TEMPORADA DE BAÑO

Palafrugell fijará un máximo de usuarios en Calella, Llafranc y Tamariu

El ayuntamiento estudia el uso de drones u otras tecnologías para regular los espacios este verano

La playa del Port Bo de Calella de Palafrugell.

La playa del Port Bo de Calella de Palafrugell. / periodico

Jordi Roure

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Avanza la desescalada y ya con la normativa y las recomendaciones para las playas que hizo pública domingo el Ministerio de Sanidad los municipios de la Costa Brava se preparan para el verano. Serán, evidentemente, unas vacaciones diferentes, pero si nada se tuerce el uso recreativo de los arenales estará permitido, regulando eso sí los aforos, cuando haga falta, y extremando la higiene y la distancia social.

De hecho, la mayoría de lugares lo quieren tener todo a punto para el próximo lunes, porque si Girona entra en la fase 2, los baños estarán permitidos, así como tomar el sol, recuerda el Diario de Girona, del grupo Prensa Ibérica. Estos primeros días de junio, todavía sin turismo extranjero ni tampoco de fuera del área sanitaria, servirían como banco de prueba por el que vendría después, a finales del mes que viene, cuando todo el país llegue a la fase 3 de desescalada y la Costa Brava abra la veda a visitantes de fuera de la demarcación.

Regular el acceso en la playa se aventura muy complicado para municipios con arenales amplios como Platja d'Aro, Palamós o El Estartit, por ejemplo. En cambio, será inevitable en playas como las de Calella, Llafranc y Tamariu, en Palafrugell, por sus reducidas dimensiones.

El Ayuntamiento de Palafrugell, según confirmó ayer el alcalde, Josep Piferrer, ya está estudiando qué límite máximo de usuarios tendrá cada uno de estos parajes (ahora están trabajando con el cálculo a partir de una separación de 4 metros) «y una vez lo tengamos, lo anunciaremos y no se podrá sobrepasar».

Para hacer las tareas de control e información se dispondrá de una serie de vigilantes. Ahora el Ayuntamiento también está estudiando cuál será la mejor herramienta de control, después de haber recibido ofertas de empresas de drones y otras tecnologías. «De momento lo que no contemplamos es hacer un control de tiempo», dijo Piferrer.

La norma de Sanidad contempla que los ayuntamientos puedan sectorizar las playas para asegurar la distanciación. El Ministerio apunta que se tendrá que controlar el aforo de las zonas de baño marítimas que tengan una afluencia de personas importante y que, por eso, habría que garantizar los cuatro metros entre tumbonas, parasoles y otros elementos.

En las playas de Palafrugell este punto se aplicará, pero Platja d'Aro, Palamós o el Estartit lo descartan. Eso sí, la figura de los informadores o agentes cívicos encargados de velar por las normas es un denominador común en todas partes.

Blanes descarta sectorizar las playas

En Blanes, por ejemplo, el alcalde, Àngel Canosa, explica que «tenemos preparados los socorristas y estamos estudiando cuánto personal de control nos hará falta». Canosa apuesta «por la cordura y la responsabilidad de cada cual» para hacer de las playas «un espacio de civismo». Blanes descarta sectorizar las playas (tampoco lo harán Palamós, el Estartit o Sant Antoni). En cambio, Lloret ya anunció a primeros de mayo que dividirá los arenales en tres áreas en función de las edades (mayores de 65 años, familias con niños y adultos), y Platja d'Aro creará ocho sectores, eso sí, sin límites de edad, y contratará más de una treintena de informadores.

El Estartit no prevé problemas

En El Estartit, con muchos kilómetros de playa, tampoco prevén problemas de aforo, ni en el pico del verano. «Hay playa para todo el mundo», decía ayer el alcalde de Torroella, Jordi Colomí. Aquí también habrá informadores para controlar el acceso desde las pasarelas y serán los encargados de distribuir a los bañistas hacia otros espacios próximos si aquel que han escogido está muy masificado.

Lluís Puig, el alcalde de Palamós, defiende que no sectoricen las playas (ni la principal, ni las de la Fosca y Castell): «Apostaremos por los informadores para orientar la gente y también habrá los socorristas, que seguramente también tendrán que hacer de informadores. Cerrar la playa para regular el acceso es inviable; eso sí, velaremos por la distancia social y por hacer una limpieza de las duchas y de los lavapies todavía más escrupulosa».

En Calonge y Sant Antoni, ayer, en el ayuntamiento celebró una reunión de la mesa de playas para estudiar el tema ahora que ya se dispone de la información de Sanidad. El alcalde, Miquel Bell·lloch cuenta con disponer de informadores para hacer cumplir la normativa a los usuarios. Costas todavía está arreglando los desperfectos del temporal Gloria en los espigones. «Cuando acaben, entraremos a mover la arena con la idea de tener las playas a punto por San Juan», explicó.