Testimonios en primera persona

“Esto es un desierto”: vecinos del entorno de Barcelona piden más refugios públicos contra el calor

Ciudadanos de urbes muy vulnerables a las altas temperaturas, como Badia o Cerdanyola, explican cómo sufren la canícula

CHEQUEO | Los refugios climáticos de Barcelona: lagunas en calendario, horarios e instalaciones

CLAVES | Por qué Badalona tiene un solo refugio climático contra el calor para sus 223.000 habitantes

Miquel Jiménez, Rebeca Galán y Antonio López, tres testimonios vecinales que aportan su opinión sobre los refugios climáticos en plena ola de calor

Miquel Jiménez, Rebeca Galán y Antonio López, tres testimonios vecinales que aportan su opinión sobre los refugios climáticos en plena ola de calor / Made using TurboCollage from www.TurboCollage.com

Clàudia Mas

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Ante la ola de calor, los refugios climáticos emergen como recursos para la ciudadanía en el espacio público. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha reactivado su red metropolitana de refugios climáticos (XMRC) poniendo a disposición ciudadana un conjunto de espacios accesibles, públicos y gratuitos, desde bibliotecas o centros cívicos hasta parques o equipamientos deportivos.

Sin embargo, no todas las ciudades disponen de la misma cantidad de refugios climáticos y no todos estos refugios cuentan con unas mismas condiciones. Aunque la XMRC registra 74 refugios climáticos en 2023, la puesta en escena de estos instrumentos contra el calor está a debate ciudadano.  

Consultados por EL PERIÓDICO, representantes vecinales de algunas de las ciudades más vulnerables al calor según un estudio editado por el AMB, entre las cuales están Badia y Cerdanyola del Vallès, explican cómo están sufriendo la canícula. También se han recabado testimonios vecinales de otras grandes urbes donde o bien no hay refugios climáticos en el marco de la citada XMRC, como Sant Cugat del Vallès, o que únicamente cuentan con uno, como Badalona.

"Esta ciudad no está diseñada arquitectónicamente para asumir tanto calor”, explica a este diario Antonio López, presidente de la Asociación de Vecino del barrio de les Fontetes (Cerdanyola). “Los edificios no están preparados, no tenemos corrientes de aire y se crea un 'microclima' muy negativo en las viviendas y en las calles”, remacha López.

Antonio López, presidente de la Asociación de Vecinos les Fontetes (Cerdanyola)

Antonio López, presidente de la Asociación de Vecinos les Fontetes (Cerdanyola) / Ángel García Martos

Según los datos de la XMRC, Cerdanyola no dispone de ningún refugio climático en la red metropolitana, mientras que el Ayuntamiento, por su parte, señala nueve: una biblioteca, el parque Cordelles, el Parque Deportivo Municipal Guiera, dos museos, dos centros cívicos y una masía. En tono crítico, otro vecino de Cerdanyola, Gerard Martínez, de 24 años, expone que la "comunidad juvenil no irá a una biblioteca a pasar el calor". "Difícilmente acudirá a un centro cívico sin tener actividad motivadora alguna”, comenta Martínez.

Más allá de los equipamientos municipales o parques, Martínez califica de "suerte” poder gozar de montaña de Collserola, próxima a su ciudad: “Opto por ir a pasear por el bosque, es donde estoy más fresco". Así lo corrobora también el presidente de la asociación vecinal: “La sensación térmica, aunque con los mismo grados, cambia [para bien] radicalmente en Collserola en relación con la ciudad".

"Esta ciudad es un desierto"

La indignada reivindicación la secunda el presidente de la Asociación Vecinal de Badia del Vallès, Juan José Díaz, que gráficamente dice que "esta ciudad es un desierto”. Muy crítico con el escenario actual, denuncia “la necesidad urgente de conquistar más sombras”.

El Parque de las Islas Baleares, el Casal de la Gent Gran y la Biblioteca Vicente Aleixandre son los tres refugios climáticos de Badia, integrados dentro de la red de los espacios del AMB.

Aunque el presidente vecinal critica "los pocos sitios para resguardarse", es todavía más exigente con las condiciones de los refugios climáticos: "¿De qué sirve que la biblioteca esté algunos días abierta por la mañana y otros por la tarde? ¡Tendría que estar abierta de forma permanente!”, reclama, así como manifiesta “el poco sentido” de considerar el parque como refugio climático: “No es muy acertado porque allí hace un calor impresionante”.

Sant Cugat, ciudad sin refugios climáticos

Tal y como ha radiografiado este diario, Sant Cugat del Vallès es la ciudad con más piscinas de Catalunya, pero la pujanza de esos recursos contrasta con la red pública de refugios climáticos, que tiene “carencias”. Así lo califica Miquel Jiménez, miembro de la junta del Centro Popular Andaluz (CPA) de Sant Cugat. “Sant Cugat no está preparada. Si queremos ser una ciudad de primera, debemos tener servicios de primera. Y lamentablemente no es así”, denuncia Jiménez.

“Si llegamos a los 45 grados y no tengo aire condicionado ni piscina, ¿qué hago?”, se pregunta Jiménez, que se responde el mismo: “La gente busca supermercados, pero me parece ridículo llegar a estas situaciones límites, porque no tenemos refugios climáticos”.

Miquel Jiménez posa en un retrato con motivo de un reportaje de El Periódico sobre refugios climáticos en la ciudad de Sant Cugat

Miquel Jiménez posa en un retrato con motivo de un reportaje de El Periódico sobre refugios climáticos en la ciudad de Sant Cugat / Ángel García Martos

El Ayuntamiento de Sant Cugat confirma a este diario que la gran ciudad catalana de 95.000 habitantes no dispone de refugios climáticos. Sin embargo, fuentes municipales detallan que optan por la apertura de dos piscinas municipales -la de la Floresta y la del Parc Central- en los picos más altos de calor. Concretamente, a partir el nivel tres sobre seis del riesgo alto de calor según los estándares de Protecció Civil. Este año ya se han puesto a disposición ciudadana las piscinas públicas en dos ocasiones. 

La directora del Centro Gilgal Solidari, Rebeca Galán, asegura a este diario que hay personas que utilizan su centro como refugio climático, aunque no tenga propiamente esta etiqueta: "Es indignante la situación, por eso decidimos acoger a personas vulnerables y les ofrecerles un espacio para refugiarse del calor: cada día viene como una decena de personas". Galán asegura que tanto Cruz Roja como Cáritas hacen la misma tarea de forma voluntaria.

Rebeca Galán, posa en un retrato con motivo de un reportaje de El Periódico sobre refugios climáticos en la ciudad

Rebeca Galán, posa en un retrato con motivo de un reportaje de El Periódico sobre refugios climáticos en la ciudad / Ángel García Martos

Badalona, por su parte, únicamente tiene en la actualidad un refugio climático propiamente, tal y como explicó este diario: el parque de Can Soler i Ca l'Arnús. Sobre ese único recurso para una ciudad de 223.000 habitantes, Antonio Salguero, presidente de la Asociación de Vecinos de Lloreda, asegura que en el barrio "no podemos quejarnos mucho" debido a que cuentan con enclaves donde resguardarse del calor extremo como la plaza de la Segunda República o el Parc de les Muntanyetes.

Si bien Salguero admite que el calor sofocante "genera muchos problemas a la ciudadanía". Muestra de ello es "el abarrotamiento de terrazas del Parc de les Muntanyetes", precisa Salguero, "sobre todo por parte de los vecinos del barrio de La Pau".

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