Con al menos una dosis

Cuatro millones de catalanes vacunados

Los expertos alertan de que todavía hay muchas personas sin la pauta completa y que podrían contagiarse si el covid-19 vuelve a desbocarse

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Vacuna

Vacuna / Toni Albir

Beatriz Pérez

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Catalunya ha llegado este lunes a los cuatro millones de personas con al menos una dosis de la vacuna contra el covid-19. Representan el 53,4% de la población total. El domingo 27 de junio se cumplieron exactamente medio año desde que se vacunó Josefa Pérez, la primera catalana en recibir el fármaco contra el coronavirus. "Ayer hizo seis meses que comenzó la campaña de vacunación. Llegar en este tiempo a los cuatro millones de vacunados es una gran cifra", ha celebrado en rueda de prensa la secretaria de Salut Pública, Carmen Cabezas. Durante este medio año, en Catalunya han bajado las cifras de contagiados, de hospitalizados y de ingresados en ucis.

La Conselleria de Salut inoculó el sábado pasado 64.000 dosis y otras 50.000 el domingo, lo que refleja el elevado ritmo de vacunación alcanzado. La incidencia del covid-19 observada en las últimas semanas se concentra en las edades que aún no están vacunadas, según Cabezas. Esto es, en los más jóvenes. Sin embargo, ello no está teniendo un impacto asistencial porque este colectivo suele pasar la enfermedad de manera leve o asintomática, por lo que no están aumentando las hospitalizaciones o ingresos en ucis. De hecho, este lunes hay ingresadas en las ucis catalanas 131 personas con covid-19 (y un total de 461 en hospitales), una de las cifras más bajas de las últimas semanas.

A por la pauta completa

"Cuatro millones de vacunados con una dosis son muy buenas noticias. Hemos recorrido buena parte del camino, pero aún queda. Aún hay mucha gente sin la pauta completa. Eso y las nuevas variantes, como la india, son objeto de preocupación", señala a este diario el epidemiólogo Antoni Trilla, Jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic. Unos 2.600.000 catalanes (el 39% de los mayores de 16 años) tienen la pauta completa.

Según Trilla, los macrocontagios entre los jóvenes que se fueron de viaje de fin de curso a las islas Baleares y Canarias representan "lo que puede pasar con determinadas situaciones -fiestas, conciertos, viajes en ferry...- y con determinadas variantes" como la delta (la india), que es "hasta un 60% más contagiosa que la alfa, la británica". Y alerta Trilla: "Todavía queda un segmento de personas a las que les falta una segunda dosis". Es decir, que también son susceptibles de contagiarse.

Por eso, al igual que su colega Juan Pablo Horcajada, Jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar, Trilla se posiciona "muy a favor" de abrir la vacunación para todo el colectivo de 16 a 29 años, como Salut está estudiando hacer. "Permitiría que se apunte toda la gente que se quiera vacunar", señala Trilla. "Los contagios vienen de ahí [de los jóvenes de entre 16 y 29 años] y, aunque no ingresan en hospitales, si hay muchos afectados, algunos ingresará. Además, pueden contagiar a los que no han acabado las pautas de vacunación", apunta por su parte Horcajada.

El mismo añade que, hoy por hoy, los pacientes con covid-19 en las ucis son personas de mediana edad que no están vacunadas o que están vacunada "a medias". "La primera dosis de AstraZeneca protege mucho durante las primeras 10 o 12 semanas, pero después baja la efectividad al 50%", alerta Benito Almirante, Jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d'Hebron. Y todavía hay un gran segmento poblacional (sobre todo los de 60 a 69 años) pendiente de la segunda dosis de este fármaco (que se pone a los tres meses). Almirante pide "extrapolar" a las demás comunidades la iniciativa de Madrid de vacunar durante las 24 horas del día para que "todo el mundo se inmunice cuanto antes y cuando mejor le venga".

Confinamientos en el trabajo

El investigador del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos (Biocomsc) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) Daniel López Codina destaca que, aunque los jóvenes, en su gran mayoría, no enferman gravemente, sí son personas que, al estar en su etapa laboral, provocan confinamientos en sus espacios de trabajo. "Ello también tiene implicaciones económicas", dice López Codina, quien llama a "huir de las situaciones de riesgo".

Además, pone el ejemplo de Israel, un país más avanzado que la Unión Europea en la estrategia de vacunación pero que ha tenido que dar marcha atrás en su desescalada (por ejemplo, volviendo a la mascarilla en interiores) porque ha vuelto a tener un crecimiento de contagios. También en otros países como Colombia, Indonesia o Rusia están viendo aumentar los casos. "No podemos estar tranquilos, la epidemia es un fenómeno mundial", insiste López Codina.

Trilla, además, hace hincapié en que la variante delta del coronavirus es un motivo de preocupación porque "tiene un cierto fenómeno de escape inmunológico" a las vacunas. Aun así, según los datos procedentes de Inglaterra o Escocia, las vacunas siguen protegiendo ante esta variante de las formas graves de enfermedad. "Quizás no tanto frente a los contagios", precisa Trilla.

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