Problema al alza

Siete agresiones a sanitarios cada día: Catalunya impondrá multas de hasta 600.000 euros a los pacientes agresores

Salut pondrá en marcha en otoño un registro de ataques y trabaja por introducir un cambio legislativo que permita sancionar por la vía administrativa

"Maricón de mierda", "acabarás en el cementerio": las agresiones a sanitarios de los CAP muestran la desprotección

Imagen de archivo de un centro de atención primaria (CAP) de Barcelona.

Imagen de archivo de un centro de atención primaria (CAP) de Barcelona. / Manu Mitru

Beatriz Pérez
Germán González
Barcelona
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Catalunya ultima un sistema informático común para toda la sanidad catalana en el que se registrarán las agresiones físicas y verbales que sufren los sanitarios (y que aumentan en los últimos años) y que estará implantado en el cuarto trimestre de este año. Este registro –liderado por la Conselleria de Salut pero que cuenta con el impulso y respaldo de colegios profesionales, sindicatos y patronales de todo el sector permitirá la explotación de datos para, entre otras cosas, establecer un "mapa de calor" de esta problemática y facilitar la adopción de medidas correctoras en hospitales y centros de atención primaria (CAP). A este registro se sumarán sanciones económicas para el usuario que agreda física o verbalmente a los médicos y que, según ha podido saber EL PERIÓDICO, pueden llegar a los 600.000 euros en el caso de las más graves.

En 2024 se contabilizaron más de 2.700 agresiones, el grueso de las cuales fueron en la atención primaria y a mujeres

Además, Salut quiere que estas sanciones se impongan por la vía administrativa y que no necesariamente se tenga que recurrir a la penal, ya que hasta ahora el sanitario debía interponer una denuncia ante un juzgado. Más adelante, Salut introducirá la inteligencia artificial (IA) para "identificar patrones" y "anticiparse" a la violencia. Estas medidas forman parte de una batería de acciones para frenar la violencia, 'in crescendo', contra sus trabajadores.

Salut ha encargado a una empresa que revise puntos fuertes y débiles con la idea de elaborar planes de actuación 

Según Salut, Catalunya contabilizó en 2024 un total de 2.717 agresiones a sanitarios: una media de siete cada día. El 10,5% de estas fueron físicas; el resto, verbales. El 73% de las víctimas fueron mujeres, mientras que el 64% de los agresores fueron hombres. La mayoría de las agresiones (un 76%) se concentraron en el ámbito de la atención primaria y extrahospitalaria. Se da el hecho de que entre 2020 y 2023 las agresiones a sanitarios aumentaron un 13% en Catalunya. El objetivo del registro es ofrecer una visión completa de este problema. Lo poco que se sabe hasta el momento es que se registran más agresiones en los centros de salud que en los hospitales y, sobre todo, se producen contra las mujeres.

Perfiles agredidos

Catalunya ya cuenta con un Observatori per a Situacions de Violència en l'Àmbit Sanitari de Catalunya (el OSVASC), creado en 2022 por el anterior Govern. Ahora, este registro (que ya funciona en hospitales como Sant Pau y que está en fase de incorporación en todos los centros del Institut Català de la Salut) irá más allá, pues estudiará a fondo cada hospital y CAP. Permitirá, entre otras cosas, saber qué perfiles profesionales son los profesionales más agredidos. Hasta ahora había registros, como el que tiene el Col·legi Oficial de Metges de Barcelona (COMB), pero solo contabilizaba las agresiones a médicos y no a todos los sanitarios.

A escala estatal, también la Organización Médica Colegial de España ha alertado del aumento de agresiones. En 2024, hubo al menos 847 agresiones al personal médico comunicadas a los colegios profesionales de toda España. La cifra aumentó un 87,8% desde 2010, año en que se registraron 451. Catalunya es la cuarta comunidad donde más agresiones a médicos se produjeron, por detrás de Ceuta, Extremadura y Melilla.

Tipos de agresión

Como explica Jordi Vilana, director general de Professionals de la Salut, este registro también servirá para definir bien los tipos de agresión y diferenciar, por ejemplo, entre una injuria y una amenaza. "La explotación de datos nos servirá para establecer tres o cuatro gradaciones de las agresiones. Por ejemplo, violencia muy grave, grave o leve. Es importante clasificarlo y ponernos de acuerdo con todo esto", cuenta Vilana, quien reconoce además que, debido a la heterogeneidad del territorio (en los CAP de las zonas más deprimidas socialmente hay más agresiones debido al aumento de violencia), las actuaciones deben ser diferentes.

Salut también está revisando los planes de actuación ante situaciones violentas. "Hemos encargado a una empresa que revise cuáles son los puntos fuertes y los débiles. Y que haga recomendaciones y una propuesta de cuáles deberían ser los planes de actuación estandarizados", señala Vilana. Más adelante, la conselleria también echará mano de la inteligencia artificial (IA) para identificar "patrones" y poderse "anticipar" a determinadas situaciones.

Multas y sanciones

En paralelo, Catalunya quiere además sancionar administrativamente (es decir, sin necesidad de que haya que poner una denuncia penal) las agresiones a sanitarios, como ya se hace en Galicia, Navarra, Castilla-León y Castilla-La Mancha. "Estas comunidades tienen instrumentos normativos en rango de ley que les permiten imponer sanciones administrativas en casos de violencia leve, grave y muy grave. Queremos hacer esto en Catalunya", dice Vilana. En estas comunidades, las sanciones leves oscilan entre 300 y 30.000 euros; las graves, entre 3.000 y 60.000 euros; y las muy graves, entre 60.000 y 600.000 euros. En estos rangos, asegura Vilana, se moverán las sanciones de Catalunya.

Según él, en esas autonomías se ha visto que las multas tienen un efecto disuasorio. "Con esto se lanza un mensaje inequívoco a los profesionales: nos tomamos en serio esta problemática y tenemos herramientas para gestionar no solo lo más grave, sino también agresiones más leves. Pero también hay otro mensaje inequívoco para los ciudadanos: que las agresiones a sanitarios tienen consecuencias", defiende Vilana. Estas sanciones serán una realidad en Catalunya en 2026. Actualmente, los pocos sanitarios que se atreven a denunciar (la mayoría tienen miedo de que aparezcan sus datos y por eso no lo hacen) acaban en un juicio que se suele saldar con unas simples disculpas por parte del agresor.

"Tolerancia cero"

"Desde el minuto cero decimos tolerancia cero a las agresiones de todos los sanitarios, no solo médicos. Esto afecta a todos, desde el administrativo hasta el personal sanitario", señala, por su parte, Josep Arimany, director del Área de Praxis del Col·legi Oficial de Metges de Barcelona (COMB). Arimany celebra que este registro de agresiones sea pronto una realidad, ya que hasta ahora estaba todo "muy disperso". "Las agresiones que se denuncian son solo la punta del iceberg", apunta Arimany, quien defiende también sancionar de forma administrativa y económica estos comportamientos.

No está claro por qué aumentan las agresiones a sanitarios, una realidad que también sucede en otras comunidades. "La sociedad está cada vez más crispada y esto afecta al ámbito sanitario pero también a los maestros", apunta este médico. La mayoría de las agresiones son verbales. Físicas hay pocas. Pero entre unas y otras se producen amenazas y coacciones. "Es una realidad que nos preocupa mucho y que ha ido en aumento, no solo en Catalunya, sino en todas las comunidades", certifica Rosa Alcolea, secretaria de Salud Laboral del sindicato Metges de Catalunya (MC).

Tampoco en MC tienen claro el motivo del aumento de las agresiones. Pero es una realidad que se han incrementado entre sanitarios y maestros. "Nosotros somos próximos, nos vienen a ver a la consulta. Hay muchas más necesidades y es una manera de demostrar tu enfado contra el sistema", reflexiona Alcolea. El sindicato reclama a la Administración –más allá de una mejora en la cuantificación de las agresiones– una "actuación rápida". "Cuando te agrede un paciente, hay cierta impunidad. Haces la denuncia en comisaría, hay un juicio… Pero no hay nada por lo que la gente se piense dos veces el agredir. Tenemos sensación de inseguridad. Un porcentaje muy importante de agresiones son a manos del propio paciente que ha pedido consulta contigo", señala Alcolea.

Agresiones "más violentas"

Recientemente ha habido un "despunte" de agresiones, "más violentas y desagradables", en centros de salud como el de La Mina, en Barcelona. "Pero también en otros –avisa Alcolea–. Somos pocos, hay falta de personal y los pacientes tienen una necesidad. Quieren respuestas rápidas. Vienen con la idea de conseguir algo y, cuando les dices que no, se enfadan de una manera muy exagerada". Pide también que sea la propia empresa (por ejemplo, el Institut Català de la Salut en el caso de los CAP) la que denuncie, ya que muchos médicos tienen miedo de hacerlo porque deben dar sus propios datos.

A Alcolea, médica de familia en la atención primaria, nunca la han agredido, pero sí han intentado "intimidarla". "Con palabras, amenazas... En consulta visitamos sentados y a veces el paciente se levanta de la silla para que te asustes. Las intimidaciones son muy frecuentes, y muchos de nosotros las aceptamos como parte de tu trabajo", se lamenta.

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