Sequía y agua en los municipios

Por qué Sant Cugat es la ciudad catalana con más piscinas (casi 5.000)

Los expertos contextualizan en torno a este recurso hídrico el fenómeno local más agravado de Catalunya

La Catalunya de las piscinas, Sant Cugat tiene 1 piscina para cada 20 habitantes

La Catalunya de las piscinas, Sant Cugat tiene 1 piscina para cada 20 habitantes / Zowy Voeten

Clàudia Mas

Clàudia Mas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El valor social de las piscinas en plena alerta por sequía se ha ubicado en el centro de la conversación pública en las ciudades de Catalunya. Al tiempo que en las más pobladas, las metropolitanas, se vislumbran las piscinas como valiosos 'refugios climáticos' veraniegos, en los pequeños municipios costeros la lógica de las piscinas responde a dinámicas más vinculadas con el turismo y las segundas residencias.

Localmente, los datos estadísticos del Catastro revelan que hay un caso de municipio catalán paradigmático en cuanto a piscinas registradas: Sant Cugat del Vallès, con la friolera de 4.867 piscinas, a mucha distancia de la segunda ciudad en la clasificación: Lliçà d'Amunt (2.947 piscinas).

Sant Cugat también es, además, la gran ciudad catalana de más de 40.000 habitantes con mejor ratio de población por piscina (20 hab./piscina), una casuística en la que influyen la renta del municipio, su fisionomía urbana y el tipo de urbanismo que en él se ha desarrollado.

Las siguientes claves radiografían el fenómeno local excepcional en Catalunya de la altísima concentración de piscinas en la ciudad de Sant Cugat del Vallès.

Las piscinas como estatus social

Uno de los elementos que permiten contextualizar el fenómeno de las piscinas en Sant Cugat del Vallès son las altas rentas que presenta el municipio: según el Instituto Nacional de Estadística (INE), se trata del quinto municipio español (de entre 8.131) con <strong>mayor renta anual por habitante</strong>(21.304 €).

Este factor es lo que lleva a Jorge Dioni, periodista y autor de La España de las piscinas (Arpa Editores), a concluir que las piscinas "son un símbolo de estatus social y riqueza en algunos municipios", un tesis que, en el caso de Sant Cugat, pone en relación con "el alto nivel socioeconómico" de la urbe y con el hecho de que los alquileres en la localidad del Vallès sean los más caros de Catalunya.

A su vez, Dioni asume que las piscinas también generan riqueza: "Han atraído a residentes de alto poder adquisitivo, generalmente provenientes de grandes ciudades como Barcelona".

Por su parte, el arquitecto Alberto de Pablo, también consultado por el fenómeno de las piscinas en Sant Cugat, contexto local en el que es experto, pone en valor el hecho de que éstas supongan un "elemento de distinción" en el que también influye la posición y las conexiones urbanas. "No es lo mismo tener piscina en Tortosa que en Sant Cugat", asegura de Pablo, quien enfatiza la proximidad de la ciudad del Vallès con Barcelona y sus conexiones tanto en transporte público (Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya) como en carreteras (AP-7 y túnel de Vallvidrera).

El factor del 'urbanismo disperso'

Otro de los factores clave que permiten contextualizar el fenómeno de las piscinas en Sant Cugat del Vallès es lo que el arquitecto Alberto de Pablo denomina como 'urbanismo disperso'. Es decir: la tendencia a construir muchas <strong>viviendas unifamiliares</strong>, las cuales ocupan gran proporción de terreno, en contraste al urbanismo compacto barcelonés y metropolitano, coyuntura que ha convertido a Sant Cugat en "una excepción", en palabras de Pablo.

"Este modelo urbano puede tener varias consecuencias negativas en términos sociales y medioambientales", apunta de Pablo, ya que se "consumen con mayor frecuencia los recursos naturales como el agua y la energía", algo que cobra relevancia en un contexto de sequía como el actual.

B

La 'burbuja' de las casas unifamiliares

En el contexto del citado 'urbanismo disperso', Dioni esgrime un impactante dato vinculado con la crisis financiera del 2008: "Entre 1985 y 2005, en la provincia de Barcelona se construyó una casa unifamiliar por hora".

Y de aquella 'burbuja', esta realidad. "Catalunya se ha convertido en destino internacional con gran afluencia de compradores que buscan casa en zonas exclusivas como Sant Cugat", cuenta Dioni, que no apunta precisamente a "compradores institucionales, fondos o grandes fortunas, sino personas que buscan invertir en propiedades inmobiliarias exclusivas".

Finalmente, el periodista destaca que, en un contexto de incertidumbre económica, muchos inversores optan por invertir en bienes inmuebles en lugar de en otros activos más "volátiles": "Todo el mundo necesitará una casa", zanja.

"Las piscinas no son un sello distintivo de Sant Cugat"

También consultada por este diario acerca del fenómeno de las piscinas en Sant Cugat, la actual alcaldesa del municipio, Mireia Ingla (ERC), se muestra desfavorable a considerar estos recursos hídricos como símbolo local: "Las piscinas son una realidad de la ciudad que se ha desarrollado de una forma muy concreta, pero no son un sello identitario ni un elemento distintivo nuestro", detalla Ingla.

A juicio de la edil, lo que sí es un sello distintivo de Sant Cugat es "prestar servicios de calidad que respondan a las necesidades de la población".

Por último, Ingla pone el foco en la fisionomía y el urbanismo de la ciudad del Vallès, con 50 kilómetros cuadrados, "lo que nos permite edificar y crecer de forma horizontal, algo que implica que no haya una gran concentración de población como sí sucede en ciudades como Barcelona o L'Hospitalet".

Lee todas las noticias de Sant Cugat del Vallès en EL PERIÓDICO Sant Cugat del Vallès

Suscríbete para seguir leyendo