Avance médico

20 años de la primera cirugía robótica de España: la Fundació Puigvert operó dos cánceres de próstata con un Da Vinci de solo tres brazos

El 6 de julio de 2005, esta clínica referente en urología inauguró una nueva era en la medicina quirúrgica al ser la primera del Estado en utilizar esta tecnología

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El doctor Humberto Villavicencio, de la Fundació Puigvert, en 2005 con el primer robot del sistema da Vinci que se utilitzó.

El doctor Humberto Villavicencio, de la Fundació Puigvert, en 2005 con el primer robot del sistema da Vinci que se utilitzó. / FUNDACIÓ PUIGVERT

Beatriz Pérez

Beatriz Pérez

Barcelona
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Hace ahora 20 años, el 6 de julio de 2005, la Fundació Puigvert realizó la primera cirugía robótica de toda España. Fue un hito que marcó el inicio de una nueva era en la medicina quirúrgica de todo el país. Aquel día, el doctor Humberto Villavicencio, ya jubilado, realizó dos prostactomías radicales (que consisten en la extirpación completa de la próstata) a dos pacientes con cáncer utilizando el ahora ya tan conocido robot Da Vinci. Por aquel entonces este aparato tenía tres brazos y no cuatro, como ahora. El resto, ya es historia.

"El doctor Villavicencio era mi jefe y yo estaba allí con él. Al cabo de muy poco yo también comencé a hacer estas cirugías. Y ahora soy la persona que más tiempo lleva haciendo cirugía robótica en España", explica Joan Palou, actual director del Servicio de Urología de la Fundació Puigvert. En estos 20 años, esta clínica ha realizado cerca de 2.500 cirugías robóticas. Y toda España ha ido progresivamente equipándose con esta tecnología: en todo los hospitales del Estado, hay unos 175 robots Da Vinci. Hace pocos años existe también el robot Hugo. "Es una democratización de la tecnología. Esto hace que sea accesible a todo el mundo y creemos que es el futuro", celebra el doctor Palou.

Cirujanos de la Puigvert operan a un paciente con un robot Da Vinci, el pasado día 3 de julio.

Cirujanos de la Puigvert operan a un paciente con un robot Da Vinci, el pasado día 3 de julio. / FUNDACIÓ PUIGVERT

Qué es la cirugía robótica

La cirugía robótica es una cirugía laparoscópica asistida por robot que facilita los movimientos, la técnica y la precisión del cirujano, minimizando los efectos colaterales o la morbilidad del paciente. "Es un avance importante", certifica este urólogo. Recuerda que aquella primera prostactectomía radical robótica en la que él participó "salió bien". Había dos riesgos: que el paciente se quedara incontinente o con una disfunción eréctil. Nada de eso ocurrió.

Pero esta hazaña fue mucho más allá: reafirmó a la Fundació Puigvert en la "delantera" de la urología. "Dimos a conocer y a validar que este tipo de cirugías aportan beneficios. Ser más precisos, ver en tres dimensiones y en muy alta definición, quitar el temblor del medico permite ser mucho más fino", afirma.

Uno de los primeros pacientes

Juan Muñoz Cortés, de ahora 51 años, fue uno de los primeros pacientes de España operado con un robot Da Vinci. En 2007, con solo 33 años, el mismo doctor Palou, en la Fundació Puigvert, le realizó una cistectomía radical robótica (extirpación de la vejiga y la próstata) a causa de un cáncer. "Yo en una semana ya estaba recuperado y trabajando. Soy una persona muy optimista y positiva gracias a mi fe", relata.

Juan Muñoz Cortés, el único sacerdote gitano de Catalunya y uno de los primeros pacientes en ser operados, en 2007, con un robot Da Vinci, en el barrio de La Mina.

Juan Muñoz Cortés, el único sacerdote gitano de Catalunya y uno de los primeros pacientes en ser operados, en 2007, con un robot Da Vinci, en el barrio de La Mina. / Zowy Voeten

Muñoz es sacerdote y, de hecho, es el único sacerdote gitano de Catalunya. Vive en el barrio de La Mina, en Sant Adrià del Besòs. "Mi fe me ayuda muchísimo a superar ciertas situaciones", asegura. Pero no olvida lo que le ocurrió hace 17 años. "Tenía una sensación de picor y escozor muy grande y me detectaron un carcinosarcoma agresivo. En las pruebas parecía que estaba controlado. Me sacaron la vejiga y la próstata", cuenta. Acababa de ser ordenado diácono cuando lo operaron. Como era muy joven, un tiempo después se le hizo una neovejiga con un injerto de su propio intestino.

Ahora, asegura, está "muy bien". No toma ningún medicamento y hace deporte. "No me dieron ni quimio ni radio. Hago una vida normal. Aunque, de vez en cuando, me tengo que levantar cada cuatro horas para ir al lavabo", cuenta.

Muñoz nació en el barrio de La Mina. Asegura que su fe se despertó a los 12 años gracias a una monja, Amalia. Pese a las habladurías, asegura que la convivencia en el barrio es "bastante positiva". "Estoy muy contento de la cirugía que me hizo el doctor Palou. Pero yo ya tenía la fe y la esperanza de que esto saldría bien", concluye agradecido.

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