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El 18% de la población de España padece dolor crónico

Se estima que el impacto económico en el PIB es de alrededor del 2,5%, por lo que en una población cada día más longeva, con aumento de comorbilidades, es “necesario” el plantear un abordaje del problema de salud de dolor crónico de una forma “equitativa, eficiente y con perspectiva de sostenibilidad”

Dolor crónico

Dolor crónico

AM/INFOSALUS

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“El gasto económico del tratamiento del dolor se duplicará o triplicará en 40 o 50 años”, ha dicho Luz Cánovas, coordinadora de la unidad de dolor de Ourense en Servizo Galego de Saúde y secretaria del curso de verano de El Escorial ‘Sostenibilidad económica del abordaje del dolor crónico’, organizado por la Sociedad Española del Dolor (SED), junto con la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con la Fundación Grünenthal y el apoyo de Ferrer y Boston Scientific.

En este sentido, el presidente de la Sociedad Española del Dolor, Víctor Mayoral, ha subrayado la importancia de hacer cambios que pasan por un modelo de estrategias que favorezcan la prevención de la cronificación del dolor de los pacientes. “Hay que actualizar el Plan de Dolor Estatal, que las comunidades autónomas se apunten al proyecto, su implementación e imitar aquellos modelos de éxito”, ha apostillado.

Por otra parte, durante el curso se ha señalado que el tratamiento de los pacientes con dolor crónico tiene un coste igual como el no tratamiento también registrado como absentismo/preabsentismo laboral y uso de recursos sanitarios. De hecho, el dolor tiene un impacto en la calidad de vida superior incluso a algunas enfermedades oncológicas.

También se han valorado los impactos en costes directos e indirectos, y en patologías específicas, pero en estos momentos es necesario establecer un debate en el que todos los actores involucrados en el dolor crónico: pacientes, profesionales sanitarios y gestores puedan expresar sus expectativas y se compartan los modelos sostenibles de tratamiento del dolor crónico en nuestro país. El desarrollo del derecho a la salud, junto con una creciente demanda social precisa de una exigencia de responsabilidad social e institucional a dos niveles: equidad horizontal (todos tienen derecho a recibir atención sanitaria) y equidad vertical (los individuos con mayor necesidad son atendidos más favorablemente).

Asimismo, los expertos han insistido en el aumento de todos los países en gasto sanitario. El incremento creciente en los países desarrollado de la OCDE, entre los que se incluye España del gasto sanitario viene condicionado por varios motivos: los cambios demográficos (más gente por encima de los 65 años), el desarrollo de investigación científica que ha posibilitado un crecimiento de la industria farmacéutica y de tecnología sanitaria, el acceso a la información por parte de los ciudadanos que condiciona una mayor exigencia de calidad de servicios y atención sanitaria.

En este sentido, la consejera delegada de Globesalud, Paloma Alonso, ha defendido la necesidad de que el abordaje del dolor sea una prioridad en las agendas políticas de todos los gobiernos de la UE. “No puede ser que un factor como el dolor, que en las encuestas de salud sale como el principal problema de la ciudadanía, no se esté abordando desde una perspectiva integrada”, ha aseverado.

Finalmente, la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), Carina Escobar, ha puesto de manifiesto los efectos dramáticos de la pandemia en pacientes con dolor crónico. “No tenemos los mismos pacientes que teníamos en marzo de 2020, están mucho peor, con más dolor y un empeoramiento muy grave”, ha lamentado.

“Además, es fundamental que el paciente esté bien informado de su dolor, de las causas, de los posibles tratamientos, y de su gestión tanto con técnicas psicológicas de control del dolor como con ejercicio y vida saludable. El paciente no solo debe ser copartícipe en el abordaje de su dolor, sino que debe ser el gestor del mismo”, sentencia la portavoz de la SED.

Tratamientos habituales para el dolor crónico

Frente al dolor crónico, la portavoz de la Sociedad Española de Dolor (SED), Concha Pérez, indica que su tratamiento debe ir encaminado a restaurar la funcionalidad del paciente. “Es difícil abolirlo y no es habitual volver al punto previo a antes de tener dolor” y por ello mantiene que el abordaje del dolor crónico intenso debe ser:

  • Multidisciplinar: abordado desde diferentes profesionales, y por ejemplo entre un médico de una Unidad del Dolor y un psicólogo de la Unidad.
  • Multimodal: con una combinación de diferentes tratamientos farmacológicos, ya que es frecuente necesitar asociar distintos fármacos.
  • Intervencionista: con diferentes técnicas mínimamente invasoras que permitan una reestructuración de la función, y una disminución del dolor. Ejemplo de ello sería una radiofrecuencia nerviosa en el dolor de hombro, una epidural en la estenosis decenal, un estimulado medular en el Síndrome de dolor postcirugía de espalda, una radiofrecuencia del Gasser en una neuralgia del trigémino, o una bomba intratecal, por ejemplo, en el dolor oncológico.

Qué hacer para que un dolor no se cronifique

“Más del 18% de la población española padece dolor crónico, y un 6% este dolor es considerado moderado o intenso, es decir, con una puntuación en una escala de 0 (no hay dolor) a 10 (el peor dolor posible) por encima de 7. Además, cuando hablamos de ancianos, el dolor incrementa de manera importante su prevalencia, de tal manera que en pacientes institucionalizados (en residencias) llega hasta el 80%”, advierte la especialista.

Dolor crónico niños

Dolor crónico niños / Shutterstock

El dolor crónico también afecta a los más pequeños

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado nuevas directrices sobre el tratamiento del dolor crónico en niños, que proporcionan intervenciones físicas, psicológicas y farmacológicas recomendadas para el alivio del dolor en niños de 0 a 19 años.

El dolor crónico, que se repite durante más de tres meses, en los niños es un importante problema de salud pública y una de las principales causas de morbilidad en los niños a nivel mundial. “Sin acceso al tratamiento del dolor, la calidad de vida de los niños y adolescentes con dolor crónico se ve gravemente afectada. En comparación con sus compañeros, los niños con dolor crónico presentan mayores niveles de discapacidad física, ansiedad, depresión, problemas de sueño y bajo rendimiento académico”, justifica la OMS.

Se sabe poco sobre la carga global del dolor crónico en los niños. Los estudios sugieren que entre una cuarta y una tercera parte de los niños lo experimentan; y a menudo es un síntoma de enfermedades de larga duración, como el cáncer, la anemia de células falciformes, la diabetes y las afecciones artríticas.

“Los niños y los adolescentes tienen derecho a gozar del más alto nivel posible de salud y de tratamientos adecuados y de alta calidad para controlar su dolor. La atención a los niños con dolor crónico debe estar centrada en el niño y en la familia e incluirse en todos los planes de cobertura sanitaria universal”, apunta el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas.

Basadas en la evidencia científica más actual, las recomendaciones incluyen tres áreas: terapia física, terapia psicológica y manejo farmacológico, que puede incluir el uso de morfina para la atención al final de la vida o cuando el dolor crónico está asociado a condiciones que limitan la vida. La OMS define los términos “cuidados al final de la vida” como cuidados paliativos para que las personas que se encuentran en las últimas semanas o meses de vida mueran con dignidad y “enfermedades que limitan la vida” como enfermedades para las que no hay cura y se espera una muerte temprana, pero con las que una persona puede seguir viviendo durante varios años más.