una mentalidad positiva

Una mentalidad positiva nos permite enfocarnos en las soluciones en lugar de los problemas. Aprender a ver los desafíos como oportunidades de crecimiento y aprendizaje nos ayuda a mantenernos motivados y optimistas.

2. Establecer metas realistas

Establecer metas realistas y alcanzables nos permite mantener un sentido de dirección y progreso en nuestra vida. Cuando las metas son demasiado difíciles de alcanzar, es más probable que nos desanimemos y abandonemos. Es importante establecer metas que sean desafiantes pero alcanzables.

3. Construir una red de apoyo

Contar con una red de apoyo sólida nos brinda el respaldo emocional necesario durante los momentos difíciles. Buscar el apoyo de amigos, familiares o incluso grupos de apoyo puede ayudarnos a enfrentar las adversidades con mayor fortaleza.

4. Practicar la autocompasión

La autocompasión implica tratarnos a nosotros mismos con amabilidad y comprensión, especialmente cuando enfrentamos dificultades. Reconocer nuestras emociones y permitirnos sentirnos vulnerables nos ayuda a recuperarnos y seguir adelante.

5. Mantener un estilo de vida saludable

El cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental para desarrollar la resiliencia. Mantener una alimentación balanceada, hacer ejercicio regularmente y descansar lo suficiente nos proporciona la energía necesaria para enfrentar los desafíos de manera más efectiva.

6. Aprender de las experiencias pasadas

Reflexionar sobre nuestras experiencias pasadas y aprender de ellas nos permite crecer y desarrollar una mayor resiliencia. Analizar cómo enfrentamos situaciones difíciles en el pasado y buscar formas de mejorar nuestra respuesta nos prepara para futuros desafíos.

La resiliencia es una habilidad que todos podemos desarrollar para enfrentar los desafíos de la vida con mayor fortaleza y determinación. Cultivar una mentalidad positiva, establecer metas realistas, contar con una red de apoyo, practicar la autocompasión, mantener un estilo de vida saludable y aprender de las experiencias pasadas son consejos prácticos que nos ayudarán a ser más resilientes. Al desarrollar la resiliencia, podemos superar las adversidades y encontrar el crecimiento personal en medio de los desafíos.

* Ángel Rull, psicólogo.