Embarazada y con cáncer de mama: "Temía por mi vida, temía por mi hijo"

La suegra de una paciente a la que se diagnosticó un tumor dutrante su embarazo organizó una exitosa caminata anual de ayuda a la investigación

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abertran35953209 barcelona 18 10 2016 ines gasen paciente de c ncer de mam161019124714 / CARLOS MONTAÑÉS

ÀNGELS GALLARDO / BARCELONA

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No todas las áreas médicas, ni todos los hospitales han previsto facilitar que los ciudadanos canalicen su esfuerzo económico, grande o pequeño, para que se investigue sobre la enfermedad que les ha alterado la vida, o ante la que son especialmente sensibles. El infantil de Sant Joan de Déu de Esplugues es el rey en este campo. Investigadores de un sinfín de patologías que afectan a los niños dedican, desde hace años, una porción de su tiempo para exponer ante empresarios el proyecto científico que han descrito de forma muy inteligible en un atractivo 'book'. Como hacen las modelos cuando buscan trabajo, pero con distinto objetivo. Otras veces, ese trabajo lo hacen pacientes agradecidos o sus familiares.

La suegra de Inés Gasen, de 39 años, experta en comunicación y madre de un niño de 6 años, es un exponente de estos últimos. En el 2010, a su nuera, embarazada de cinco meses del que iba a ser su primer nieto, le fue diagnosticado un cáncer de mama. Era el peor momento, en todos los sentidos. La gestante fue derivada al instituto oncológico del Hospital del Vall d’Hebron (VHIO) y, para su sorpresa, no le mostraron un callejón sin salida –o el niño o su vida sin cáncer- sino que le propusieron un camino medio salvador para ambos. “Me expusieron un plan, que yo acepté inmediatamente –explica Inés Gasen, ahora embarazada de su segundo hijo-. En primer lugar me operarían para extirpar el tumor, después recibiría una quimioterapia fuerte, de las que exigen descansar tres semanas entre sesiones. Y me aseguraron que, entretanto, la gestación proseguiría con normalidad, que nada de eso tenía por qué alterar el desarrollo del feto”.

Así lo hicieron. Y así sucedió. Es de suponer la inmensa preocupación en esos momentos de toda su familia, entre ellas, su suegra, una activa ciudadana británica que vive en Zaragoza. La mujer reunió a la familia, a sus amigos y a los vecinos, y les planteó participar en una acción en la que fuera posible reunir algún dinero para enviarlo a los médicos que estaban atendiendo a su nuera, Inés, en Barcelona. Así surgió 'El Paseíco de la Mama', una caminata anual que ya va por su sexta edición y que no piensan interrumpir, aunque Inés ya solo acude al Vall d’Hebron para superar revisiones de un cáncer de mama superado. Recibió autorización médica opara intentar otro embarazo.

EL NIÑO NACIÓ BIEN

“Mi suegra no hubiera podido quedarse quieta mientras a mí me trataban y estaba en el aire la evolución de su futuro nieto. Tenía que hacer algo –recuerda Inés-. En aquél momento, yo temía más al cáncer que me habían detectado que a los posibles perjuicios que pudiera sufrir el feto que gestaba. Ahora que soy madre, sé que me pasaría todo lo contrario: temería más por mi hijo que por mi salud”. Joey, el niño que ahora tiene 6 años, nació bien. Las caminatas ya son populares en Zaragoza. 

A los 130.000 euros que 'El Paseíco de la Mama' ha proporcionado al VHIO se han añadido las cantidades aportadas por el grupo de exenfermas de la asociación Sin Teta hay Paraíso o las que ofrece la venta de vino Microscopi, entre otras iniciativas similares. 

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