Entrevista |

"Le muestro a mi hijo que soy feliz pero no lo soy"

"Intenté suicidarme con 18 años y mi hijo en brazos"

Vivir en un campo de refugiados: "No tienen ni derecho a soñar"

ESPLUGUES DE LLOBREGAT 04/03/2024  Política.  Entrevista a Razan, integrante del grupo de jóvenes del campo de refugiados de Chatila, en Beirut. Acude a la residencia Blume         FOTO de ZOWY VOETEN

ESPLUGUES DE LLOBREGAT 04/03/2024 Política. Entrevista a Razan, integrante del grupo de jóvenes del campo de refugiados de Chatila, en Beirut. Acude a la residencia Blume FOTO de ZOWY VOETEN / Zowy Voeten

Fidel Masreal

Fidel Masreal

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Razan ha pasado toda su vida en un no-país: el campo de refugiados de Chatila, en Beirut. De origen palestino, ha podido viajar puntualmente a Europa con el equipo de baloncesto femenino que organizó su padre Majdi. Gracias al libro Aliades, de la periodista Txell Feixas, con el apoyo de Abacus, el equipo ha podido visitar Catalunya recientemente. Razan tiene 25 años, un hijo de siete y está separada tras un matrimonio con un drogadicto maltratador. Con ella hablamos de los valores de allí y de aquí y de las consecuencias de vivir encerrado

-Eres refugiada desde que naciste ¿Qué significa no tener un hogar, no estar en tu país?

-Ser refugiado es muy duro. Nunca te sientes seguro, porque cualquier día nos pueden decir 'no os necesitamos más y os tenéis que ir'. Aunque piense en hacer algo, no puedo. Pensé en abrir una clínica, pero no puedo porque necesito el nombre libanés. Nunca me sentiré independiente. Puedo salir de Chatila, peroo no viajar libremente, no puedo ir ni a Jordania sin permiso. Y si sales tienes miedo a romper la visa. No tenemos los mínimos derechos.

-¿Cómo es vuestro día a día?

-Nos centramos en lo básico. Agua, electricidad. O cómo puedo hacer frente a esta persona para que no me agreda. A veces siento que no soy un ser humano. Si la tierra nos rechaza, ¿el cielo también lo hará? Pienso en esto a menudo, tenemos un montón de traficantes, drogas, violaciones de niños y niñas. Si no te comes a esta persona ella te come. Es como una selva.

-¿Te queda amor?

-Me queda amor, no puedo vivir sin amor. Si vivo con odio puedo morir. Tienes que vivir, la vida sigue.

Me queda amor, no puedo vivir sin amor. Si vivo con odio puedo morir

-Como musulmana ¿Qué piensas de la muerte?

-Pienso en que al final te sientes cómoda. Eso sí, es duro para tu familia. Tú descansas, pero tu familia no. Necesitamos cinco mil dólares para enterrar a alguien en Chatila.

-¿Cuál es tu idea de la felicidad?

-Estar en un lugar seguro. No estoy segura, en Chatila. Hay un montón de adictos. La felicidad es estar en casa y sentirte segura con tu familia y no que te llamen a la puerta y te digan 'esta es mi casa' o 'te quiero violar, robar, herir'. Una mujer en Chatila es nada. Incluso la madre, que es la base de una casa, no tiene valor.

 -¿Hay belleza en Chatila?

-La gente mayor es bella. Cuando te sientas con un hombre mayor te explica: 'echo de menos Palestina, teníamos nuestra casa' y a veces llora. Mucha gente tiene todavía la llave de sus casas de Palestina. Una llave vieja, grande. Cuando mueren, se les da la llave a los hijos. Nuestra causa, la cultura palestina, es bella. Mi abuelo nació en Palestina, en Acre. Llegó la guerra, se fue al Líbano. Mi padre nació en el campo de concentración. Yo también.

 -¿Qué piensas de la solidaridad de Europa con vuestra causa?

-¿Puedo ser sincera? No he hallado humanidad en los gobiernos europeos. Dame un país o déjame volver a mi país. No puedo vivir como refugiada toda mi vida. Los países europeos son la causa por la que somos refugiados. Puedo venir a Barcelona y seguir siendo refugiada. Sin derechos. No necesitamos dinero, ni comida, no somos animales a los que podéis alimentar para callar nuestras bocas. No podéis engañar a la gente. Mi hijo es también refugiado. No tenemos futuro. Esto no es una vida decente. ¿Cómo tratáis a millones de personas así?

No necesitamos dinero, ni comida, no somos animales a los que podéis alimentar para callar nuestras bocas

-El valor de la verdad está en cuestión en Occidente. ¿Qué opinas de la verdad?

-La verdad no importa salvo si te beneficia. Cuando pasó lo de Gaza, la gente decía la verdad: nos están matando, es un genocidio. Están muriendo mujeres, niños. Pero a la gente no le importa. La verdad depende de si hay beneficio. Puedo decirte que no soy feliz con mi familia, que me están perjudicando. ¿Puedes sacarme de Chatila? Tu puedes, pero dirás que no puedes aunque sabes que estoy muriéndome, porque no te beneficia sacarme. Sabes la verdad, pero no harás nada.

¿Puedes sacarme de Chatila? Tu puedes, pero dirás que no puedes aunque sabes que estoy muriéndome, porque no te beneficia sacarme

-¿Hay felicidad en Chatila, pese a todo?

-En cada casa se sufre mucho. No podemos llevar a los niños a una buena escuela, no escogemos a nuestros vecinos. Tenemos tiroteos, asesinatos... Así que, no, no creo.

-¿Tu felicidad es tu hijo?

-Sí, crea alegría. Si sonríe yo sonrío. Sin él no sé como sobreviviría. Ahora toda mi vida se basa en hacer lo correcto para él, no para mí. Es mi vida.

 -¿Eres feliz?

-No soy feliz. Le muestro a mi hijo que soy feliz pero no lo soy. Soy feliz cuando él está cuidado, pero por dentro no lo soy. Cuando él sea mayor no sé qué haré. Quizás entonces la vida será más de color de rosa para mí, no lo sé.

-¿El hecho de ser musulmana te da esperanza en el futuro?

-Dios me ayuda mucho, creo en Dios, me protege de muchas cosas. Nunca le he pedido nada. Cuando estoy depresiva, leo o veo algo en YouTube sobre cómo salir adelante.

-¿Existe apoyo psicológico en Chatila?

-Si lo pides, puedes encontrar a alguien. Pero tenemos muchos problemas de salud mental, un montón de gente enferma, depresión, chicos jóvenes que se suicidan. ¿Por qué? Porque tienen algo en la mente. No hablan, ni nadie les pregunta. Yo intenté suicidarme cuando estaba casada. Tenía 18 años. Cuando lo intenté tenía a mi hijo en brazos, tenía un mes. Me corté la mano. No recuerdo nada pero estaba llorando, me puse una venda en la mano. Desde entonces decidí que haría cualquier cosa por mi hijo. No por mí, no me preocupa mi vida, tengo que cuidarle a él porque todo esto no es su culpa. No es su culpa. Sé que al final las cosas irán bien pero no es para mí, es para él. Por favor, Dios, deja que él sea alguien en el futuro.

tenemos muchos problemas de salud mental, un montón de gente enferma, depresión, chicos jóvenes que se suicidan

 -En Barcelona, en Europa en general, nos enfadamos mucho al llegar diez minutos tarde por un atasco...

-Esto es porque lo tenéis todo. Vivís una vida cómoda. Nosotros no podemos ni pensar en llegar tarde al trabajo o que no me guste tal comida. En Chatila los problemas son tres días de cortes de agua, o falta de electricidad. ¿Llegar diez minutos tarde? Es divertido, nos reímos sobre ello.

Tenéis de todo, pero la vida no tiene sabor para vosotros

-¿Hemos olvidado los valores importantes, en Europa?

-Creo que sí. Tenéis de todo, pero la vida no tiene sabor para vosotros. Cuando has estado hambriento durante días, la leche es una bendición y das las gracias. Para vosotros la vida no sabe, no tiene sabor. Vuestros gobiernos os lo dan todo. Nosotros no tenemos gobierno. Cuando te arrebatan las cosas, notas el valor de las mismas. Por ejemplo, tus hijos.