Catalunya registra 135 bajas laborales por dolor menstrual desde junio: "Son poquísimas"

El 1 de junio de 2023 entró en vigor en el Estado el derecho a pedir la baja laboral por dolor menstrual incapacitante. Desde entonces y hasta febrero, en Catalunya se han registrado 135 permisos por este motivo, según datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social a los que ha tenido acceso la agencia 'ANC'. En toda España, estas bajas fueron un total 1.324. Estos datos se refieren al número de permisos registrados y no al de personas que lo solicitan, dado que una misma puede pedir la baja por esta razón siempre que lo necesite.

En declaraciones 'ACN', la doctora Alba Martínez, médica de familia del CAP Passeig de Sant Joan, celebra que se empiecen a romper "tabúes" sobre la menstruación, pero avisa de que las bajas registradas son "muy pocas". "Seguramente se necesitan más de las que se dan", apunta. Por su parte, la jefa de Obstetrícia y Ginecologia Reproductiva de Vall d'Hebron, la doctora Elena Carreras, destaca la importancia de una medida que "abre camino".

¿Quién y cómo se puede pedir la baja laboral por regla dolorosa? Requisitos

La baja laboral por dolor menstrual incapacitante es un derecho recogido en la Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, aprobada en el Congreso de los Diputados en febrero del 2022 con el objetivo de blindar derechos en materia de salud menstrual. La conocida como ley del aborto no establece una serie de requisitos concretos para poder solicitar el permiso por menstruación incapacitante. Es el médico de cabecera quien determina si el dolor es incapacitante, así como la duración de la baja laboral, como ocurre con muchas enfermedades comunes.

Por comunidades

Por comunidades autónomas, Madrid es donde se han registrado más permisos, un total de 301, y después vienen Andalucía (230) y Navarra (186). Por detrás de Catalunya está Aragón (130); Castilla la Mancha (83); la Comunidad Valenciana (81); Galicia (41); el País Vasco (25); Murcia (23); Melilla (22); Ceuta (15); Canarias (14); Cantabria (13); Castilla y León (11); Asturias (7); Extremadura (5) y La Rioja (2). La doctora Martínez celebra que la entrada en vigor de este permiso blinde un derecho de todas las personas menstruantes y permita empezar a romper tabúes. "Es un avance porque antes muchas personas iban a trabajar con dolor para no tener que afrontar que quizás no se las creerían", reivindica. "Este permiso hace perder el miedo a personas que hace un año también se les podía dar la baja por dolor incapacitante, pero que dependía más del talante o forma de verlo del profesional sanitario", observa Martínez, que forma parte de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (Camfic).

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La doctora Carreras, experta en perspectiva de género en salud, también destaca que para las mujeres con ese dolor incapacitante "ya estaba más que justificado" tomar la baja antes de la medida. Ahora bien, la jefa de Obstetrícia i Ginecologia Reproductiva de Vall d'Hebron hace notar que "no es lo mismo tomar una baja general por no encontrarse bien que tener el derecho a tomar la baja por reglas invalidantes".

"Hay muchas personas que no saben que tienen ese derecho"

Martínez considera que las bajas registradas son "poquísimas" y cree que "hay muchas personas que no saben que tienen derecho a ese permiso". También atribuye los datos al "miedo" de perder el trabajo o que los compañeros los miren "mal".

Esta médico de familia explica que la mayoría de las mujeres que se acercan a la consulta para pedir la baja son jóvenes y con trabajos estables y habla de las dificultades de las más vulnerables para acceder al permiso. Martínez lamenta que "las que más lo necesitarían son las que menos lo saben o las que menos pueden acceder al sistema" y pone el ejemplo de una trabajadora familiar, interna, que cuida a una persona mayor y trabaja seis o siete días en la semana: "Es un perfil que puede tener tanto dolor como cualquier otra mujer, pero no vendrá a pedir la baja porque sabe que es inviable que cada mes deje de trabajar uno o más días".

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Media de 3,16 días

La media de duración de las bajas se sitúa en 3,16 días, según los datos del ministerio correspondientes a España. En el caso de las mujeres atendidas por la doctora Martínez, suelen pedir permiso por un solo día o, a lo sumo, por dos. "Pienso que las personas son quienes más se conocen y, si me dicen que [el dolor] es solo hoy, yo me lo creo", asegura. Sin embargo, admite que "siempre" le piden el permiso con "reticencias", ya que, aunque se trata de un derecho, "temen que en el trabajo piensen que se columpian, que son unas exageradas o que lo hacen para fugarse".

La médica de familia denuncia la "banalización" y "normalización" del dolor menstrual y lamenta que la sociedad enseñe a las mujeres, desde pequeñas, que sufrir es normal. "Cuando las mujeres se quejan de dolor exageran, son unas histéricas o son los nervios. Y no ocurre eso cuando son los hombres que se quejan de dolor", expresa. La solicitud de los permisos abre la puerta a detectar patologías.

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La doctora Carreras expone que las reglas pueden producir "algo de dolor" y eso no debería alertar. Esta molestia se relaciona con la liberación de prostaglandinas, que produce contracciones en la matriz y causa dolor. Pero si de la regla no debe hacerse patología, tampoco se debe normalizar el dolor persistente, que no se calma con analgésicos. Es en estos casos cuando es necesario consultar al médico, ya que detrás puede haber enfermedades como la endometriosis.

"Quien debe definir si la menstruación es muy dolorosa es la mujer y se entiende como aquella que es muy incapacitante. Las mujeres que tienen estas reglas no pueden hacer vida normal. No se pueden levantar de la cama, tienen náuseas, vómitos, mareos , mucho dolor de estómago y la medicación que les podemos ofrecer no calma el dolor", expone esta ginecóloga.

La doctora Carreras indica que el dolor asociado a la endometriosis (enfermedad crónica en la que el endometrio crece fuera de la cavidad original y puede afectar a los ovarios, las trompés de Falopio, el intestino y otros órganos] tiene una evolución inversa, ya que suele ser muy intenso el segundo y tercer día de la regla. "El dolor persistente y que cada vez va a más se asocia a la endometriosis y requiere consulta médica, diagnóstico y tratamiento", indica. Se calcula que alrededor de un 10% de las mujeres sufren endometriosis en alguno de sus grados, leve, moderado o severo.

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Por su parte, la doctora Martínez valora que, pese a los pocos procesos registrados en Catalunya por regla muy dolorosa, este permiso permite aumentar la detección de patologías infradiagnosticadas. La médico de familia señala que hay que estar alerta cuando el dolor está en cada ciclo, buscar por qué está ahí y en caso necesario "derivar a la paciente para descartar endometriosis, miomas [tumores benignos] o alguna otra causa orgánica de este dolor".

En estos casos, el protocolo determina que debe derivarse la paciente a los centros de atención de la salud sexual y reproductiva (ASSIR) para analizar posibles causas del dolor menstrual incapacitante. "Sabemos que la endometriosis está muy infradiagnosticada y que, además, hay mucho retraso en el diagnóstico y uno de los signos de alarma puede ser ese dolor menstrual exagerado que muchas veces se ha banalizado o pasado por alto", subraya .

Declaración autorresponsable

La doctora Martínez apunta que debería haber una declaración autorresponsable para pedir la baja por dolor menstrual incapacitante, ya que encuentra que tener que ir al CAP para solicitarla es una "traba algo absurda", como ocurre con "cualquier ausencia por motivos de salud de pocos días". "Cuando estás con dolor, vómitos y diarrea y deberías estar con bolsa de agua caliente y analgésicos, lo último que necesitas es tener que ir al CAP a pasarte la mañana en una sala de espera para un papel", afirma.

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Para Martínez acceder a estos permisos con declaraciones responsables permitiría descargar a los profesionales de la atención primaria de mucho trabajo burocrático para conocer mejor a la población que atienden, ver en qué sectores no está calando la información y realizar más trabajo comunitario. "Hay que ir a buscar a los grupos vulnerables y poder trabajar más, sea a través de la salud o la escuela", concluye.

Perspectiva de salud y de género

La doctora Carreras precisa que en salud hablan de perspectiva de sexo y género, porque las cuestiones biológicas son relevantes en este ámbito, y considera que se ha hecho un "salto adelante espectacular" a la hora de introducir esta mirada. "Hombres y mujeres no se comportan por igual ante determinadas enfermedades", destaca.

Carreras, que es presidenta de la comisión asesora de políticas de género del departamento de Salut, explica que los estudios científicos se han hecho mayoritariamente en hombres y que ahora es necesario "reaprender" conocimientos consolidados teniendo en cuenta estas diferencias. La doctora Martínez coincide en advertir que la ciencia se ha escrito "desde el punto de vista de cómo sufren las enfermedades los hombres blancos, heterosexuales y ricos" aunque representan un porcentaje muy bajo de la población.

La doctora de Vall d'Hebron destaca que se han creado comisiones de sexo y de género en los centros de salud, coordinadas desde el departamento para que el conocimiento sea compartido en el sistema sanitario. La primera se creó en Vall d'Hebron, otros hospitales han seguido sus pasos y los siguientes serán los CAP.

"La regla es maravillosa"

Carreras reflexiona que, si bien es muy necesario hablar del dolor menstrual, también debería hacerse de las bondades de la regla y cree que una mirada negativa hacia la menstruación es "muy tendenciosa", de una sociedad misógina que ve las mujeres como "cíclicas" y las trata como "inferiores". "Creo que las mujeres debemos autorreivindicarnos, sentirnos orgullosas de la regla y no escondernos. Tener la regla cada mes es una alegría. Es un mensaje de vida y de buen funcionamiento del cuerpo que es maravilloso" , expresa.