PSICOLOGÍA

Cambia tu vida en dos minutos: las 'posturas de poder'

El cerebro y el cuerpo se retroalimentan e influyen en la vida emocional

Una niña con capa de superheroína

Una niña con capa de superheroína / periodico

Ángel Rull

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Cuando observamos a una persona que tiene depresión o a una persona que se encuentra muy feliz, podemos ver cómo su postura corporal y los pensamientos que tienen son congruentes entre sí. Cerebro, postura física y emoción se alían y expresan en sintonía lo que la persona siente. Siempre se ha pensado que o bien los pensamientos mandaban o lo hacían las emociones, pero que era el cuerpo la parte pasiva, la que se limitaba a expresar lo que las otras estructuras ya tenían integrado. Sin embargo, la Psicología Social, con Amy Cuddy a la cabeza, han demostrado que también funciona a la inversa. Si yo movilizo mi cuerpo y adopto unas determinadas posturas, o bien de felicidad o bien de retraimiento, el cerebro y las emociones se orientan a vivirlo así.

Las 'posturas de poder' hacen referencia a cómo nuestro lenguaje corporal puede acabar moldeando toda nuestra identidad. Si de forma consciente realizamos una de esas posturas y las vamos repitiendo a lo largo de una serie de momentos, podremos ver cómo ganamos confianza, subimos nuestra autoestima o expresamos un mayor y mejor bienestar. Estas posturas solo nos llevan dos minutos y pueden llegar a cambiar toda nuestra vida.

Cambios demostrados

Cada cierto tiempo salen a la luz nuevos trucos que parecen que en poco tiempo pueden dar un vuelco completo a nuestra vida. La mayoría obedecen a teorías o hipótesis que nunca han sido probadas de manera científica. Sin embargo, antes de presentarse las 'posturas de poder', una de las charlas Ted más vistas en todo el mundo, la psicóloga social Amy Cuddy lo estuvo probando en el laboratorio, a través de ensayos y pruebas hormonales. Para ello, los participantes debían realizar los cambios corporales o bien de poder o bien de sumisión y después se midieron sus estados cerebrales y emocionales. Lo que midieron exactamente a nivel físico fue el cortisol y la testosterona, relacionados con la actitud positiva y la vulnerabilidad ante el estrés.

Pero ¿para qué puede sernos útiles estos? ¿Es aplicable a nuestra vida diaria? Cada día nos enfrentamos a momentos que ponen a prueba nuestra resistencia al estrés, nuestra valentía o la confianza que tenemos en nosotros mismos. Ante esos momentos, son los recursos que ya tenemos los que nos hacen superarlo. Lo haremos desde la buena gestión o nos haremos pequeños. Las experiencias previas van a decantar la balanza. Si quisiéramos dejar de actuar por esa inercia, la mejor opción sería introducir ejercicios que nos ayudaran a tener los efectos que nos gustaría. Las 'posturas de poder' van dirigidas a que de forma totalmente activa podamos mandar señales de confianza y seguridad a nuestro cerebro para que las emociones y las conductas vayan en sintonía. Una forma deliberada de crecer y ser mejores.

Mejora desde el cuerpo

A la hora de lograr un cambio, de asentar una rutina o de alcanzar una meta, no existen fórmulas mágicas que funcionen de la noche a la mañana. Sí que hay pautas que pueden acelerar los cambios, a base de tiempo y constancia. Una de las pautas más eficaces que se están demostrando son las de las 'posturas de poder'. Lo podemos aplicar en solo dos minutos, tantas veces como queramos, y antes de momentos estresantes o difíciles nos dará una ayuda extra.

¿Cómo es una de estas posturas? Para practicarla, solo debemos adoptar una postura de superhéroe o de superheroina. Las manos en la cintura, el pecho y la cabeza alta y las piernas ligeramente abiertas nos harán sentir los efectos. Mantener esa postura hace que el cerebro sienta la confianza que el cuerpo ya está proyectando. Las emociones irán de la mano. Unos minutos antes de dar una charla o hablar con nuestro jefe o cada mañana al levantarnos nos ayudarán a conseguirlo. Busca un espacio tranquilo y en el que no haya nadie y dedica 120 segundos a ello.

Amy Cuddy ha dado un paso más a la hora de entender cómo se relacionan cerebro, emoción y cuerpo. Mientras que se consideraban dos estructuras activas y una pasiva, ahora se ha visto que las tres pueden ser activas e influir sobre las otras. De esta manera puedes llegar a dictar cómo te tienes que sentir, con todo los beneficios que esto conlleva. La confianza o la seguridad que tanto nos cuesta sacar puede ser interiorizada en tan solo dos minutos.

*Ángel Rull, psicólogo.