Medicina. Atrofia muscular espinal

“Actuar a tiempo es clave para mantener la funcionalidad”

Es necesario trabajar en red y de forma traslacional, investigadores clínicos y básicos, industria y pacientes, todos juntos con el objetivo de avanzar en conocimiento y cambiar el escenario terapéutico

La doctora Mónica Povedano, jefa de la Unidad Funcional de Enfermedad de Motoneurona del Servicio de Neurología del Hospital Universitari Bellvitge de Barcelona.

La doctora Mónica Povedano, jefa de la Unidad Funcional de Enfermedad de Motoneurona del Servicio de Neurología del Hospital Universitari Bellvitge de Barcelona. / Ferran Nadeu

Mayte L. Fernández

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La AME es una enfermedad neurodegenerativa en la que por una causa genéticamente determinada se produce una disminución de la proteína SMN que ayuda a la supervivencia de la motoneurona. Los pacientes presentan una alteración en el gen SMN localizado en el cromosoma 5 y que codifica para dicha proteína. La doctora Mónica Povedano, jefa de la Unidad Funcional de Enfermedad de Motoneurona del Servicio de Neurología del Hospital Universitari Bellvitge de Barcelona, explica qué tratamientos existen a día de hoy para tratar esta enfermedad en personas adultas y cómo pueden mejorar la vida de sus pacientes.

¿En qué consiste la atrofia muscular espinal (AME) y por qué se produce?

La Atrofia Muscular Espinal (AME) es una enfermedad autosómica recesiva producida por degeneración de las motoneuronas del asta anterior medular que ocasiona debilidad y atrofia muscular progresiva de predominio proximal y de amplio espectro de gravedad. La causa más frecuente es una deleción homocigótica del gen de supervivencia de motoneuronas 1 (Survival Motor Neuron 1 - SMN1), localizado en la región cromosómica 5q13, o una deleción heterocigótica en combinación con una mutación (puntual) en el segundo alelo de SMN1 que codifica para la proteína SMN. El 95-98% de los pacientes presenta ausencia en homocigosis del gen SMN1, detectable por estudio molecular del exón 7 y que confirma genéticamente el diagnóstico de AME.

Aunque es una enfermedad genética que afecta normalmente a niños, ¿puede aparecer en la edad adulta?

Puede aparecer en la edad adulta y diagnosticarse en ese momento y son las AMES tipo IV en las que, aunque en menor cuantía y de peor calidad, existe proteína, por lo que los síntomas aparecen en la edad adulta. O bien, son pacientes diagnosticados en la infancia y que por los nuevos tratamientos llegan con su enfermedad a la edad adulta.

¿Cuáles son los principales síntomas de alerta? ¿Son iguales en todos los afectados?

Los principales síntomas son la debilidad y atrofia, la hipotonía en el niño que aparece al nacer. La dificultad para llorar con fuerza, los problemas respiratorios, la ausencia de un correcto desarrollo motor: no realizan control cefálico, no gatean o deambulan. Por el contrario, en el adulto los síntomas suelen ser de debilidad proximal en miembros superiores y miembros inferiores, calambres, fasciculaciones... El médico observará atrofia con hipo o arreflexia. A su vez, el paciente puede presentar fatiga de origen neuromuscular, ya que la proteína ayuda a la formación y estabilización de la unión neuromuscular.

“Los síntomas suelen ser de debilidad proximal en miembros superiores e inferiores, calambres y fatiga de origen muscular”

¿Existen diferentes grados de avance de esta enfermedad?

La enfermedad por historia natural progresa, eso sí, dependerá de la edad de inicio de los síntomas y de la cantidad de proteína existente que la progresión sea más severa o no, y todo ello relacionado con el número de copias de gen SMN2 que el paciente tenga. Está claro que llega un momento en el que el pool de motoneuronas es tan poco que podemos establecer un periodo de plateau, aunque siempre seguirá empeorando.

¿Un diagnóstico precoz podría resultar positivo para frenar el desarrollo de esta enfermedad?

Un diagnóstico precoz permite un tratamiento temprano en un paciente que todavía conserva neuronas motoras. Tiempo es motoneurona y es funcionalidad.

¿Existen fármacos o tratamientos terapéuticos que frenen la progresión de AME?

A día de hoy, hay aprobados fármacos que se administran por diferentes vías y con mecanismos de acción distintos que aumentan la producción de proteína SMN tan deficiente en esta patología, pero no hay que olvidar el manejo multidisciplinar global de los síntomas que juega un papel importante en la supervivencia de estos pacientes.

¿Cómo se puede mejorar la calidad de vida de paciente?

Con el manejo multidisciplinar, atendiendo síntomas médicos y la esfera psicosocial.

¿Se necesita más investigación para dar con terapias que ofrezcan soluciones a los pacientes?

Se necesitan investigaciones que ayuden a encontrar dianas terapéuticas que de forma aislada o en combinación puedan frenar el fenómeno neurodegenerativo. Debemos trabajar en red y de forma traslacional, investigadores clínicos y básicos, industria y pacientes, todos juntos con el objetivo de avanzar en conocimiento y cambiar el escenario terapéutico.