Psicología

Perseguidor, salvador o víctima: éste es tu rol en el amor

El Triángulo Dramático muestra los papeles que asumimos en conflictos

Pareja discutiendo.

Pareja discutiendo. / agencia

Ángel Rull

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El Triángulo Dramático, una teoría que tiene sus raíces tanto en la teoría del guion como en la psicología, nos ayuda a entender los roles que ejercemos en los vínculos, especialmente en situaciones de conflicto. Fue utilizado por primera vez en terapia, en coaching y la industria del entretenimiento en la década de 1960 por el psicólogo Stephen Karpman.

La teoría del Triángulo Dramático nos muestra los tres roles que lo componen: el perseguidor, el salvador y la víctima.

¿Qué es el Triángulo Dramático?

La teoría del Triángulo Dramático describe una dinámica de relaciones en la que cada participante asume uno de los tres roles: víctima, salvador o perseguidor. La interacción entre estos roles es directa y se mantiene así durante la interacción en el conflicto.

La dinámica generada en el Triángulo Dramático es un tipo de relación disfuncional en la que cada participante intenta saciar sus necesidades emocionales desempeñando su papel.

Hay muchos contextos en los que se puede observar la dinámica del Triángulo Dramático, incluido el lugar de trabajo, la familia, las relaciones de pareja y los entornos grupales. El juego del Triángulo Dramático tiene el potencial de ser extremadamente destructivo y de crear un ciclo interminable de conflicto sin sentido.

¿Cómo aparece el Triángulo Dramático en las parejas?

Cuando una pareja comienza a tener problemas de confianza y comunicación en su día a día, puede aparecer la dinámica del Triángulo Dramático. Uno de los miembros podría, por ejemplo, sentir que el otro se está retrayendo emocionalmente, lo que le hace sentir incómodos y le empuja a acercarse a su pareja. Pero este comportamiento puede ser percibido por la otra persona como demasiado posesivo o ansioso, lo que podría ya aquí desencadenar el Triángulo Dramático.

Cuando existe un Triángulo Dramático, la víctima se siente dominada y perseguida por el perseguidor. El salvador intenta intervenir y resolver el problema, pero termina enredándose en el drama y siendo otro participante activo. Esta dinámica dañina puede ser destructiva y hacer que una relación se resienta. El tercer rol puede oscilar de un miembro a otro o ser depositado en una persona ajena a la relación.

¿Cuál es el rol de perseguidor en el Triángulo Dramático en una pareja?

El perseguidor puede tomar muchas formas en una relación. Es posible que seas tú quien siempre estés compitiendo por la atención de tu pareja, pidiendo justificaciones o intentando controlar su comportamiento. También podrías ser el que señala constantemente los defectos de tu pareja, criticando o haciendo sentir al otro insuficiente.

Es posible que el miedo o la inseguridad sean los que motiven al perseguidor. Podría pensar que para no sentirse expuesto o vulnerable, necesita estar en control de las circunstancias. También puede creer que debe actuar como protector de su pareja, lo que implica extremar la alerta hacia el otro.

A veces, el perseguidor es el que genera un vínculo de abuso. Para controlar a su pareja y mantenerla en un estado de sumisión, puede utilizar el daño físico, verbal o emocional.

El perseguidor, sin embargo, puede dañar la relación incluso en circunstancias menos extremas. Sus acciones pueden producir una atmósfera de hostilidad y tensión, lo que puede hacer que su pareja se sienta aislada o asfixiada.

¿Cuál es el rol de víctima en el Triángulo Dramático en una pareja?

La víctima en una relación se siente impotente, indefensa y sin saber qué hacer. Puede sentirse frustrada o atrapada en una circunstancia difícil, y puede estar esperando que su pareja venga a rescatarla. Dado que depende de la ayuda de su pareja en todo momento, la víctima en una relación puede desempeñar un papel manipulador y controlador. Como resultado, la relación entre las dos partes puede volverse disfuncional y tóxica.

La víctima en una relación puede sentirse asfixiada en la relación y pensar que no puede hacer nada para mejorar las cosas. Esta forma de pensar puede hacer que la víctima eluda la responsabilidad personal y culpe directamente a su pareja por la ruptura de la relación. Además, la víctima puede experimentar miedo y vulnerabilidad, lo que puede hacer que la pareja se sienta obligada a cuidar y salvaguardar a su pareja, aunque ese no sea su responsabilidad.

La víctima en una relación puede sentirse impotente y necesitada de apoyo, pero esto no implica que sea una víctima real. Con el fin de manipular y controlar a su pareja y evitar aceptar la responsabilidad por sus elecciones y acciones, la víctima puede actuar como tal para poder seguir haciéndolo.

¿Cuál es el rol de Salvador en el Triángulo Dramático en una pareja?

En una relación, el salvador podría sentirse obligado a proteger a su pareja de cualquier angustia o sufrimiento. Pueden ser increíblemente afectuosos, cariñosos y comprensivos, y con frecuencia se sienten obligados a hacer felices a los demás.

No obstante, a pesar de sus mejores intenciones, el salvador podría dañar el vínculo. Es posible que le esté dando a su pareja demasiado cuidado y atención, lo que podría conducir a un ambiente agobiante. Por otro lado, el salvador puede estar sacrificando sus propias necesidades por las necesidades de su pareja, lo que puede conducir a un sentimiento de resentimiento y frustración a largo plazo.

En la relación, el salvador también podría estar ejerciendo control. Al asumir el papel de salvador, podrían estar tomando decisiones por su pareja o diciéndole cómo sentirse o actuar. Esto puede interpretarse como una falta de fe en la independencia de su pareja y una actuación desde el paternalismo.

Numerosos factores influyen con frecuencia en las relaciones interpersonales, que pueden ser muy complejas. El Triángulo Dramático es una dinámica que puede tener un impacto negativo en las relaciones y que nos explicaría muchos de los conflictos o su perpetuación a largo plazo. Entender el rol que ejercemos puede darnos claridad y un nuevo enfoque en la resolución de problemas.

* Ángel Rull, psicólogo.