Desmontando mitos

¿Los adultos deben beber leche?

La creencia de que es un producto solo para niños se desvanece ante la realidad nutricional que ofrece este lácteo

La leche es un producto alto en proteína y muy nutritivo que no sería necesario excluir de la dieta de una persona adulta

La leche es un producto alto en proteína y muy nutritivo que no sería necesario excluir de la dieta de una persona adulta

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En los últimos tiempos la leche de vaca ha sido objeto de debate y se han extendido muchos mitos alrededor de su consumo en la edad adulta. ¿Debemos abandonarla una vez dejamos la niñez o es un alimento imprescindible en una dieta equilibrada?

La idea de que la leche es exclusivamente para niños se desvanece ante la realidad nutricional que ofrece este lácteo. La leche es un alimento de un alto valor nutritivo y una excelente fuente de proteínas de elevado valor biológico que no es necesario excluir de la alimentación de una persona adulta. Es una fuente muy rica en calcio pero también en fósforo, potasio, magnesio, zinc, y vitaminas A, B1, D y K2. Según expertos en nutrición, un vaso estándar de leche (250 ml) puede proporcionar hasta 300 mg de calcio, una tercera parte de lo que necesita diariamente una persona adulta para mantener la buena salud de los huesos y el equilibrio general del organismo. En este sentido, se recomienda entre una y tres raciones de leche o productos lácteos al día, siempre sin azúcar y bajos en sal.

En los últimos años, el número de personas que presentan algunas molestias digestivas al consumir leche, no asociadas a una intolerancia a la lactosa, ha aumentado. Esto ha avivado la llama de la controversia. ¿Es la leche en si misma la culpable de estas dolencias? 

Qué es la leche A2 y cuáles son sus beneficios

La leche que consumimos actualmente poco tiene que ver con la que consumían generaciones anteriores. En su origen la leche tenía un alto contenido de la proteína denominada beta-caseína A2, pero los avances en la industria láctea y los cruces selectivos con fines productivos han ido alterando el producto. En la leche que se comercializa hoy en día predomina la proteína beta-caseína A1. Es esta variante la que se ha asociado con algunas molestias digestivas en ciertos individuos, lo que ha contribuido a la creencia de que la leche en general es perjudicial para la salud.  

Varios estudios han determinado que aquellos consumidores que experimentan malestares al ingerir leche o productos lácteos, sin presentar alergias a la proteína de la leche de vaca ni intolerancia a la lactosa, encuentran alivio al optar por la leche A2. Es por esta razón que la leche con proteína A2 ha emergido como una opción muy valiosa que permite mantener este lácteo en la dieta y disfrutar de sus beneficios nutricionales sin los efectos secundarios no deseados.