Prólogo al Día del Libro

Imma Monsó, la pregonera de Sant Jordi que combina risa y desolación

La autora de 'Un home de paraula' evoca en el Saló de Cent la trayectoria que la llevó de enamorarse de la lectura a la escritura de su primera novela

Pregón de Sant Jordi con Imma Monsó en el Saló de Cent del Ajuntament de Barcelona.

Pregón de Sant Jordi con Imma Monsó en el Saló de Cent del Ajuntament de Barcelona. / Álvaro Monge

Elena Hevia

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Conectar con un público amplio y ser reconocida por la crítica es uno de los valores de la escritora catalana Imma Monsó (Lleida, 1959), que en palabras de Vicens Pagès “ha escrito algunas de las mejores novelas de la literatura catalana” de los últimos años. La pregonera de la lectura del Sant Jordi 2022 -un honor que ha compartido con Saramago, Antonio Tabucchi, Raimon, Donna Leon John Banville, Claudio Magris, Josep Maria Castellet, Almudena Grandes o Yasmina Reza, que lo han sido en los 20 años que se celebran ahora desde la creación de la tradición- mostró en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona algunas de sus mejores características: su capacidad de juego, su descreimiento y un humor particular capaz de combinar en el mismo párrafo con la desolación más absoluta.

El pregón, que en realidad adopta la forma de una conversación, en esta ocasión con la periodista Anna Guitart, estuvo precedido por una ordenada sucesión de recuerdos que llevó a la autora de ‘Tot un carácter’ y ‘Un home de paraula’ a evocarse a sí misma desde muy niña, cuando veía a su padre leer en silencio y, sin ella saber leer todavía, pretender después que ese libro lleno de letras le hablara. “Seguí pasando las páginas pensando que se haría la luz, pero no ocurrió nada”.

Amor por las bibliotecas

En la Mequinenza en la que pasó sus primeros años no había bibliotecas, sí en la Lleida donde creció  y su siguiente frustración fue que aunque sus padres la llevaban al cine, al circo o a las ferias y le regalaban cuentos no atendían a la petición de la niña de ir a una biblioteca por parecerles un capricho estrambótico. La primera la pisó en la escuela en la que trabajaba su abuela, donde el Ministerio de Educación y Ciencia había enviado una colección de libros entre los que se encontraba 'El camino' de Delibes, 'El Jarama' de Sánchez Ferlosio y 'Nada' de Carmen Laforet. “Esa novela me dejó un vació en el corazón que todavía siento cuando pasó por la calle Aribau”. Más tarde, a los 14, en la biblioteca del instituto de Lleida llegaron las lecturas en catalán: Mercè Rodoreda, Pere Quart, Pere Calders, Ausiàs March, Teresa Pàmies y el acceso a clásicos como Moliére, Zola, Ionesco, Beckett y Boris Vian.

A los 17, la autora ya no quería libros prestados quería hacerlos suyos, comprarlos y poseerlos. “En las librerías no quería fijarme en la sinopsis porque no me interesaba lo que se contaba. Yo quería saber cómo se contaba, cómo respiraba la escritura. La paga me la gastaba en libros”.

Voz interior

Cómo la lectora llegó a ser escritora le debe mucho al acceso al ordenador, un mecanismo que le permitía adaptarse a su vertiginosa voz interior, rapidez que en los primeros tiempos había dejado muchos textos sin concluir.  En 1996 escribió su primera novela 'No se sap mai' que partía de una premisa singular: un hombre encuentra una botella de vino que permite intercambiar de forma transitoria la personalidad con alguien que quiera compartir con él esa experiencia. “Para mí esa idea es una perfecta metáfora de la lectura, un libro es una botella que te permite vivir muchas vidas”.

¿Cómo se inicia una novela en la mente de la autora? Varía de un libro a otro. “En el caso de 'Un home de paraula', escrita a raíz del duelo por la muerte de mi pareja, escribí porque lo necesitaba para mí misma. Hasta que un día logré poner distancia frente al texto y vi que allí había belleza. Fue entonces cuando pensé que podía ser un libro”. La autora, que ha fichado recientemente por Anagrama, está escribiendo en estos momentos un libro sobre la inseguridad femenina ubicado entre 1950 y 1962 que explora la perspectiva de cómo se han transformado las mujeres de entonces a ahora. Ha disfrutado mucho escribiéndolo y es posible que aparezca en el 2023 pero como suele decir la autora con ese humor tan suyo. Ella siempre ha procurado “no ser feliz mucho rato”.

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